.: 11/01/09

MIREN AQUI LE SDEJO UN RESUMEND ELO QUE SE TRATA...YO NO LO ESCRIBOOO!! LA GENIA Q LO ESCRIBIO SE LLAMA

" lamiga "

ELLA MERECE TODOS LOS MERITOS..MAÑANA LES DEJARE EL PRIMER CAPITULO..PORQ ANTES NECESITO SUS OPINIONES RESPECTO A L FIC...
LES ASEGURO Q VANA AMAR ESTA HISTORIA,,,VER A EDWARD COMO HUMANO ES ADORABLE....
ASI Q AY Q AGRADECER EL ERMOSO TRABAJO Y LA GRAN MENTE DE "LAMIGA" LA Q ESCRIBIO ESTO..ASI Q ELLA MERECE TOODOS LOS MERITOS..

CAP. 29:

Crisis de humanos.

-¿Cómo que no está? ¿No está en el bosque?

-Lo decidió de repente- pestañeó haciendo que sus ojos volvieran a la vida- Se metió en su camioneta y empezó a conducir. Y al cruzar la carretera del norte, ya no hay nada, ni ella ni…

-¿Ha desaparecido? – volvió a repetir- ¿Cómo ha desaparecido?

-Ha desaparecido de mi visión- añadió Alice carente de sentimiento- Miro, miro y miro, pero ya no está.

-¿Son los otros vampiros?- preguntó preso del pánico- ¿Están allí? Emmett, Jasp…

-No, no hay otros vampiros- le interrumpió- Sólo es que busco a Bella y no doy con ella.

-Eso no puedo ser- insistió él – Las personas no desaparecen, no se volatilizan. Mira bien, Alice. Asegúrate por dónde iba y qué decidió hacer. Y por qué.

-Lo estoy intentando, Edward. Pero estoy ciega. No puedo verla.

Con aquel gesto dramático del día del prado, se dejó caer de rodillas, pero ni con esas Edward le soltó y dejó de zarandearla. En un movimiento de vampiro que levantó aire que le movió los cabellos, Jasper se fue de su lado y cuando se volvió a girar ni Carlisle ni Emmett estaba allí, así que no hizo falta volver a implorar su ayuda.

-La encontraremos, Edward, no te preocupes- intervino Esme apareciendo a su lado, poniendo de nuevo la mano en su hombro.

-Esto es suficiente- la voz de Rosalie cortó el aire- Deberían irse juntos. Las crisis de humanos no son cosa nuestra.

Ignorándola, Edward siguió centrado en Alice, en su trance. Podía ignorarla, y a la perfección, además. Había bloqueado la mayoría de sus pensamientos durante décadas, así que ahora era más fácil. Rosalie era pedante y egocéntrica y no tenía nada que ver con él. Y menos con Bella. Y si no hubiera sido por Emmett, su hermano favorito junto con Alice, seguro que algo les habría llevado a una gran pelea con pérdida de miembros incluida.

-Alice…- insistió de nuevo- Concéntrate, por favor.

-Lo hago - respondió.

-Dímelo desde el principio. ¿Qué viste? Estaba en casa y…

-Estaba en casa, haciendo cosas cotidianas y de repente cogió sus llaves y se fue. Empezó a conducir hacia el norte por la carretera que cruza el bosque que bordea el río y…

Imaginándose la escena visualmente, Edward la detuvo.

-¿Y ahí desapareció? ¿En esa carretera? ¿De repente dejaste de ver?

-Sí- dijo, ahora cansada- ¿Qué es?

-Que ha cruzado la frontera con los quileutes- y se levantó para caminar hacia el recibidor.

Alice pestañeó como si los pobres movimientos humanos de Edward hubieran sido rápidos de vampiro y no le pudiera seguir.

-¿El terreno de los hombres lobo?- añadió confusa- ¿Por eso no lo veo? ¿No puedo ni siquiera ver a Bella cuando entra en su territorio?

Rebuscando algo en los cajones sin descanso, contestó de espaldas:

-No puedes ver a Bella cuando su futuro se mezcla con los hombres lobo. Por eso no nos viste en el prado cuando el lobo cruzó por delante. Estás ciega en todo lo que nos relaciona con ellos.

Revolvió un par de cajones y encontró lo que buscaba. Se lo metió en el bolsillo y siguió su camino, ahora hacia la puerta.

-¿Dónde vas, Edward?- interfirió Esme- Carlisle, Emmett y Jasper ya han ido a buscarla.

