sábado, 24 de abril de 2010

Fanfiction: Porcelana ♠

Bueno ha diferencia de otros fics q he subido en este caso la genial autora me autorizo y yo estoy muy feliz y agradecida con ella por eso...les comparto su Hermoso fic aca.....si quieren comentar, preguntar o algo no duden en hacerlo....;)
Bueno no se olviden que los creditos y meritos son para la genia q escribio este hermoso fic:
"
T.G.Kira" (Stefany) ella sube este fic en una pagina de fanfictions .

BUENO SIN MAS QUE DECIR LES DEJO EL 17º CAPITULO DE PORCELANA:


PORTADA



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Cap.17:DOLOR

- No te vayas- suplicaba Edward mientras aprisionaba mi mano entre las suyas.

-Edward, mírame- le pedí mientras me ponía a su altura. – Volveré mañana, te lo prometo. Pero debo ir a mi casa.-

Edward seguía viéndome con su mirada entristecida.

-Por favor, quédate- volvió a pedirme

-No puedo- me dolía el dejarlo pero debía hacerlo. – Solo será por hoy, Sue vendrá y te hará compañía, ni te darás cuenta que no estoy- intente tranquilizarlo pero él seguía con la angustia pintada en su rostro.

La semana había pasado de manera lenta, cosa que agradecía, pasar el tiempo con él era todo lo que yo quería hacer a pesar que eso conllevara el sufrir un poco con él. Su rostro estaba completamente demacrado, sus ojos estaba irritados y sus ojeras se habían vuelto aun más notorias. Hacia lo posible para que durmiese unas horas durante la mañana. Casi siempre dormía mientras le cantaba una canción, pero ya no me sentaba en su cama para dejarlo reposar en mis piernas, no quería otro llamado de atención de parte de Jasper.

-Entiende, ¿si?- dije mientras pasaba mis dedos por su frente quitándole algunos mechones – Te traeré algo delicioso mañana- prometí mientras soltaba mi mano de la suya.

El suspiro derrotado mientras bajaba su mirada.

-¿Me prometes que estarás aquí mañana?-

-Te lo prometo. Pero prométeme algo tú, Prométeme que intentaras dormir un poco. ¿Si?-

El asintió con desgana.

-Bien- dije con una sonrisa. Con vacilación me acerque un poco a su rostro para darle un beso muy cerca de sus labios, tenía la tentación de besar sus labios pero me había prometido que no lo haría. No era saludable para él.

-Cuídate- oí su voz mientras cerraba la puerta de su habitación.

Por más que me decía que pronto volvería con él, eso no me quitaba las ganas de regresar con el sin importar nada más.

Con pesadez dirigí mis pasos hacia la salida.

Por primera vez en una semana salía del hospital. Había salido unos momentos desde el miércoles a recoger la comida que Alice amablemente me traía.

Tome un taxi que me llevo a mi edificio.

Cansinamente entre al conocido lugar y subí las escaleras.

Al entrar a mi departamento esperaba encontrar los pocos muebles que poseía rebosantes de polvo. Una semana era demasiado tiempo. Pero para mi sorpresa la sala estaba completamente limpia. Inmediatamente supe quien había sido la responsable: Alice. Sonreí mientras imaginaba a mi amiga limpiando mi sala, pobre, le debía un gran favor, debía descubrir la forma de pagárselo aunque sabía que ella lo hacía con gusto.

Entre a mi cuarto para dejar mi bolso. Me metí a la ducha para darme un baño y luego me puse ropa cómoda para poder descansar. Cuando dirigí mi vista a mi espejo note una diferencia muy grande.

El dibujo que Edward me había dado se encontraba enmarcado. Otro pequeño gesto de Alice. Ella definitivamente era un pequeño torbellino.

Contemple por un momento el dibujo, recordando al autor de este. No pude evitar ponerme triste al recordar cómo me había rogado porque me quedase con él. Una parte de mí se alegraba porque quisiese estar conmigo, porque anhelaba mi compañía, pero otra se debatía en la pregunta tabú: ¿Es como tú quieres que te vea?

Había decidido no pensar en las hirientes palabras que me había dado Jasper el miércoles, pero la verdad era muy difícil hacerlo. Había llorado toda esa tarde, lo había hecho mientras Edward dormía, no quería que se preocupara. Entre lágrimas había dicho que no importara que, mientras estuviera con él.

