Bueno aclarare antes de subir toodos los cap. q este fic NO ES MIO...TOOOODOS LOS CREDITOS SON PARA GISELITA la q escribio este fic...yo lo subo a mi blog ..para que mis seguidores lean estos geniales fic q me voy encontrando ...tambien aclaro q aun NO me ha autorizado la autora ..no me he podido comunicar con ella ...pero q sepan q el fic NO ES MIO y q GISELITA lo escribio ...MI INTENCION NO ES hecer como q yo lo escribi ..reitero el fic no es mio ..y apenas lo termine de leer crei q seria una buena idea colgarlo en mi blog para q muxos y muxas lo lean y feliciten a la genia GISELITA q lo escribio ...aclarado todo esto...
GRACIAS ;)
CAP.17 :
Su primer error
Bella POV
Cuando llegamos a la casa de los Cullen, Esme estaba parada en el porche para recibirnos. Tenia uno de los bebes de Rosalie en sus brazos. No podía decir si era Everett o Elliott, pero estaba sonriendo. Edward salió primero del auto y se inclinó hacia el asiento trasero para sacar el asiento de infantes de Eddie de la base.
Le di una mirada a Eddie quién estaba durmiendo plácidamente.
“Bella, Edward ¡Vengan aquí y déjenme ver a mi ficticio nieto!” me hizo sonreír que estuviera tan emocionada por nuestras pretendidas familias.
“Esme, quiero que conozcas a Edward, pero le diremos Eddie.” Ella alzó sus cejas al escuchar ‘Eddie’ y miró a Edward. Le hizo una pregunta en silencio en su cabeza y el asintió en respuesta.
“Es hermoso Bella, ¡Y que hermosos ojos verdes que tiene!” sonreí orgullosa cuando reparó en ese detalle. “Elliott mira a tu pequeño primo. Estoy segura de que ustedes dos se meterán en cualquier tipo de problemas.”
Sostuve la puerta mientras Edward cargaba al bebe dentro de la casa. Esme trajo a Elliott detrás de nosotros. La casa había sido transformada en el mundo del bebe. Alice estaba cambiando a Elizabeth en su segundo conjunto del día y estaba acomodándole el moño. Rosalie estaba leyendo un paquete de pañales mientras Everett dormía placidamente en su asiento.
“¿Cuántas veces piensas cambiarle de ropa Alice?” pregunté mientras me acercaba para ver como lucia la pobre de Elizabeth. Estaba vestida con un jumper rojo y un enorme gusano en su pancita. El moño rosado que antes llevaba fue reemplazado por una vincha elástica con una flor roja.
“Solo la tendré unos pocos días Bella así que planeo sacarle provecho.” Todo el ajetreo debió de despertar a Elizabeth ya que sus ojos comenzaron a moverse y dejó escapar un pequeño quejido.
“¡OOHH mi bebe es la primera en despertarse!” Alice la alzó en brazos y bailoteó por la sala.
“Alice, solo recuerda que los bebes necesitan dormir mucho, así que asegurate de que descanse todo lo que necesite.” Le advirtió Esme mientras acostaba a Elliott en su sillita del auto.
“Mantenlo tranquilo Alice, tengo dos bebes mas por los que preocuparme y mi estúpido esposo aun no llega a casa.” la bronca de Rosalie hacia Emmett no había mejorado en nada.
“Volverán pronto a casa Rosalie. Se han retrasado un poco...” me callé, sabiendo que querría una explicación. Edward llevó a Eddie hacia la mesada de la cocina, lejos de las preguntas de Rosalie.
“¿Qué lo retraso? Sus pretendidos hijos están esperando por que él llegue a casa con su real esposa. ¿Qué es más importante que eso?” se sentó firme en el sofá, su tensión era claramente visible.
“Um- el y Jasper detuvieron a Mike Newton por exceso de velocidad en el estacionamiento de la escuela.” Me salió mas como un susurro que una respuesta, pero esperaba que no entendiera parte de ella. Estúpido oído de vampiro.
“¿El que? ¿Acaso no tubo suficiente con el problema que se gano a la mañana?” salió corriendo hacia el teléfono. “Emmett Cullen, ¡Vuelve a casa ahora! No me hagas levantar la voz cerca de nuestros pretendidos hijos o por Dios que lo lamentaras. ¿Que, le hiciste llorar? Ok- eso es divertido... ¡Te veo pronto!” una sonrisa jugaba en sus labios mientras colgaba. “A veces me pregunto por que lo amo. ¡Aparentemente el y Jasper asustaron tanto a Mike que se puso a llorar! No me dio muchos detalles, pero llegaran pronto a casa.” sacudió su cabeza mientras se inclinaba sobre los bebes. “Lo siento chicos, pero su padre a veces es un tonto, pronto se darán cuenta.”
Todos nos reímos suavemente para no despertar a los chicos. Pobre Mike, ¿Quién será la próxima víctima del suplente Emmett? la lista no tenia fin…
Esme y yo fuimos a ver a Edward y a Eddie en la cocina, aun estaba tranquilo. Alice nos trajo a Elizabeth, quien estaba haciendo muecas mientras me la daba.
“Ve a ver a la tía Bella por un minuto.” Mientras sostuve a Elizabeth, Alice me sonrió “Jasper y yo escogimos unas cosas para ti, bueno técnicamente para Eddie. Ropas, pañales, mamaderas, juguetes y esas clases de cosas. Las necesitaran hoy a la noche así que los pondré en un pañolero mientras Elizabeth se comporta bien.”
Mis ojos fueron de Esme a Edward y ambos trataban de no sonreír. “Alice, ¿cuantas cosas hay allí? ¿Y desde cuando necesito un pañolero?”
“Desde esta tarde cuando Jasper y yo nos salteamos una clase. Teníamos que comprar unas cosas de último minuto. Toma, esto será suficiente.” En la encimera dejo un enorme bolso porta pañales. Era enorme y, obviamente, de color azul marino.
Edward soltó una carcajada al ver mi expresión de desconcierto. “Respira Bella, esta bien. Planea donar todo esto cuando se termine el proyecto. ¿Eso te hace sentir mejor?” lentamente comencé a respirar y me tranquilice. Todas las cosas que Alice había comprado para este proyecto, las cunas, los asientos para el auto, las ropitas, las mamaderas y los juguetes servirían para una buena causa y no serian desperdiciados. Eso me hacia sentir mucho mejor. “Gracias Alice, por todo. Estoy segura de que empacaste todo lo que necesite para la noche.” La abrace con mi brazo libre. Elizabeth comenzó a chillar con más fuerza en mis brazos. “Creo que quiere a su mami.” Y rápidamente se la pasé a Alice quien comenzó a llenar una mamadera.
La atención de Edward se enfocó en la puerta principal y supe que Emmett y Jasper estaban llegando a la calzada. El comenzó a reír sobre lo que fuera que estaba pasando por sus mentes. Le di una mirada interrogante. “Quieren contar a todos la historia ellos mismos.”
Everett y Elliott comenzaron a dar suaves chillidos ahora. Alice le estaba dando a Elizabeth su biberón cuando los chicos entraron por la puerta. Emmett gritó “¡No van a creer...”
“SSSSSSHHHHHSSSSHHH” todos alzamos nuestros dedos y le hicimos callar para que no molestara a los bebes.