-Pero no pueden- aferró el pomo con fuerza porque ni aunque Esme intentara bloquearle le iba a detener - No pueden cruzar la frontera de los quileutes. Y yo sí.

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CAP. 30.:

El secreto.

Levantando una piedrecita con la puntera de su zapatilla, Bella respiró hondo para sonreír a Jacob que caminaba a su lado con las manos metidos en los bolsillos.

-Has crecido mucho. Estás enorme. Ya no pareces un chico de 16 años.

-Ya no lo soy- contestó encogiéndose de hombros- Han cambiado muchas cosas.

-¿Cómo qué?- preguntó Bella.

-La madurez, supongo- volvió a encogerse de hombros- Tú también has cambiado.

-¿He madurado?- se rió- Ya me consideraba bastante madura. De hecho, mi madre dice que parece que tengo 40 años.

-Vuelves a estar viva. Hace unas semanas no lo estabas.

Bajando la cabeza avergonzada, Bella continúo caminando. Era completamente cierto y no solamente Charlie lo había notado: desde que la habían encontrado en el bosque tras la marcha de Edward, todos los de la reserva se habían volcado en ella, llamando a casa para preguntar cómo estaba y ofreciendo ayuda. Sobre todo Billy Black y Jacob. Hacía unas semanas recordaba que habían estado en casa y que ella no les había prestado ni atención.

-Han sido…- carraspeó- semanas duras. Gracias por preocuparte. Billy y tú habéis sido muy amables con Charlie.

-Es lo que debíamos hacer- respondió cortante- ¿Todo ha vuelto a la normalidad?- insistió- Ese Cullen vuelve y tú… ¿lo olvidas todo?

-No es tan simple como parece. Y es algo entre Edward y yo.

-Debería desaparecer de nuevo. Él y todos los Cullen. Son como una plaga.

Ofendida, Bella detuvo el paseo. Se le pintó una fina línea roja en las mejillas a la vez que apretaba los puños, enfadada. Jacob, sin impresionarse, se quedó mirándola, desafiante.

Estaba cansada, eso era, de defender siempre a Edward y al resto de los Cullen: con Charlie, con sus compañeros de clase y ahora con Jacob. Si la gente dejara sus prejuicios a un lado, verían lo maravillosos que eran: lo increíble que eran Edward y Alice, lo amables que eran Carlisle y Esme, y la gran familia que formaban junto a Emmett, Rosalie y Jasper.

Pero para eso estaba ella allí. Para explicarlo. Una vez más.

-¿Te acuerdas de la primera vez que paseamos por la playa?- añadió Jacob- Cuando viniste con tus amigos del instituto.

-Perfectamente- contestó Bella.

Jacob reinició el paseo, por lo que Bella tuvo que seguirle.

-Últimamente he tenido muy presente esa conversación.

-Yo también.

-¿Por qué?- insistió Jacob.

-Desde ayer, cuando apareciste en casa para saber si Edward había vuelto junto con sus hermanos. Cuando yo quise saber algo de ellos, recurrí a ti, así que supongo que ahora las tornas se han vuelto, ¿no?

-No- dijo cortante- Tú deberías estar al margen de todo esto. Debes- recalcó.

-No puedo estar al margen. Edward es… una parte muy importante de mi vida. La más importante, diría. Su familia lo es para él. Y tú y Billy sois casi familia de Charlie. Así que no puedo estar al margen.

Parándose de golpe, tanto que hizo que la arena húmeda se levantara en torno a sus pies, Jacob replicó ácido.

-¿A eso has venido? ¿A decir lo importante que son tus preciosos Cullen para ti? No deberías haber conducido hasta aquí. Pero si no te apartas de ellos yo no podré protegerte.

-¿Protegerme, de qué?

Dando un paso atrás, Jacob inspiró hondo, intentando serenarse. Incluso cerró los ojos. Se convulsionaba como si tuviera frío, pero de su frente se desprendieron dos enormes gotas de sudor.

-Jake…- murmuró ella.

-¿Si tuvieras un secreto que no pudieras contarle a nadie, qué harías?- preguntó taciturno.

Dando un paso atrás asustada, se tocó la muñeca donde la cicatriz de James era el testigo mudo de que ella guardaba el secreto de Edward y de toda su familia. El secreto que traería a esos Volturis, fuese quien fuese, a por Edward por permanecer humano junto a los Cullen cuando ellos le habían pedido que se alejara para mantener su vida normal. El secreto que podía matarles.

-In…- titubeó- intentar protegerlo.

-Eso es lo que estoy haciendo yo. Por eso no podemos seguir hablando. Será mejor que te vayas.