Pero había momentos en los que me planteaba si Jasper estaba equivocado en cuanto a su diagnostico. A veces tenía esa esperanza. Y quizá era eso lo que me hacia aun sonreír cuando Edward tenia pequeños gestos para mí. Me gustaba pensar que los hacía porque de alguna manera el sentía algo por mí. Sentí como una lagrima rodo por mi mejilla, tal vez eran vanas esperanzas, eso lo sabía muy bien.

Con delicadeza puse el cuadro de nuevo en la mesita del espejo.

Arregle un poco la cama y me acosté para descansar. Deseando que la noche pasara rápidamente para poder estar con él otra vez.

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Al día siguiente me levante un poco tarde. No había podido dormir bien, una parte de la noche la pase intranquila, como si algo malo estuviese pasando. Cuando por fin logre dormirme era muy entrada la madrugada.

Cuando me desperté era casi medio día, no era una hora que yo estuviese acostumbrada a levantarme a esa hora. Con un poco de pereza hice algunos quehaceres.

Quise visitar a Alice, pero cuando fui ella no estaba. Así que dedique el resto de la tarde a preparar algo delicioso para Edward. Esperaba que le gustara, esperaba que estuviese bien.

Una vez termine todo lo guarde y me cambie. Aun hoy era mi día libre pero quería poder estar con él, se lo había prometido. Salí rápidamente de mi departamento. En la calle tarde un poco en encontrar un taxi pero una vez dentro del auto me sentí aun más ansiosa por llegar y ver como estaba mi ángel.

No me di cuenta cuando habíamos llegado a la entrada del hospital.

-Señorita, hemos llegado- me aviso el taxista viéndome por el espejo retrovisor.

-Si, disculpe- conteste apenada por mi distracción.

-No se preocupe- me sonrió cálidamente. Le pague lo que indico el taxímetro y me baje del auto.

Pase sin ningún problema la seguridad de la puerta y sin pensarlo dos veces me adentre en el edificio.

Me sorprendí que Sue no se encontraba en el hala central, en su lugar estaba Ángela.

-Bella, hola- me saludo ella con cortesía. A pesar de que era amiga de Jessica, ella nunca se mostro desagradable conmigo.

-Hola. ¿Dónde está Sue?- le pregunte mientras tomaba la hoja de firmas.

-Oh, pues…. ella se encuentra con el señor Masen- me conteste titubeante. El lapicero resbalo entre mis manos al oírla.

-¿Le ha sucedido algo?- pregunte asustada.

-No… no, lo que pasa es que….-

-¿Qué pasa?- volví a cuestionarla aun mas angustiada.

-Tuvo unos pequeños ataques de pánico, el doctor Withlock no estaba y ella era la única que lo podía calmar- me contesto en un susurro- no ha sido nada grave- agrego al verme-

-Gracias- conteste secamente, mientras casi corría a su habitación.

No pensaba nada con claridad en ese momento, solo sabía que debía estar con él en ese mismo momento. Sentí una eternidad el momento de cruzar los pasillos y cuando hale la puerta sentí que esta se negaba a ser abierta, pero en cuanto pude entrar a la habitación mi corazón pudo volver a latir en paz.

Edward estaba dormido en su cama, al lado de esta, estaba Sue sentada en una silla acariciando su cabello con cariño.

-Hola Isabella- hablo ella sin despegar su mirada del angelical rostro de Edward.

-¿Cómo esta?- le pregunte con angustia.

-Cansado y asustado. ¿Sabes? me recuerda a sus primeros días aquí. Era tan solo un niño indefenso.- comento ella con tristeza en su voz.

-¿Estabas con él desde….?- no pude terminar mi pregunta. Era un poco duro hablar del momento en el que Carlisle lo trajo aquí.

-¿Desde que lo internaron? si, desde que este lindo niño entro a este espantoso lugar he hecho lo que estaba a mi alcanza por cuidarlo- contesto mientras seguía acariciando sus cabellos – Pobrecito mío-susurro.