“Oh- lo siento.” Susurró y caminó hacia Rosalie y los bebes. El gentilmente besó la cabeza de cada uno de los bebes, y dijo suavemente “¡Matamos del susto a Mike hoy! Nos estacionamos y nos quedamos sentados en el auto unos diez minutos, utilizando la tortura psicológica. Jasper le dio con todo el miedo y pánico que pudo mientras que yo mantenía las luces encendidas. Cada tanto encendía la sirena y era entonces cuando Mike saltaba de su asiento.” comenzó a reírse tanto que no pudo continuar.
Alice estaba a un lado de Jasper mientras alimentaba a Elizabeth. El se apartó unos pasos, no queriendo molestarlas mientras terminaban de contar la historia. “Después de que Emmett hiciera el ‘ataque de la sirena’ unas seis veces, Mike abrió la puerta de golpe y saltó del auto gritando que era inocente. Emmett encendió el altavoz y le dijo que volviera al auto o tendría que ‘llevarselo’ creo que fueron sus exactas palabras. Mike saltó dentro y hasta le sentimos llorisquear. Ahí fue cuando llamaste Rosalie, y Emmett aceleró dejando a Mike llorando dentro de su auto.
Para cuando Jasper terminó de contar su historia de tortura mis manos estaban sobre mi rostro para mantener mi risa dentro, Rosalie había tomado una almohada del sofá y se reía en ella. Edward y Alice no solo tenían la demostración verbal, si no que también física, su cuerpo temblaba con la risa. A la pobre de Elizabeth parecía no gustarle todo el sacudón y comenzó a llorar. Jasper rápidamente se acercó a Alice y se la quitó. La sostuvo contra su pecho y fue afuera de la casa para tratar de tranquilizarla. Segundos después con el bebe durmiendo en sus brazos. Everett y Elliott comenzaron a hacer sonidos más fuertes así que Rosalie fue a preparar sus biberones.
Eddie continuaba durmiendo placidamente pero los otros dos bebes ya se habían despertado así que no tardaría mucho mas. “Mejor lo llevo a casa, Edward antes de que se despierte. ¿Vienes?” justo entonces su teléfono sonó.
El miró el identificador de llamadas y lo abrió “¿Si Carlisle? Todos estamos en casa, Bella también. Si, deja que pregunte.” El aparto el teléfono de su oído “Carlisle quiere ir de caza en la noche y quiere saber si podemos ir con él.” Estaba hablándole a Emmett y Jasper.
“Me gustaría ir ya que nuestro ultimo viaje fue tan bueno…” Emmett miraba a Alice y yo recordé como lo volvimos loco con nuestras apuestas de Ebay logrando acortarles su salida de caza.
Edward me miró “No iré si necesitas que me quede a ayudarte con el bebe. Puedo esperar.” Estaba hablando en serio, pero podía ver en sus ojos que realmente quería ir.
“Estaremos bien Edward. Mira a Elizabeth y los chicos, todos se volvieron a dormir. Entre Charlie y yo podremos manejarlo.” Mi sonrisa le convenció.
“Carlisle, podemos ir contigo. Iré a llevar a Bella a su casa y luego nos encontraremos allí. ¿ok?”
“Deja que junte sus cosas y luego los llevaremos a casa.” Edward se colgó el pañolero al hombro y puso a Eddie en el asiento de bebes. Se veía tan paternal que me hizo reír.
“Adiós Alice, adiós Rosalie. Llámenme si necesitan algo.” Susurre mientras caminábamos hacia la puerta. Edward ya había acomodado el asiento de Eddie en el auto y el bolso estaba en el asiento delantero. Camine hacia el y le bese con todas mis fuerzas.
“¿Por qué fue eso?” preguntó con una sonrisa.
“Por ser tan buen padre con nuestro bebe. Te veré en mi casa, diviértete manejando mi camioneta.” Le bromeé.
El rodó sus ojos y gruñó mientras se quejaba por el auto que le tocaba esta semana. Me deslice cómodamente por el asiento del Mercedes. Eddie ahora estaba haciendo los mismos quejiditos que los otros bebes hicieron antes de despertarse. Apreté el acelerador y estaba saliendo por la calzada antes de que Edward arrancase la camioneta.
Me quedé en la calzada de mi casa por 10 minutos esperando a que Edward llegara. Finalmente escuché el rugido del motor de la camioneta mientras sacaba el asiento de Eddie de la base. Edward salió de mi camioneta con una visible expresión de frustración.
“Voy a comprarte un auto nuevo Bella. No se discute. ¡Esa camioneta es una trampa mortal! Se mueve tan lento que va a causar un accidente algún día. Buscaré algo en Internet para que puedas verlo…” comenzó a decirse a si mismo.
“Ja ja. Disfruta de tu semana con la camioneta y deja de quejarte.” Le pasé el asiento de Eddie y cargué el pañolero hacia la puerta. Detrás de nosotros escuché el suave sonido del Porsche amarillo acelerando en la calzada. Charlie tenía las ventanas abiertas y la radio encendida. Realmente estaba disfrutando del Porsche de Alice…
Charlie entró a la cocina mientras le preparaba a Eddie el biberón. Ahora estaba llorando más fuerte. Edward lo sacó del asiento y caminaba hacia la cocina con él.
“Déjenme ver al grandulón. ¡Oh que hermoso! ¿Por que no pido pizza para que no tengas que cocinar, Bella?” Charlie fue a hacer una rápida llamada al local de pizzas. Edward me pasó al bebe y comencé a alimentarlo.
“Edward, podrías buscarme un pañal para Eddie? Cuando termine de comer tendré que ponerle uno nuevo.” Había echo varias horas de niñera como para saberme la rutina. Alimentarlos, cambiarlos y luego ponerlos nuevamente a dormir.
Edward rebuscó por unos pocos minutos y luego me alcanzó un pequeño pañal. El me miró un poco confundido. “¿Cómo funciona esto?”
Me di cuenta de que Edward no tenia nada de experiencia con bebes y todas las cosas que se relacionaban con ellos. Alice y Rosalie tampoco tenían la menor idea. Este seria un fin de semana bastante largo para ellos. Sonriendo le dije “Te mostraré cuando termine de comer.” Mientras le alimentaba con el biberón, me pregunte cuanto tiempo tardaría en que volviera a ver el mismo líquido.
Luego de que Eddie terminara de comer, lo recosté en el sofá y le di a Edward una pequeña lección de cómo cambiar el pañal. Le pasé el pañal mojado que Eddie estaba usando y Edward salto. “¿Qué se supone que debo hacer con eso?” preguntó horrorizado.
“Tíralo al tacho Edward, no seas ridículo.” ¿Qué les pasaba a los chicos con el pis de su pretendido hijo?
La pizza llegó y Edward miró su reloj. “Será mejor que me valla a encontrarme con Carlisle y los chicos. Si prefieres que me quede, solo dilo Bella.”
“¿A dónde saldrás Edward?” le preguntó Charlie mientras comía su pizza.
“Carlisle nos llevara a un juego de baseball esta noche.” Edward debía de saber que se le venia la pregunta ya que no dudo ni un instante. Charlie asintió con su cabeza. “Eso será divertido.”
Podía notar por la expresión en su rostro que deseaba desesperadamente poder leer mi mente. “Esta bien Edward. Mira, Eddie esta alimentando y se volvió a dormir. Voy a ir a acostarme temprano ya que me desperté a las 5am.”
“¿Estas segura?”
“Si, vete por favor. No olvides que te tomara mas tiempo llegar con mi camioneta.” No pude evitar reírme sabiendo que su viaje a su casa le tomaría al menos el doble del tiempo.