-Jake…- repitió.

-No. Tú estás del lado de los Cullen en esta historia, así que no puedo hacer nada por ti. No puedo seguir hablando contigo o tendré problemas. No podemos vernos nunca más, Bella. Será mejor que no vuelvas a La Push.

Se volvió y comenzó a caminar apresurado por el arenal hacia arriba, mientras Bella lo observaba catatónica. Era algo grave, más grave de lo que Edward le había contado donde explicaba ese antiguo tratado. Más incluso lo de esa amenaza de guerra que a nadie le convenía, así que o abría la boca ahora o todo empeoraría y sólo ella tendría la culpa.

-¡Todo lo que me contaste fue verdad!

Jacob, se detuvo, pero no se volvió.

-Sobre los Cullen, sobre los fríos- añadió-. Tus leyendas quileutes. Así que ahora sé que tú proteges… la otra parte de la historia.

Temblando de nuevo, Jacob se giró, lentamente. Allí estaban de nuevo aquellas dos gotas de sudor, sus cejas negras juntas al fruncir el ceño y los ojos negros como el carbón.

-¿Te lo ha… contado?- preguntó en una convulsión.

-No. Yo lo adiviné. Seguí tus pistas y lo adiviné. No te preocupes, Jake. Guardo su secreto lo mismo que guardaré el tuyo. Puedes confiar en mí.

-Tienes que alejarte de mí y tienes que alejarte de ellos, Bella.

-¡No!- exclamó- Ellos son buenos, Jacob. Tú lo sabes. No son como los de su clase.

-Ningún maloliente chupa sangres es bueno. Y tú pones tu vida en peligro estando con ellos. Se fue y te destrozó y ahora vuelve y tú le aceptas. Y vuelven los demás como una plaga de langostas. Ellos atraen a otros. Otros que atacan a personas, como esos excursionistas perdidos. Los Cullen tienen la culpa de todo.

En medio de su discurso de ira en el que estuvo a punto de intervenir diciendo que si seguía viva era gracias a Edward y a los Cullen, desechó la idea en la siguiente oración para preguntar…

-¿A los excursionistas los mataron otros vampiros? Entonces, no fuisteis vosotros. Los lobos gigantes.

-¿Eso es lo que te han contado esas sanguijuelas?- preguntó ofendido- ¿Qué atacamos a gente inocente?

-¡No! Charlie y otros hombres del pueblo han estado siguiendo las huellas de los lobos gigantes. Están haciendo batidas para cazaros. Es muy peligroso, Jacob. Podrían disparar y herirte. Tienes que dejar de convertirte en…

-¿Qué?- replicó increpándola- ¿Un monstruo? ¿Cómo puedes ser tan hipócrita? ¿No soy el tipo de monstruo que te gusta, como lo son los Cullen?

-Los Cullen no son monstruos. Y a mí me gustas tú lo mismo que me gustan ellos. Seas lo que seas. Pero todo esto es muy peligroso, Jake. Los vampiros son muy peligrosos. Son imposibles de matar.

-No para nosotros. Por eso nos convertimos en lo que nos convertimos.

Conteniendo el aliento, Bella retrocedió. En su mente pasaban a gran velocidad las nítidas imágenes que recordaba del ataque de James y de la pelea de él con Edward hasta que consiguió matarle. De la frase de es casi imposible matar a un vampiro que le decía mientras huían del campo de baseball cuando huían de él. De los chasquidos que hacían los huesos de su cuerpo al partirse. De…

-Pero no te preocupes, porque si tus queridos Cullen no rompen su parte del tratado, no les atacaremos: si no muerden a nadie ni cruzan la frontera, todo estará bien.

Sólo acertó a asentir con la cabeza angustiada porque la posibilidad de arreglar la situación se escapada de sus manos cuando, desde arriba del arenal, una voz masculina gritó:

-¡Bella! ¡Bella!

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CAP. 31:

En la boca del lobo.

Edward derrapó bloqueando las ruedas traseras del jeep de Emmett cuando sus recuerdos le avisaron que en ese punto de la carretera estaba la frontera con los quileutes. Miró por el retrovisor y sólo vio el pavimento húmedo por las lluvias de unas horas antes y miró por el parabrisas donde la carretera seguía hacia la costa.

Se bajó del coche dejando las llaves puestas para echar a correr.

Si su futuro no se había mezclado demasiado con el de los hombros lobo, Alice sabría donde estaba el coche, alguien lo recogería y no habría rastro ninguno de ellos en la zona.