-El siempre estuvo asustado de estar solo. Y los gritos de los otros pacientes lo asustaba aun más, no podía dormir. Cuando podía me escapaba para hacerle un poco de compañía. A pesar de todo el era un niño tan dulce. A veces me hablaba de lo buena que era Esme con él. Muy pocas veces y con el tiempo el dejo de hablarme-

-¿Por qué no hizo nada antes?- me mordí la lengua en cuanto esas palabras salieron de mi boca. No tenía porque cuestionar su accionar, pero era una pregunta que me rondaba desde hacía mucho, ¿Por qué dejaron que pasara tanto tiempo?

Por primera vez en la conversación, Sue se giro para verme. En cuanto lo hice pude notar las lágrimas que surcaban su rostro.

-Es muy fácil hablar de algo que no conoces- dijo con simpleza.

-Yo…. perdón, no quise….- estaba completamente apenada.

-Era mi primer trabajo. Esperaba ayudar a la gente, como supongo tú querías cuando entraste aquí. Al principio no notaba nada raro, pero con los días note como varios pacientes eran maltratados por los doctores, inclusive por otros enfermeros. Estaba asustada, después de un tiempo cuando vi más de lo que pasaba, el doc… no, el no merece que lo llame doctor- se corrigió- Aro Vulturie, me llamo a su oficina, me dio explicitas órdenes de no decir absolutamente nada de lo que pasaba o él se encargaría de que no volviera a trabajar ni siquiera de barrendera. No podía perder el empleo, tenía dos pequeños que alimentar, pero mi corazón moría cada día al ver el infierno en el que trabajaba. Y un día, trajeron a este angelito a mí. Me recordó a mi hijo, no podía dejar que le hicieran nada malo.-

-Yo no tenía idea. Perdóneme. No sabía lo difícil que había sido para ti-

-Se que no.-

-¿Puedo preguntarle algo?- ella asintió- ¿Qué la animo a decirle la verdad al doctor Cullen?-

-De una forma o de otra había presenciado la muerte de muchos pacientes, pero nunca como la de la Alice. Ella era una paciente con un trastorno psiquiátrico menor, ella ni siquiera tenía por qué estar aquí. Decían que tenía visiones o casas así, pero eso era falso. A pesar de eso utilizaban en ella terapias de electroshock de una manera tan inhumana. Hasta que por fin ella murió. Fue la gota que derramo el vaso. Me sentía culpable no solo por ella, sino por muchos otros tantos pacientes. En cuanto tuve la oportunidad me contacte con Carlisle, no pensé que me creería con tanta facilidad, pero lo hizo. El puso la demanda, llamo a las autoridades, peleo con todo lo que tenia para poder sacar a los pacientes de ese maltrato en el que vivían, ya muchas vidas se habían perdido por nuestro silencio.

-¿Qué paso con todas las personas que laboraban aquí?-

-Preste testimonio de todas las cosas que había visto, igual que otros compañeros que al igual que yo había sido amenazados. La mayoría se está pudriendo en la cárcel en este momento.-

-Gracias, por habérmelo dicho. Y perdóname por la forme en que le hable.- dijo con sincero remordimiento.

-Está bien, Isabella. La verdad, a veces yo también me pregunto eso. ¿Por qué no hable antes? ¿Por qué tuve tanto miedo? Hubiera podido salvar a tantas personas, Alice estuviere en este momento en la calle, Edward estuviese viviendo su vida feliz en otro lado. Pero ya vez, el hubiera no existe- comento con tristeza mientras se ponía de pie. – Supongo que empezaras tu semana desde hoy- no me pregunto, sino que lo afirmo.

-El doctor Withlock no vendrá hasta el lunes, así que cuídalo bien- me dio una sonrisa y salió de la habitación.

Me quede sorprendida por lo que Sue me había dicho. Ella tenía razón, yo no podía juzgarla, ella también estaba pagando al igual que Carlisle.

Coloque mis cosas en la mesa y me acurruque frente a la cama de Edward, para poder ver su rostro. Podía ver los surcos de lágrimas en sus mejillas.

¿Qué tanto había pasado sin mí?

-Ya estoy aquí, amor- le susurre antes de darle un beso en la mejilla y alejarme de él.

Dos horas después Edward se estaba revolviendo en su cama. Sabía que se estaba despertando. Espere a que estuviese completamente consiente para hablarle. Se sentó en la cama y pasó sus manos por su cabello desordenándolo más.

-Hola- le salude desde mi asiento.