“Cuando llegue a casa, de enserio buscare en Internet...” dijo mientras se inclinaba para besar mi cabeza. “Volveré antes de que los dos despierten en la mañana.” Dijo acariciando la cabeza del pequeño Eddie. “Adiós Charlie.”
“Adiós Edward.” Le saludó Charlie.
Eddie estaba durmiendo, así que lo acosté en su asiento y limpié la cocina rápidamente. Charlie se había llevado el asiento hacia la televisión y le estaba explicando las reglas de las ligas nacionales y de la liga Americana de fútbol. Sonriendo, me dirigía a mi habitación y tomé mis cosas para darme una ducha.
Me sentí mejor después de una calida ducha. Cuando salí, me sorprendió cuan cansada me sentía y aun no eran las 8pm. Rápidamente me vestí y corrí a mi habitación cuando escuché el teléfono sonar. “Bella, es Alice, ¡Será mejor que atiendas suena desesperada!”
“¡Atiendo papá! ¿Alice, que sucede?” Escuché a Charlie colgar el teléfono en la cocina.
“Elizabeth esta rota Bella. ¡Algo anda mal!” Alice estaba histérica.
“¿Por que esta rota, que sucedió?”
“Se esta...se esta...chorreando Bella. Esta horrible cosa esta saliendo de su trasero. Es espantoso. ¿Qué debo hacer?”
Comencé a reír. “Bella, no es gracioso. Algo malo le esta pasando a mi hija pretendida. Como su tía esperaba mas de ti.”
“No, Alice no te enojes. Lo siento, no hay nada malo con Elizabeth, solo fue al baño. Probablemente es solo…pis.” Silencio al otro lado del teléfono. “Alice ¿me escuchaste?”
“Oh- bueno creo que tiene sentido. ¿Siempre es así de desastroso? Le arruinó toda la ropa.” Por su tono pude notar que era el conjunto preferido de Alice.
“¿Su pañal no absorbió la mayoría? ¿Se lo pusiste bien?”
“Bueno...es como que se lo quité hace tiempo.” Dijo avergonzada.
“¿No tenia pañal? Bueno, eso explica el desastre. ¿Por que le sacaste el pañal?” No podía imaginar por que haría eso. El pañal era algo esencial para el bebe. Realmente esperaba que no hiciera nada extraño…como enseñarle a usar la pelela (N/a: no se otro nombre…es el baño para bebes, cuando están aprendiendo a hacer solitos.) a su recién nacida hija.
“Bueno es solo que el pañal es muy abultado. Hacia que su pequeño trasero se viera enorme en los pantalones que le puse así que se lo saque y el atuendo se veía mejor en ella.” Solté el teléfono, estaba riendo con fuerzas. El trasero del bebe se veía grande…solo Alice saldría con eso. Tenia que recordar contarle esto a Edward.
“Bella, Bella, deja de reír y ponte al teléfono. ¡BELLA!” le escuché gritar al teléfono.
“Lo siento Alice. Solo ponle un nuevo pañal y necesitas cambiárselo regularmente antes o después de alimentarla, de lo contrario se desbordara el pañal y será un desastre nuevamente. Confía en mi, a ella no le importa como se vea su trasero. ¿Estas bien ahora?” me sentía mal por reírme. No era su culpa que no supiera nada de los bebes o de las funciones del cuerpo humano. Necesitaba recordar eso. Escuché a Eddie llorando abajo. “Eddie se despertó Alice, ¿necesitas algo mas?”
“Nop, solo le pondré el pañal y le cambiaré el conjunto así estará como nueva. ¡Gracias Bella!” su voz había vuelto a ser dulce y musical.
Colgué el teléfono y me dirigí hacia abajo bostezando. Charlie había sacado a Eddie del asiento y gentilmente lo sacudía en su regazo. “Dámelo abuelo.” Me incliné y lo tomé de sus brazos.
Me fije su pañal, estaba seco. Decidí que quizás necesitaría otra mamadera, así que prepare una y me senté en el sofá a alimentarlo. Se bebió algo de la botella e inmediatamente se quedo dormido. Ni bien trate de acomodarlo en la sillita, comenzó a llorar nuevamente. Este ajetreo continuó por una hora. Tuve que ir arriba ya que vi que el llanto estaba molestando a Charlie. Casi podía mantener mis ojos abiertos cuando el teléfono volvió a sonar. Esta vez yo atendí primero.
“¿Hola?”
Todo lo que podía oír era un llanto del otro lado. Sonaba como Eddie, pero en estereo. “¿Alice?” pregunte.
“No, soy yo, Rosalie. Bella, los niños no dejan de llorar. ¿Es normal? Esme y yo le caminamos diez millas, creo, alrededor de la casa por el jardín. Si nos deteníamos, se ponían a llorar. ¿Cómo va Eddie?”
“Mientras que no lo baje de mis brazos esta bien. Si lo acuesto en su sillita, comienza a llorar. ¡Creo que estas cosas están programadas para volvernos locos!” estaba tan cansada y comenzaba a ponerme gruñona.
“¿Cómo les detenemos?” Rosalie sonaba desesperada.
“¿Los volviste a alimentar?”
“Sip, acabo de hacerlo.”
“¿Les cambiaste los pañales?”
“Si- y creo que Everett hizo caca, ¡era verde y asquerosa!”
“Suena a caca de bebe. Hey, ¿les hiciste provechito?”
“No. ¿Que es eso?”
“Después de alimentarlos puedes sentarlos en tu regazo o ponerlos en tu hombro y gentilmente les golpeas la espalda para que saquen las burbujas de aire de su estomago. Intenta eso.”
“Ok espera. Lo intentare con Elliott.” Le podía escuchar el suave pat pat pat en su espalda y luego un fuerte BBBBUUUURRRRPP por el teléfono. Rosalie gritó ante el sonido. “¿Bella, lo golpe muy fuerte? ¿Qué fue eso?”
“fue un eructo Rosalie...lo hiciste. ¿Como esta ahora?” comencé a bostezar y mis ojos se cerraron.
“¡Oh Bella, dejo de llorar! Gracias. Esme, haz que Everett eructe, ayuda. ¡Adiós Bella!”
Ahora, si tan solo pudiera averiguar que hacer con mi pequeño bebe demonio. Lo mecí hacia un lado y hacia el otro por veinte minutos y no se movió. Tenia que estar dormido. Lo recosté en el asiento y se quedó tranquilo. Agradecí a Dios y silenciosamente me metí en la cama. Mire al reloj, eran las 11.15 pm. Escuché un suave golpe en mi puerta y Charlie metió su cabeza.
“Me voy a la cama Bella. Buenas noches. Ven a buscarme si necesitas ayuda.”
“Buenas noches papa.” Cerré mis ojos y escuché el sonido de sus pasos alejándose por el hall. Eddie aun estaba durmiendo, así que me di vuelta y me puse cómoda en la cama. Sin el vientre en medio mi cama se veía cómoda y tentadora. Mis ojos se cerraron y mi respiración se tranquilizo. Cuando estaba al borde de dormirme, lloro. Y lloro. Y lloro.
Maldije mientras me levantaba de un salto de la cama y tranquilice a Eddie. Lo puse en la cama conmigo y los sostuve cerca. Quizás se sentía solo. Pensé para mi misma. Su llanto continuaba. Prendí las luces para mirar su pañal. Trate con el chupete que Alice había puesto en el pañolero. Eso parecía calmarlo, pero aun se sacudía bien despierto. Estaba tranquilo, pero ni cerca de quedarse dormido.