Algo que verdaderamente no les convenía.

Corrió más aprisa por el borde del río. Estaba bien. No era como correr siendo vampiro, pero aguantaría así sin problemas hasta la reserva. Ya veía el humo de las chimeneas y los primeros tejados en el horizonte. E incluso entre el olor del bosque húmedo y el del río, podía percibir el del océano.

No se volvería a meter más con sus recuperados sentidos humanos.

Y no necesitaba leer mentes para saber dónde estaría Bella. ¿Dónde? Metida en líos. En la boca del lobo, ¿cómo no? Y nunca mejor dicho. Tenía aquella especie de fijación con ir en busca de los problemas – si es que algo como la mala suerte no los atraía – y tenía que estar reviviendo la angustia que sufrió cuando leyó en la mente de Alice y Jasper que se había escapado en Phoenix para ir en busca de James. Lo que pasa es que ahora la angustia era peor.

¿Y si estaba en medio de la manada de los hombres lobo? Eran protectores de la vida humana, pero Bella estaba demasiado involucrada con los vampiros.

Y todos eran jóvenes. El temperamento se controla con los años. Un hombre lobo joven era más inestable que un vampiro renacido.

Le empezó a faltar el aliento y dolerle los músculos de las piernas cuando cruzó el bosque del todo y llegó a la altura de la primera construcción: cabañas modestas de madera y metal ubicadas concéntricamente. Había gente por los alrededores; unos niños jugando a pelota dos jardines más allá de la casa por la que accedió a la reserva, un hombre que tallaba madera, una mujer recogiendo ropa de un tendal…

Haciendo caso omiso a sus dolores y angustia humana, siguió corriendo al divisar la camioneta de Bella e incluso abrió la puerta de golpe, esperando encontrarla allí. Antes el olor de su sangre le guiaría, pero ahora sólo se tuvo que conformar con aquel sonido a lata al cerrarla de golpe al hallar dentro solamente las bolsas de las compras que había dejado Alice allí.

En el centro de aquel camino giró sobre si mismo, agónico.

La mujer de antes le miraba, los niños gritaban, un nuevo hombre que entraba en su casa con un cubo lleno de madera…

Al norte el pueblo se detenía en torno a un acantilado y desde allí mismo ya no sólo se olía el salitre del océano, si no se oían el oleaje. Como un regalo de su mente de vampiro se puso en primer lugar la historia que le había contado Bella de una excusión con otros chicos de la escuela donde habían ido a esa playa y ella había hablado con Jacob Black…

Sólo corrió hacia allí. Con su dolor y su angustia a punto de explotar.

Debía de estar allí. Quizás ese sitio significaba algo para Bella y Jacob Black. Nunca había prestado mucha atención a aquel chico como había prestado a otros amigos de Bella como Mike Newton, pero ahora juraría que lo haría. Las dos veces que se había topado con sus pensamientos habían sido tan molestos y llenos de prejuicios centenarios que apenas los bloqueó para alejar a Bella de él. Pero ahora…

Llegó hasta la parte alta del acantilado y buscó instantáneamente un camino para acceder a la playa. El viento golpeaba y le heló en un momento, pero eso era algo secundario. Antes hubiera saltado en picado pero ahora sus piernas dolían demasiado y eso que estaban enteras. Movió la cabeza de un lado a otro y tras un camino de piedra que terminaba en rampa vio dos siluetas, una enfrente de la otra que parecían que discutían y…

-¡Bella! ¡Bella!

… una de ellas era Bella.

No estaba todo perdido. Jacob Black seguía en su forma humana. Eso significaba que ni tenía a su manada cerca ni Bella para él era una amenaza. Corrió hacia el camino e incluso haciendo resbalar sus pies por el pedregal, llegó hasta la rampa.

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CAP. 32 :

Diferente.

Bella miró a Edward, volando casi cuesta abajo en la rampa y después miró a Jacob.

Algo que no nos conviene, se repitió en su cabeza.

-¿Cómo ha podido violar el tratado de esta manera?- murmuró Jacob lleno de ira.

Temblaba de nuevo, con aquellas convulsiones, con sudor, sus ojos negros y los dientes apretados por los que se escaparon sus palabras.

Algo que no nos conviene, y menos, yo humano, sonó de nuevo en su cabeza.

-Jacob, no- tiró de su brazo para que centrara la atención en ella- No es lo que tú crees.

-¡Deja de protegerle!- le dio un manotazo- ¡Tú eres la que más debería odiarle! ¡Te destrozó! ¡Te convirtió en un fantasma! Deberías haberte visto cuando te encontramos en el bosque, repitiendo que se había ido. ¡No debería haber vuelto!