-¡Bella!- casi grito al verme. Me puse de pie y camine hasta su cama para sentarme junto a él.

-¿Cómo te sientes?- le pregunte mientras el tomaba mi mano y la apretaba suavemente.

-Bien, bien ahora que volviste-

Por un momento me quede perdida en sus ojos, no sabía como siempre que lo veía me causaba eso. Sin darme cuenta el me había rodeado con sus brazos en un abrazo cariñoso.

-Te extrañe tanto- dijo enterrando su cabeza en mi cuello.

-Yo también te extrañe- dije con sinceridad, no había otra verdad más que esa.

Pasamos un rato así, en silencio, abrazados. Eran momentos así los que me daban esperanza. Que podía creer que podría llegar a quererme mas allá de lo que sea que Jasper dijera, que podía llegar a amarme tanto como yo lo hacía.

Pero tuve que salir de burbuja de felicidad cuando escuche a su estomago rugir. Reí suavemente ante esto.

-¿Tienes hambre?- pregunte aun riéndome.

-Si, un poco-

-Ven, traje algo para que comas-

Sus ojos brillaron al ver la cena que le había traído, no podía dudar que estaba feliz. Se comió absolutamente todo, cosa que me hacía pensar.

-Edward, ¿habías comido hoy?-

-No-

-¿Por qué?-

-No había tenido ganas-

-Edward eso no está bien. Tú debes comer- le reprendí suavemente.

-Perdóname, es que no tenía hambre- suspire

-Pero te haces daño si no comes. Prométeme que no lo volverás a hacer-

-Está bien- sonreí porque el parecía molesto, molesto como un niño chiquito al cual reprenden por una travesura.

Cuando fue hora de dormir él se recostó en su cama y me pidió que me quedase con él. Lo hice sin chistar. Tardo mucho en dormirse, pero cuando finalmente lo hizo no quería alejarme de él. Entonces hice algo que a lo mejor no debí, me quede ahí, junto a él, al menos por unas horas.

Los siguientes días pasaron con tranquilidad. Alice volvió a llamarme a mi celular para que fuese a recoger la comida que ella nos traía. Y así como me había dicho Sue, Jasper se presento hasta el lunes.

Las sesiones con Jasper se habían vuelto tranquilas, no había vuelto a hablar acerca de la muñeca. Esos días se limito a hablar con Edward acerca de lo que recordaba de su familia, lo cual era casi nada.

Todo parecía ir bien, hasta el día miércoles.

-Edward, sé que esto se está volviendo incomodo para ti. Sé que no estás durmiendo bien y sé que no te sientes bien. Entonces avanzaremos en esto. Hoy intentaremos algo. ¿Me dejaras?-

Edward busco mis ojos con duda, el quizás no entendía lo que pasaría pero yo sí. Le sonreí intentándole infundir valor.

-Está bien- le contesto a Jasper.

-Muy bien. Puedes acostare en la cama- le pidió. Edward lo hizo, pero podía ver el miedo en sus ojos.

-Edward, tranquilízate, aquí estaré, te lo prometo-

-Bien, cierra los ojos.-

Jasper empezó a pedirle que se relajara, que dejase su mente en blanco. Yo estaba muy ansiosa, no estaba muy segura de lo que iba a pasar o como podría reaccionar Edward ante esto.

Al cabo de un rato, Edward parecía dormido.

-Muy bien Edward, ahora quiero que me lleves al momento en donde esta ese hueco. Ese momento que no recuerdas.- le pidió Jasper con voz tranquila.

-No puedo, no veo nada. Solo hay oscuridad- contesto Edward con voz suave.

-Inténtalo. Intenta ver entre la oscuridad-

Después de un momento Jasper le volvió a preguntar.

-¿Qué ves?-

-Veo a una mujer, muy bonita.-

-Bien, que más ves-

-Ella…. ella, me llama. Me pide que no corra por la casa-

-¿Y tú qué haces?-

-Lo sigo haciendo. Sé que ella me perseguirá y jugara conmigo.- pude ver una sonrisa en su rostro ante su recuerdo.- ella me sigue y me hace cosquillas, ella es muy buena-

-¿Quién es ella?- volvió a preguntarle Jasper.

-Es mi mama- contesto Edward aun sonriendo. Una lágrima salió de mis ojos, me hacía sentir feliz el oír un recuerdo feliz de la niñez de Edward.