Pase la hora y media siguiente caminando por mi habitación, meciéndolo. Fui a la cocina e hice otro biberón, lo alimente, lo cambie, cambie sus ropas, pero nada ayudaba. Llame a los Cullen para ver como les iba. Quizás descubrieron algún truco que me perdí. Cuando Alice respondió el teléfono escuché unos gritos familiares de fondo. “Hola Bella, ¿que tan cerca estas de gritar?”
“Como unos diez minutos. ¿Qué tal tu y Rosalie?”
“Rosalie grito hace media hora. Me quedan 7 minutos antes de perderlo. Elizabeth era tan buena con Jasper. Creo que me odia.”
“No te odia Alice, es un bebe y los bebes lloran. Solo me sorprende cuanto lloran.” No pude contener otro bostezo. “Si no lo tranquilizo pronto voy a llamar a Edward. ¿Has tenido noticias de ellos?”
“No, no hemos escuchado de ellos. Rosalie llamo a Emmett y le dejo un mensaje de diez minutos de maldiciones. Fue bastante impresionante. Emmett no estaba nada feliz.”
“¡Bien por Rosalie! Dejarlos ir de caza fue nuestro primer gran error, sabes. Tratare una vez mas de hacerlo dormir. Buena suerte Alice.”
Colgué el teléfono y traté de cantarle a Eddie. Quizás la música le calmaría y se cansaría. Quince minutos después era obvio que Eddie no necesitaba dormir. De seguro lo saco de su estúpido padre vampiro. Pensé para mi misma. Estaba tan exhausta, tenia lagrimas cayendo por mi rostro. No podía soportarlo más. Con Eddie en mis brazos, abrí la puerta de la habitación de Charlie de golpe, asustándolo. “¡Papa…voy a llamar a Edward para que se venga a dormir!”
“¡No va a dormir aquí Bella! ¿Estas loca?” se estaba tapando sus ojos por la luz.
“Papa, el bebe no deja de llorar. He tratado todo lo que puedo pensar. Estoy exhausta y necesito dormir. Tu tienes su numero del celular, pregúntale si puede pasar la noche conmigo.” Le pase el bebe llorando.
Sin una palabra, tomo a Eddie y fue escaleras abajo. Corrí a mi habitación y salte dentro de la cama. Aun podía escucharle llorar. Me puse la manta sobre los oídos y mi almohada encima de eso, pero aun le oía. Veinte minutos pasaron y comenzó a llorar aun mas fuerte. Tome mi teléfono celular de la mesa de luz y marque.
“Edward, soy sollozo Bella. Eddie esta sollozo llorando y no se detiene. Soy una terrible madre. Sollozo se que estas de caza sollozo pero necesito que vengas a casa ahora antes de que me vuelva loca ¿entiendes? Sollozo te amo.”
Sabia que Alice y Rosalie habían llamado a Emmett y a Jasper también. Eventualmente uno de ellos recibiría el mensaje y vendría a casa. Le di diez minutos más a Charlie.
Totalmente necesitada de dormir, bajé. Charlie se había quedado dormido en la silla con Eddie recostado contra su pecho llorando. “PAPÁ” grité.
Charlie casi se cae de la silla. Sostuvo a Eddie con un brazo mientras se ponía de pie. “Bella, no se que hacer…el sigue llorando. ¡Y estoy cansado!”
Sin decir una palabra alce a Eddie y lance el teléfono al regazo de Charlie. El suspiro y comenzó a marcar. “Edward, soy Charlie. Lamento molestarte. Espero que no estés durmiendo. Bella necesita ayuda con el bebe. Podrías…querrías…no puedo creer que me hace preguntarte eso. Podrías venir a pasar la noche a casa, por favor.” Su rostro se contorsiono como si estuviera sufriendo alguna clase de dolor físico. “Oh genial. Gracias Edward. ¡Le diré que ya vienes para acá!”
“Dijo que recibió tu mensaje y que ya esta en la camioneta. Llegara en breve. ¿Te sientes mejor?” lo que realmente preguntaba era ‘¿puedo irme a dormir?’ saber que Edward estaba viniendo me hacia sentir mejor.
“Si papá. Ve a la cama, pero te lo digo ahora, el quizás este en mi habitación si allí necesito de su ayuda y aceptaras eso ¿entendido?” mis ojos estaban fijos en los de el, retándole a que me discutiera.
“Nada indebido...”
“Tengo el control natal mas efectivo en mis manos, llorando, papá. ¿Crees que seré tan estúpida?”
El asintió con su cabeza, me besó en la frente y volvió a su cama. Prepare otro biberón, cambie a Eddie y espere escuchar el sonido de mi camioneta. Destrabé la puerta para Edward y me fui al sofá para poder darle a Eddie su sexto biberón de la noche. Mis ojos se caían mientras sostenía la botella. Mi cabeza lentamente comenzaba a caerse cuando repentinamente sentí dos fabulosos labios fríos besar los míos. Mis ojos se abrieron de golpe y me encontré con su hermoso rostro. ¡Estaba salvada!
“Edward. Oh gracias a Dios estas aquí...soy la peor madre ficticia de la historia. No deja de llorar. Si lo dejo solo…” nuevamente comencé a llorar. El me besó una vez más y habló suavemente, con su rostro a unos pocos centímetros del mío.
“Bella, eres la mejor madre ficticia, solo estas cansada amor. Ve a la cama. Yo cuidare de el, también es mi hijo pretendido. Lamento haber ido de caza. Fue una mala idea. ¿Me perdonas?” buscó una respuesta en mis ojos.
“Si te perdono.” Dije antes de bostezar. Edward sonrió, me alzo en sus brazos, a mi y a Eddie, y nos llevo a ambos a mi habitación. El me sentó en la cama y tomó a Eddie de mis brazos para continuar alimentándolo.
“Duerme Bella, tengo todo bajo control. Estaré aquí. Si llora lo llevare abajo, ¿esta bien?”
Me levanté de la cama y tomé su rostro en mis manos mientras estaba sentado en la mecedora, alimentando a Eddie. “Justo cuando pensaba que no podía amarte mas…” le bese, y luego me trepe a mi cama. Me acosté de lado viéndole como alimentaba a Eddie por unos minutos. Comenzó a tararear mi nana a Eddie y ambos nos quedamos dormidos gracias a Edward
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CAP. 18 :
Hoy lo cuida el padre
Bella POV
Podía notar que afuera era de día, pero mis ojos no se abrían. Quizas estoy muerta. Pense. No conseguí sobrevivir a la noche. Mis emociones estaban siendo testeadas y podía decir que había conseguido dormir, pero no lo suficiente. Disfruté de la tranquilidad por unos minutos antes de que comenzara. El llanto...
Mis ojos aun estaban entrecerrados mientras salía del baño y caminaba hacia las escaleras. “Bonito peinado.” Escuché su risa desde el pie de las escaleras. “Es tu culpa. Tú eres el que me embarazó en el gimnasio. Vive con ello.” Aun un poco adormilada, mi viaje por las escaleras fue menos agraciado. Edward me atrapó antes de que me lastimara y se las arregló para tomar a Eddie en el proceso.
“A mami le gusta hacer una gran entrada en las mañanas Eddie, ¿ya te lo había dicho?” me dio aquella perfecta sonrisa que tanto amaba.
“Y a papi le encanta presumir todo el tiempo.” Le contraataqué. Edward se inclinó y me dio un beso, el cual me puso instantáneamente de mejor humor. “Buenos dias chicos. ¿que tal fue su noche?”