-Ahora es diferente- imploró- Confía en mí, ¿vale? Tienes que hacerlo. Si confías en mí para que guarde tu secreto…

Jacob se volvió a convulsionar y con esa convulsión no sólo apartó a Bella de su lado si no que la empujó. Por la violencia, ella perdió el equilibrio y terminó sentada encima de la arena húmeda para ver a Edward terminar de saltar la rampa que daba entrada a la playa y correr hacia ambos.

-¡Bella!- volvió a exclamar.

En un par de pasos con sus temblores, Jacob se interpuso en el camino que si Edward corría en línea recta le haría llegar hasta Bella.

-Lárgate de aquí, chupa sangres, si no quieres que vea cómo te arranco la cabeza.

Edward se paró en seco. Estaba a punto de cambiar. No hacía falta poderes para verlo. Su temperatura corporal subía por lo que sudaba de aquella manera descomunal, se convulsionaba e incluso su envergadura se agrandaba. Si no sacaba a Bella de allí, los dos saldrían heridos si entraba en fase a pocos metros de sus frágiles estructuras humanas.

-Sólo he venido a por Bella. Nos iremos ahora mismo.

-Tú- le señaló – te irás ahora mismo. Tú eres el que no tiene nada que hacer aquí. Tú estabas cuando tu líder firmó el tratado con Ephraim del que te estás riendo ahora mismo. Tú acabas de desatar esta guerra.

Se convulsionó una vez más y se llevó las manos a la cabeza para emitir un rugido gutural que le nació de lo más hondo se su pecho. Así Edward aprovechó para correr hacia Bella, agacharse junto a ella y levantarla.

-Vámonos- le susurró- Corre.

Bella se incorporó apoyándose en Edward, pero no pudo apartar los ojos de Jacob. Fuera lo que fuera lo que le estaba pasando, le estaba haciendo mucho daño. Se revolvía delante de ellos como si fuera a explotar, como si algo creciera dentro de él y le estuviera matando.

-¡Jake, tienes que aguantar!

Se volvió hacia ellos, pero a ella ni siquiera la miró: siguió con la vista la mano que aferraba a Bella y llegó hasta la cara de Edward.

-¡No la toques, asqueroso chupa sangres! ¡Ya le has hecho suficiente daño!

En un salto se plató delante de ellos y en un simple movimiento de mano acompañado con otro sonido de aquellos gutural le empujó para lanzarle de espaldas hacia la arena. El cuerpo de Edward rebotó sobre el terreno húmedo dando a parar a un ramaje arrastrado por la marea, que le detuvo.

-¡No!- exclamó Bella- ¡Jake, no! ¡Edward es humano!

Intentó llegar a él casi arrastrándose por la arena pero un potente brazo la sujetaba. Un potente brazo que quemaba. La levantó en el aire como si se tratara de un papel y en dos movimientos rápidos estaba tras su espalda sin poder ver más la figura de Edward tendido en la arena.

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CONTINUARA.......COMENTEN.. :)

Gracias a 777gb de youtube les traemos este video de New Moon con todos los trailers y los Snek Speak que sean mostrado hasta el momento...tiene una duracion de 9 min....les recomiendo que si quieren que la pelicula sea una sorpresa no vean este video

OO CHEATME EMOCIONE...SOLO QEDAN 18 DIAS..Y NO APRO DE PENSAR EN NEW MOON..EN LAS ESCENAS EN AAAAAAAH TODO....ESTOY DEMASIADO ANSIOSAA.!!!!!!...AAAAAAAAY..VER TODO ESTO ME EMOCIONAA..!!!!!!!!AAAAAAAAAAAH....TEAM CULLEN..!!!!!!!!!!WOW!!!!!!!!!!!TEAM EDWARD !!!!!!!!!!TEAM VULTURI..AAAAAAAAAH..JURO Q EN EL CINA LLORARE COMO NUNCA ..JIJIJI...TODO LA PELICULA...JAJA..SI LLORO CON ESCENAS ASI..IMAGINENSE CUANDO VEMOS LA PELICULA..!!!!!!!!!!AAAAAH..NI SIQIERA ME PUEDO IMAGINAR..PORQ ESTOY ANSIOSA COMO NUNCAA !!!!!!!!AAAAAAH MI EDWARD SE VE TAN PERFECTOO..AAAAAAAAH..ME VOYA A VER TWILIGHT AHORA MISMOO !!!!!!!AAAAAAAAAAH