-Bien, ahora, ¿Qué mas pasa?-

-Se oye un ruido en la planta baja. Ella parecía asustada, me levanto en sus brazos y me llevo a su habitación. Me dice: "Edward, se un buen niño y quédate aquí", abrió su armario, ella no me dejaba jugar ahí, no entendía porque me metía ahí. "No importa lo que oigas, no salgas de aquí. ¿De acuerdo? Te quiero mucho, mi principito" y me dio un beso en la mejilla. Cuando cerró la puerta, tuve miedo, estaba todo oscuro, solo entraba un poquito de luz por una hendidura.-

Sabía que era lo que estaba relatando, el día que mataron a su mama.

-Doctor Withlock, no creo que deba seguir- le pedí, no quería que reviviera eso.

-Isabella, no es momento para tus opiniones.

-Usted no entiende el….-

-Isabella- dijo mi nombre con frialdad y en sus ojos pude ver la enorme molestia que sentía hacia mí. Me obligue a callar.

-Continúa Edward.

-Se escucho un fuerte ruido. Quise salir a ver que era, pero le había dicho que no lo haría. Escuche más ruidos y luego voces, voces de hombres y la voz de mi mama. No entendía que decían, pero ella gritaba. Tuve más miedo, quería Salir a ayudarla pero no podía moverme. Luego de un rato escuche como abrían la puerta de la habitación. Mi mama seguí gritando, pedía que no la tocaran, que no le hicieran nada. Lloraba, yo quería salir pero tenía miedo. Los hombres se reían. Con temor intente ver a través de la hendidura, solo veía las siluetas de personas. Mi mama gritaba más fuerte, sabía que la estaban dañando- Edward empezó a llorar también.

-Por favor, Jasper. Ya no lo hagas recordar- le pedí mientras yo también lloraba al escuchar su experiencia.

-Isabella, sé que es duro, pero el debe recordar.

-No supe cuanto paso, pero deje de escuchar ruidos. Aun tenía miedo, pero pensé que se habían ido y habían dejado en paz a mama. Salí del armario y cuando vi sobre la cama, ahí estaba ella, no tenia ropa puesta.- Mas lagrimas salieron de mis ojos al escucharlo. –Me acerque más a ella y vi…..- su voz se corto por un sollozo que dejo salir- vi que estaba cubierta de un liquido rojo, sangre. La moví llamando "mami, mami" pero ella no abría sus ojos. Le pedí que abriera sus ojos, pero no lo hacía. La abrace con fuerza, tenía miedo. – El lloraba fuertemente, mientras seguía relatando.- "no llores" escuche la voz de mama, me levante pero no era ella, ahí en la cama estaba una muñeca, "no llores, no estás solo" la acerque a mí y la abrace. No estaba solo, mi mami estaba ahí. Lo siguiente que veo, son personas, muchas personas de azul, escucho sus voces, todos hablan de Elizabeth, Elizabeth, repiten una y otra vez. Hasta que entiendi, mi amiga, mi muñeca se llama Elizabeth- aun había lagrimas en su rostro pero podía verlo sonreír un poco.

-¡Por favor! Ya déjalo- le grite, ya no podía verlo así, me partía el alma escucharlo.

-Edward, escúchame, relájate. Despacio, abre los ojos-

En un momento Edward había abierto los ojos, podía ver en su mirada la confusión. Pasaron unos minutos en los que el entendió lo que había visto.

-¿eso…? ¿Ella….?- no decía nada coherente, de repente empezó a llorar mucho más fuerte, llorando "mama".

Automáticamente me acerque a él y lo abrace. Pero el me empujo, alejándome de él. Sabía que era porque estaba confundido, pero su rechazo me dolió.

-Shhhh, Edward, tranquilízate amor. Aquí estoy- en mi desesperación intente consolarlo. Intentaba tocarlo pero él me alejaba, seguía llorando, empezó a gritar, no se calmaba. Con horror mire a Jasper.

De su bata saco una jeringa y me la paso.

-Yo lo sostendré, tú pónsela- me ordeno.

No tuve tiempo para pensarlo, en cuanto lo tuvo sujeto le puse la inyección. Inmediatamente me arrepentí. Era lo que hacían con él antes. Lo dormían.