“Una aventura. Definitivamente creo que es mitad vampiro…no requiere de mucho descanso. Pero mientras lo sostuviera iba bien. Le di un biberón hace unas horas así que creo que quizás este hambriento.” Tomé a Eddie de sus brazos y comencé a alimentarle con su biberón.
“¿Le cambiaste el pañal?”
Una sonrisa avergonzada se cruzó por su rostro. “Me tomó varios intentos, pero si, se lo cambie una vez.” Miré dentro de la sala y había una pila de algo así como siete pañales apilados y revueltos, algunos de ellos estaban desgarrados.
“¿Que le hiciste a esos pañales Edward?” pregunté riéndome.
“Estaba oscuro...no quería prender las luces para no despertarte a ti o a Charlie así que tuve unos pocos problemas. Pero lo resolvi, no te preocupes.” Se puso a la defensiva.
“¿No tienes mayor vision que la normal, Edward? ¿Acaso eso no es uno de los beneficios de ser vampiro? A menos que tu visión no funcione con los pañales.” Se tuvo que reír de mis bromas.
“Hablando de Charlie ¿aun esta durmiendo? Necesito disculparme por tomarle poco en serio ayer en la noche. Problamente cree que estoy poseida o algo…”
“Charlie se fue Bella. Bajo a eso de las cinco de la mañana y me agradeció por haber venido a ayudar. Dijo que ‘olvido’ decirte que Billy le había invitado a un viaje de pesca por unos días y que volvería el lunes. Me pidió que llamara a Esme cuando se despertara para ver si podías venir a pasar el fin de semana con nosotros. Debiste de haber echo una buena puesta en escena ayer noche. Sus pensamientos estaban descontrolados.” Se rió Edward al recordarlo. “Esme, obviamente, dijo que puedes quedarte con nosotros.”
“¡Que cobarde!” un bebé llorón, una hija demente, su novio pasando la noche en su casa fue todo lo que se necesito para que Charlie hiciera las maletas.
“Oh bueno, al menos puedo pasar el fin de semana con todos. ¡Esto será divertido!” Eddie terminó su biberón y decidí cambiarle el pañal. Contuve una risa cuando vi que Edward había puesto el pañal al revés. Con razon tuvo tanto problema. Me rei sola pero no queria hacerle sentir mal. Le cambié sus ropitas y luego se lo devolví a Edward. “Aquí tienes papi, ya vuelvo. Dejame empacar unas cuantas cosas y cambiarme y luego iremos a ver como estan las cosas en tu casa.”
Me apiadé de Edward y le dejé viajar con Eddie y conmigo en el Mercedes. Cuando nos aparcamos, vi que Jasper tenía a Elizabeth en un cabestrillo cruzado por su pecho. Estaba caminando por el jardín señalándole diferentes árboles. Ella hizo unos cuantos chillidos y estaba perfectamente satisfecha. El corrió hacia nosotros para ver a Eddie, quien gracias a Dios estaba nuevamente durmiendo. “¿Cómo te sientes hoy Bella?” me preguntó Jasper con una sonrisa.
“Mucho mejor después de haber dormido. ¿Cómo están todos aquí?” alcé mis cejas mientras miraba a la casa.
“Bueno, nadie esta muerto...aun.” rió Jasper.
“¿Entonces alguno de ustedes escuchó el mensaje que Rosalie le dejó a Emmett ayer por la noche? Escuché que fue bastante fuerte.”
“¡Que Rosalie puede maldecir como un marinero eso es cierto!” Jasper se rió con fuerza y llevó a Elizabeth a investigar las flores del jardín de Esme. “¿De verdad fue tan malo?” pregunté.
“No tienes idea. He vivido 109 años y ella aun encuentra nuevas que jamás escuché.” El sacudió su cabeza al recordarlo.
Edward alzó a Eddie de su silla y se dirigió a la puerta. Dentro, Alice y Esme estaban detrás de una enorme pila de ropas celestes y rosas que acababan de sacar de la secadora.
“¿Alice cuantas veces les cambiaste la ropa ayer noche?” pregunté sorprendida.
Ella me lanzó una mirada de exasperación. “No paraban de mancharse. Era asqueroso así que teníamos que cambiarlos. Elizabeth no dejaba de mancharse con su biberón y esos niños si que hacen pis.”
Emmett entró a la sala, cargando a Everett y a Elliott en sus brazos. “Hola Bella, escuché que te quedaras con nosotros el fin de semana. Asustaste a Charlie, ¿verdad?”
“Solo un poco. ¿Dónde esta Rosalie?”
“Tuvo que um…cambiarse de ropa.” Dijo Emmett mirando por sobre su hombro.
“¡Dile por que Emmett!” escuché a Rosalie gritar desde el piso superior.
“Bueno, estaba jugando con Elliott y el…vomitó sobre ella.” Presionó sus labios para evitar reírse.
Edward le alzo una ceja. “Dile lo que estabas haciendo con él, Emmett.”
“Estaba algo así como lanzándolo al aire. ¡Juro que lo atrapaba cada vez! Pero debe tener el estomago sensible…” Rosalie había reaparecido con su favorita blusa roja echa jirones. La metió en la lavadora y caminó mirando a Emmett fijamente.
“En realidad, si lo estaba lanzando por el aire. Solo que olvidó mencionar la parte en la que lo lanzaba por el techo de la casa y corría al otro lado para atajarlo. No puedo esperar a ver que registra la pequeña computadora de Elliott. Si reprobamos, te lo voy a hacer pagar Emmett Cullen.” Tomó a Elliott y le dio un beso en su pequeña cabeza.
“Everett necesita que lo cambien Emmett. Es tu turno.” Rosalie tomó a Elliott y se sentó en el sofá con él. Emmett tomó un pañal de la bolsa y se sentó en el suelo.
“Bien, lo haré. No es la gran cosa.” Recostó a Everett en el suelo y con cuidado le quitó las ropas. Rompió las tiras y sacó el pañal mojado de la cola de Everett. Cuando se volvió a buscar el pañal nuevo, ahí fue cuando golpeo su camisa. Una calida y húmeda sensación recorrió su pecho. “¿Qué diablos…?” Bajó sus ojos para ver el chorro de pis saliendo de Everett. Emmett salto y comenzo a gritar. “¡Quitenmelo! ¡Quitenlo!” lanzó su camisa al suelo como si estuviera en llamas. El pequeño chorrito de Everett continuaba.
“¡Emmett, mi alfombra!” gritó Esme.
Con un almohadón del sofá como escudo, se acercó al bebe y bloqueó el chorro de pis.
“¡Emmett mi almohadón! ¿Estas loco?” Esme estaba de pie y le había golpeado en la cabeza con el almohadón mojado.
Ella tomó el pañal y rápidamente lo acomodó en su lugar. Levantó al bebe mojado y se lo pasó a Emmett. “Aquí tienes papá, ahora ambos necesitan un baño.”
Edward y yo nos partíamos de la risa. Emmett estaba horrorizado, Esme estaba limpiando el suelo y Rosalie solo sacudía su cabeza disgustada. “Todo lo que tenias que hacer Emmett era cambiar su pañal.”
Toda la risa despertó al gigante que estaba dormido, y Eddie comenzó a llorisquear creando una reacción en cadena con los demás bebés. Elliott le siguió, seguido por Everett y finalmente Elizabeth se unio desde afuera. Salí corriendo en busca del biberón de Eddie, Alice corrió a cambiar a Elizabeth, y Emmett se llevó a Everett a tomar un baño. Rosalie le siguió. “Sera mejor que me asegure de que no trate de enseñarle a bucear.”