Al cabo de un momento, Edward se había dormido.

-¿Cómo pudo hacerle eso? ¿Hacerlo recordar de esa manera?- pregunte con lagrimas de impotencia cayendo por mis mejillas.

-Isabella, veo que aun no has entendido tus funciones como enfermera aquí. Estamos haciéndole un bien al hacerlo recordar.-

-¡No veo que le haga un bien!- grite encolerizada.

-No me grites- hablo entre dientes- Se que estas confundida, que piensas quererlo mas allá de cómo una enfermera. Lo acabas de llamar "amor" pero debes entender, el no te ama. Y tú tampoco a él. Solo sientes lastima, empatía, lo que tú quieras.- casi me grito

-Usted no sabe nada del amor. Su corazón es de hielo, no puede sentir absolutamente nada- dije mientras intentaba no tirármele encima para golpearlo.

-Puedes decir lo que quieras, pero estoy seguro de lo que digo.- contesto de manera fría- Luego hablaremos, de esto, cuando estés mas racional.- término y salió de la habitación.

En ese momento me deje caer en mis rodillas. Y llore. Llore por sus palabras hirientes, llore porque mi corazón dolía, llore por mi Edward y llore por todo lo que él había sufrido.

Me arrastre en el suelo para acercarme a su cama.

-Aquí estoy Edward, aquí estoy. No te preocupes- solloce mientras hundía mi cabeza en su pecho. Deseando que el pudiese oírme.


------------------------------------ Continuara...

Se que tardo un poco pero aqi esta la nueva actualizacion del fic :D

Trailer de Eclipse doblado al Español

Gracias a : Robward and Krisella!!

Eclipse en Google

Gracias a : Robward and Krisella !!

Ya esta la version del buscador de Eclipse en Google.



El Niño Edward

Gracias a : Robward and Krisella !!

Jjajjjajajajajaajja cosita tiernaa !!!ajjajajajja

Escenas que faltaron en el último trailer de Eclipse

Gracias a Hollywoodcrush por la nota.



Gracias a Summit Entertainment y a David Slade por escuchar nuestras suplicas. Este nuevo tráiler de “Eclipse” fue mucho más de que podíamos haber soñado que fuera.

Neófitos, tensión “sutil” entre Jacob y Edward, la escena de la batalla final—¿ podemos encontrar algo de qué quejarnos?¡POR SUPUESTO QUE SÍ! Y si no puedes encontrar un par de flagrantes omisiones en este tráiler, entonces ¡qué vergüenza! Solo es broma.


BREE TANNER

Nos tomaron el pelo. Primero Stephenie Meyer anuncia que está publicando un nuevo libro sobre la corta vida de Bree Tanner, entonces Summit anuncia que se están volviendo a filmar unas escenas de “Eclipse”(que podían haber incluido más tomas de Bree), pero cuando el tráiler es lanzado ¡no sale Bree! Nosotros no hubiéramos esperado que Bree tuviera mucho tiempo en pantalla de todos modos, pero al menos esperábamos un rápido vistazo de la cara de Jodelle Ferlands.

FLASHBACKS

Un numero decente de paginas de 629 páginas de Eclipse es usado para explicar las historias de Jasper y Rosalie y la Tribu Quileute a través de flashbacks. Nosotros sabemos que veremos la historia de Jasper en la pantalla, y podemos asumir lo mismo sobre la de Rosalie y la de la manada. Pero, ¿dónde están en el tráiler? Podemos entender que es difícil poner todo en un tráiler que dura un minuto y medio, pero esperamos que en el futuro podamos ver algunas de esas escenas.

LA ESCENA DE LA TIENDA DE CAMPAÑA

Bueno, al menos esta escena esta mostrada en el tráiler, aunque si no sabes que estás buscando, probablemente te la perdiste. A los 1:12 minutos, Bella y Jacob pueden ser vistos hablando en una montaña nevada, y a los 1:16 Edward y Bella están encarando a Victoria. Pero nosotros queremos ver a Bella durmiendo acurrucada en un saco de dormir con un muy presumido Jacob mientras Edward mira en sumido en una tortura agónica. ¡No nos hagas esperar hasta el 30 de junio para eso, Slade!

¿Te gustó el último tráiler? ¿Qué escenas te hubieras querido que se incluyeran?