Nos tomo casi dos horas lograr que los bebés se tranquilizaran. Probablemente nos habría tomado menos tiempo, pero los chicos decidieron salir a ayudar a Carlisle con algo de trabajo en el jardín. Después de no más de quince minutos de ‘trabajo’ decidieron jugar al fútbol. Debió de ser Jasper y Emmett contra Edward y Carlisle por que cada tantos minutos se sucedía alguna pelea y escuchábamos algo estallar en el jardín. Esme salió tres veces para pedirles que se tranquilizaran.
Todos los bebés finalmente estaban dormidos arriba en sus cunas. Había acabado de dejar a Eddie cuando sentí dos brazos helados rodeando mi cintura.
“¿Como va nuestros pretendido hijo?” se inclinó y besó mi cuello.
“Mejor ahora que su papá, tíos y abuelo dejaron de hacer tanto ruido.” Le dije entre dientes. “Nueva regla, quien quiera que lo despierte, lo cuidara, ¿entendido?”
“Me parece justo. Así que...ya que esta dormido ¿que quieres hacer?” me volteó para mirarle y me mantuvo cerca mientras continuaba besando mi cuello. “¿Alguna idea?”
“A decir verdad si, Edward. Las chicas y yo no pudimos dejar de pensar en ustedes mientras estaban afuera. Siendo tan masculinos mientras jugaban al fútbol, poniendo en movimiento sus músculos…” mis manos se movían por sus perfectos brazos. “No tienes ni la menor idea de cuanto nos afecta eso. No podíamos contenernos, fue un poco vergonzoso.”
“¿A si? ¿Y que estuviste pensando?” sus labios se movieron hacia mi oreja y mejilla.
“Bueno, Alice, Rosalie y yo no pudimos evitar pensar cuanto queríamos hacer algo.” Sentía mis mejillas ardiendo. Eso captó su atención. Acercó mi rostro al de él, sus labios rozaron los míos mientras hablaba.
“¿Y que era lo que querías hacer, Bella?” su voz era la mas sexy que jamás había oído.
“Ir de compras.” Susurré sin aliento.
“Lo que digas...Espera, ¿que acabas de decir?” el apartó mi rostro del suyo para mirarme mejor. La confusión se había apoderado de su hermoso rostro. Me mordí el labio pero el brillo en mis ojos me delató. “¿Vas a ir de compras?”
“Sip. Mantente alerto con Eddie y no dejes que nada le suceda. ¡Te amo!” le besé y salí saltando de la habitación. Le escuché maldecir en voz baja.
Alice me esperó en las escaleras. Jasper y Edward se encontraron en el hall e intercambiaron miradas desafiantes. Un Emmett sin camisa salio corriendo de su habitación, detrás de una sonriente Rosalie. “¡Espera Rose! Eso no fue algo amable…” La grandiosa Rosalie había llevado su nivel de manipulación al siguiente nivel, aparentemente. Aun Edward y Jasper se rieron.
Bajamos las escaleras y vimos a Esme aun limpiando el suelo donde los bebés habían ensuciado. “Esme, nos vamos de aquí. Deja a los chicos a cargo. Carlisle toma.” Rosalie tomó el cepillo de las manos de Esme y se lo lanzó. “Volveremos mas tarde. ¿Con que auto iremos chicas?”
“Con el Mercedes...y yo conduzco.” Rio Esme. Carlisle trató de detenerla pero ella ya estaba fuera de la puerta con las llaves.
“¡Adiós chicos, compórtense!” grité sobre mi hombro mientras corríamos al auto. Carlisle estaba parado detrás del mismo, rehusándose a dejarnos ir.
“Esme, se razonable. Sabes que no te gusta manejar…” Carlisle le estaba rogando.
“No Carlisle, a ti no te gusta que maneje, ahí esta la diferencia. Muévete o dejaré un buen golpe al auto querido.” Esme le dio gas al motor y Carlisle se apartó del camino. Los chicos estaban en el porche riéndose de la escena que sucedía en la calzada.
Era un hermoso dia nublado en Port Angeles. Fuimos a mi restaurante italiano preferido para que pudiera comer algo. Mi rostro dolía de reír mientras nos imaginábamos a los chicos corriendo por la casa con los bebes llorando y desnudos haciendo pis por el camino. Cada tanto Alice tenia alguna vision, pero siempre terminaban con ella diciendo “No se atreverian.” O “Rosalie vas a matar a Emmett.” Eso usualmente nos hacia reir mas.
Hicimos compras por algunas horas y decidimos volver y ver si la casa aun estaba en pie. El tiempo que pasamos fuera nos renovó el humor y nos dejo listas para enfrentarnos a lo que fuera que sucediera en las próximas horas de la noche. Cuando nos acercamos a la casa no vimos ninguna señal de daño alguno. Cuidadosamente sacamos nuestras bolsas del baúl del Mercedes y nos dirigimos adentro de la casa.
Parecía una escena salida de la Casa de animales. Los biberones de los bebes estaban cubriendo cada superficie de la casa. Había una pila de pañales en círculo, rodeando el tacho de basura donde los intentos de ‘Michael Jordan’ habían fallado. Las ropas colgaban de las lamparas. Emmett y Edward estaban jugando a la Xbox 360 mientras mantenían con sus codos los biberones dentro de las bocas de los bebés. Carlisle tenía a Everett en el suelo y al parecer estaba moviendo un pequeño dedo en su mano. En contraste a eso, Jasper estaba sentado tranquilamente con Elizabeth, leyendo un libro en el sofá.
“¡Mi casa!” gritó Esme “¿Qué es lo que los cuatro han hecho?”
Rosalie corrió hacia Everett “¿Carlisle que sucedió con mi bebé ficticio? ¿Cómo fue que se le salió el dedo? Y no mientas por él.” Dijo lanzando una mirada en dirección a Emmett. “¿esto que veo en sus brazos son rasguñotes?” estaba horrorizada ante la condición de su hijo.
Caminé hacia la televisión donde Edward y Emmett continuaban jugando y la apague. “¡Bella!” se quejaron ambos. “Casi lo tenia Bella...” refunfuñó Edward.
“¿Así que le estas enseñando a nuestro hijo como jugar estos juegos violentos? ¿Es lo mejor que puedes decir?”
“En realidad, Emmett y yo estábamos enseñándole a los chicos como defender la tierra en caso de una invasión Alien.” Edward contestó tratando de defender su comportamiento. El miró a su alrededor, dándose cuenta de que estaban en grandes problemas. Rápidamente cambió su tono. “Lo siento Bella, somos terribles padres. Al menos no quemamos la casa ¿nos dan puntos por eso?”
“Si, supongo que si, aunque estan en el fondo del pozo por los biberones sucios, los pañales, las ropas, oh si y el dedo perdido. Asi les diera un millon de puntos aun estarian en problemas.” Emmett saltó con Elliott y corrió hacia Rosalie quien ahora sostenía a Everett en sus brazos.
“Aléjate de él, Emmett. ¿Qué diablos sucedió?” miraba al pequeño dedo que Carlisle había acabado de poner en su lugar.
“¡Todo fue idea de Carlisle!” Emmett señaló a su padre. Los ojos de Esme lanzaban rayos a Carlisle. “¡Explícate Carlisle!” demandó.
“Mi idea era llevar a los chicos afuera para que tomen un poco de aire y se despertaron. Los chicos los acomodaron en los cabestrillos, colgados de sus pechos, y nos dirigimos afuera. Yo llevé a Elliott por Emmett y él llevo a Everett. Después de media hora de caminata alguien, a quien no voy a nombrar, decidió enseñarle a su hijo como cazar.”
“¿Dejaste que un oso pardo se comiera el dedo de nuestro hijo?” Rosalie le gritó a Emmett.
“Por supuesto que no Rose. No es lo suficientemente grande como para atacar a un oso pardo. Fui por algo más de su tamaño…como un mapache. Yo lo tenia, pero entonces metió sus uñas dentro del cabestrillo y le mordió el dedo. Pero se lo saqué de la boca para que Carlisle pudiera hacer la cirugía.” Lo contó para parecer el héroe, pero por la mirada de Rosalie, ella no lo veía de ese modo.
Me volví hacia Edward. “¿Y tu donde estabas cuando sucedió eso?”
“Tenia a Eddie seguro a un lado junto con Jasper.” Proclamó su inocencia.
Alice miró a Jasper sospechosamente. “Hicimos una pequeña apuesta y estuvimos esperando para ver quien ganaba.”
“¿Y?” pregunté mirando a Edward por una explicacion.
“Jasper ganó. Yo creí que le sacaría toda la mano.” Pude darme cuenta de que trataba de no reírse y tuve que apartar mi vista de él o me reiría también.
Rosalie comenzó a gritarle a Emmett nuevamente “¡Mira a Jasper! Esta allí sentado, tranquilo, con su hija leyendo ‘Buenas noches luna’ eso es lo que hace un padre responsable ¡No llevan a sus hijos recién nacidos al bosque a cazar mapaches!”
“Lamento haber roto al bebé Rosalie.” Dijo tranquilamente. Estaba tan apenado que ella comenzó a ceder.
“Esta bien, Emmett pero ¿como le explicaremos al señor Anderson que dejamos que nuestro bebé fuera atacado por un mapache? ¡De seguro va a reprobarnos! Será mejor que le llames ahora...espera un minuto... ¿que es esto en la cabeza de Everett? ¿es marcador permanente? ¿Por que hay un uno en su cabeza?” corrió a mirar a Elliott y de seguro tenia un dos en su cabeza. “¿Por qué los numeraste?”
“No dejaba de confundirme quien era quien, asi que Everett es el numero uno y Elliott el numero dos, ¿O era al reves? Me olvidé. Después de que el mapache lo atacó todo se volvió confuso. Estas computadoras no detectan la rabia ¿verdad?” Emmett se veía nervioso. “Definitivamente nos reprobaran si estas maquinas detectan la rabia en nuestro bebé.”
Miré a Carlisle y a Esme quienes tenían sus cabezas juntas en una conversación. Los labios de Esme se movían a velocidad luz, Carlisle solo asentía con su cabeza a todo lo que ella decía. Sin mirarla a los ojos, el comenzó a juntar los biberones y los acomodó en el lava platos. Cuando termino siguió con la ropa.
Esme rompió el silencio. “¡Chicos vallan a sus habitaciones! Ustedes discúlpense por ser idiotas y cuando las chicas les perdonen, quizás puedan bajar y ser los padres modelos que se que pueden ser por el resto del fin de semana.” Aunque no alzó su tono de voz, estaba enfadada. Todos dijeron “Lo siento Esme” mientras juntábamos los chicos, algunos pañales y biberones y nos retirábamos a nuestras habitaciones para continuar con las discusiones en privado.
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CAP. 19:
Castigado
Emmett POV
“Rosalie, por favor, ya te he dicho que lo siento en cada idioma que se…por favor, déjame sostener a Everett. No voy a lastimarlo, solo quiero ver que su dedo este bien. ¿Por favor?” enfoqué todo mi poder de persuasión en Rosalie. “Sabes que soy estúpido, eso es parte de la razón por la que me amas.”
“Bien, pero ten cuidado, esta herido.” Dejé a Elliott en la cuna para poner toda mi atención en Everett.
“Lo siento pequeño, creo que debimos haber comenzado con algo mas amistoso como una liebre. Lamento lo del dedo.” Me incliné y besé el dedo, que habían vuelto a su lugar, de mi hijo pretendido.
“Ahora, ¿Qué es lo que vamos a decirle al señor Anderson, Emmett? creo que necesitas hacer una llamada.” Ella, nerviosamente, comenzó a dar vueltas por la habitación.
“¿A quien?” miré ansiosamente Rosalie.
“Al señor Anderson obviamente. Solo llámalo y dale una buena excusa por como nuestro bebe fue masticado para no ser reprobados.” Ella miró dentro de la cuna a Elliott que dormía tranquilamente. Tomó su teléfono, marcó y lo puso en mi mano. Entonces me quitó a Everett de los brazos. “Lo hare dormir, tu haz la llamada.”
“Pero Rosalie, ¿que voy a decirle?” repentinamente escuché una vos del otro lado del teléfono.
“¿Hola? Hola... ¿quien es? Vi el identificador de llamadas, se que es uno de los Cullen… ¡Hable!”
“Um, hola señor Anderson, es Emmett Cullen. ¿Cómo esta?” traté de sonar casual, pero mi cerebro estaba trabajando a toda velocidad para inventar una buena razón por que nuestro bebe estaba todo masticado.
“Estoy bien señor Cullen. ¿Por que me esta llamando a mi casa en el fin de semana? ¿¿Acaso quiero saberlo??” no hacia intento alguno por esconder que estaba algo molesto por mi llamada.
“Bueno, Rosalie quería que le llamara para hacerle saber el pequeño incidente que tuvimos en casa esta tarde.” Estaba tartamudeando...aun no tenia idea de lo que iba a decirle.
“No tengo tiempo. Podría hacerlo rápido. Mi esposa y yo estábamos por salir.” Podía escuchar a su esposa del otro lado preguntándole quien era. No había tiempo, así que solté lo primero que se me vino a la cabeza.
“¡Nuestro perro se comió al bebe!” Rosalie lanzó su mano sobre su boca ante la sorpresa. Su cabeza comenzó a sacudirse no, no, no. Estaba en problemas. Necesito arreglar esto. Me dije a mi mismo.
“¡¿Qué?!” comenzó a gritar el señor Anderson. “¿Tiene alguna idea de lo caros que son esos muñecos señor Cullen? ¿Se comió todo el muñeco? ¿Qué sucedió?”
“Bueno, en realidad no se lo comió, solo me emocione, creo que trataba de jugar con el bebé…” eso sonaba bien, seguiría con eso… “Y como que mordió el bracito de Everett y uno de sus dedos accidentalmente se salio.”
“¿QUE?”
“Pero no se preocupe, Carlisle realizó una cirugía en su mano y fue exitosa. Mi padre es un excelente cirujano, ya sabe.”
“¿Qué tipo?” preguntó el señor Anderson.
“¿De cirujano?” contesté.
“No, perro. ¿Que tipo de perro?” estaba comprobando mi historia. Mi mente se puso en blanco. No podía pensar en razas de perros…
“Un Yorkie.”
Rosalie volvió a golpear su cabeza. Malditos Yorkies por ser mi perro preferido. Son tan lindos y cuando les pones moños en su cabello…oh Dios… ¡Soné como Alice! Cocentrate Emmett, concentrate.
“Un Yorkie, se emocionó, jugando, y saltó y comenzó a masticar a tu bebe sacándole uno de sus dedos. ¿Esa es tu historia? Por que básicamente me estas diciendo la excusa mas vieja, que tu PERRO se comió tu tarea. ¿¿Se da cuenta de eso?” ahora realmente estaba sospechando.
“Si. Esa es mi historia y la mentengo. Realmente estaba esperando, a decir verdad, que esto no afectara nuestra nota del proyecto.” Le alcé los pulgares a Rosalie. Podía notar que estaba haciendo un gran progreso. Aunque desafortunadamente, ella me alzo un dedo diferente, nada amable.
“Páseme a la señorita Hale, por favor.”
Miré a Rosalie y le extendí el teléfono.
“Hola señor Anderson. Si. Lo se.” Estaba rodando sus ojos con cada palabra que decía. Entonces se me vino una idea a la cabeza. Si no creía que tuviéramos un perro, entonces si podía escuchar uno de fondo quizás ayudaría.
Inmediatamente me dejé caer en mis rodillas y comencé a ladrar. Los Yorkies eran pequeños y ladraban agudo, algo como yip yip; así que inmediatamente di lo mejor de mí gateando por la habitación. Yip, Yip, Yip. Ahora seguramente nos creia.
Sentí una botella golpearme en la nuca y solté un yip como cualquier perro lo haría. Rosalie me estaba lanzando rayos asesinos con sus ojos mientras continuaba hablando con el señor Anderson. Señalo a Elliott quien ahora estaba despierto y llorando. Everett se le había unido ya que Rosalie le había sacado el biberón para lanzarlo a mi cabeza.
“Señor Anderson, ahora me tengo que ir a matar a nuestro querido perro. De seguro puede oírle, pero sus ladridos despertaron a los niños. El lunes le llevare a la escuela su cadáver como prueba si quiere. ¡Muchas gracias!” Rosalie cerró el teléfono y llevé mis manos a mi cabeza como acto reflejo.
“Ve por Elliott, Emmett, esta molesto.” Caminé hacia la cuna y levante al pequeñín. Ni bien estaba en mis brazos, el llanto cesó.
“¿Entonces se creyó nuestra historia?” dudé al preguntar. Las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa.
“Sip. De todas formas tenemos prohibido llamarle a su casa otra vez o nos reportara a la policía. Así que no mas daños a los bebés ¿de acuerdo Emmett?”
Alcé mi mano “¡Palabra de honor Rose!” Ella me alzó sus cejas.
“¿Que tal, yo prometo que seré lo mas parecido que pueda a un padre ejemplar?” su sonrisa me dijo que me había perdonado. Realmente le costaba estar enfadada conmigo. Era extremadamente suertudo, considerando cuan a menudo le hacia enfadar.
Nos sentamos en nuestra cama, con los niños dormidos en nuestros brazos. Rosalie reclinó su cabeza en mi hombro. “Te amo Emmett.” le besé la cabeza. “Yo también te amo Rose.”
Jasper POV
Elizabeth era la imagen de la perfección mientras dormía en su cuna. Realmente era un buen bebé comparado con los demás llorones y revoltosos hijos. Acomodé su mantita con cuidado para asegurarme de que no tuviera frío. Antes de de que pudiera darme vuelta sentí las vibraciones bajo mi pie.
“¿Ahora que Alice?” susurré. Ella estaba a mi lado y daba pequeños saltitos tan rápido como podía. Hacia eso cuando se emocionaba o cuando trataba con todas sus fuerzas de ser paciente. El echo que sus ojos estuvieran bien abiertos y que se aferraba a algo rosa me hizo pensar que se le estaba acabando la paciencia.
“Por favor Jasper ¿puedo despertarla? Mira lo que encontré. Me olvidé de que había comprado este conjunto. Es tan lindo y se vería como un angelito en el.” Se veia como si fuera a estallar ahora mismo.
“Alice, por favor, se razonable. Es tan pequeñita y necesita dormir. Es humana y los humanos duermen, ¡solo fíjate en Bella!” sabia que seria para largo razonar con ella, pero tenia que intentarlo. Elizabeth se agitaba cada vez que Alice la despertaba innecesariamente.
“¡Pero ya lleva una hora en ese atuendo! Y quiero jugar con ella, solo la tendremos por poco tiempo…por favor Jasper.” Ella me miraba batiendo sus pestañas. Sentía sus dedos recorriendo suavemente mi brazo. ¡era tan debil!
“Bien Alice, pero se suave cuando la despiertes…”
“¡Hora de despertarse Elizabeth!” dijo tan alto como pudo mientras la alzaba de la cuna. No paso mucho tiempo para que los pequeños lloriqueos se convirtieran en un desesperado llanto.
Alice la llevó a la cama y extendió el nuevo conjunto. Yo fui en busca de un pañal para Alice y se lo alcancé. “EW Jasper... ¿podrías hacer esa parte?” suspiré y rápidamente cambié el pañal de Elizabeth. No estaba tan mal, solo un poco mojado, pero desde que Alice había cambiado el que había echo de lo segundo se rehusó a hacerlo nuevamente.
Elizabeth estaba aun llorando para cuando Alice terminó de ponerle el vestido rosa con las sandalias a tono. “La mami ficticia compró esto cuando salió con tía Rosalie y tía Bella. Es de un diseñador famoso quizás lo escuchaste nombrar, Ralph Lauren.” Elizabeth seguia llorando. “Ok no quieres hablar de diseñadores, oh ya se que te hará feliz. ¡siempre funciona con la tia Bella! ¡¡Hora de un cambio de imagen!!”
“Alice, no puedes…”
“Oh si que puedo. ¡sera divertido! ¿Ves? Ya no lloran tanto como hace un minuto.” Dijo Alice orgullosa.
“Eso es por que tu sweater le esta cubriendo el rostro Alice. ¿Acaso esta respirando?” salté de la cama y corrí hacia ella. Gracias a Dios, cuando Alice movió su sweater pude escuchar los pequeños grititos de Elizabeth y supe que estaba bien.
Alice pasó los siguientes quince minutos tratando de calmar a Elizabeth para que pudiera comenzar con el cambio de imagen, pero ella no dejaba de llorar. Podía notar que comenzaba a sentirse frustrada así que me acerqué para ayudarle.
“Alice, deja que la tranquilice por ti.” Sin poner trabas, Alice me pasó al bebé con un enorme puchero en su rostro.
“Me odia Jasper. Soy una pésima madre ficticia. ¡Esto apesta!” se había cruzado de brazos y se dejó caer sobre la cama.
Tomé un chupete del vestidor y me acerqué a ella. “Elizabeth no te odia Alice, es un bebe y realmente necesita dormir. Se que te resulta difícil esperar a que se despierte pero creo que si la dejas dormir se despertara de mejor humor y podrías hacerle al bebé todos los cambios de imágenes que quieras.” Elizabeth comenzaba a tranquilizarse en mi brazo. Sus gritos eran apenas pequeños quijiditos. La mecía de un lado al otro para tranquilizarla por completo. Alice se inclinó y besó su pequeña cabeza.
“Lamento haberte echo llorar Elizabeth. Lamento no haberte escuchado Jasper.” Su rostro se veía triste.
“Esta bien Alice, mira ya se ha vuelto a dormir. Deja que la acomode en la cuna donde estará mas cómoda.” La cargue hacia la cuna y la acosté allí. No hizo ningun sonido. Me volví hacia Alice, pero ella me habia seguido hasta la cuna. Tenía una enorme sonrisa en su rostro y sabía que significaban problemas.
“Ya que Elizabeth no quiere cooperar con el cambio de imagen…” ella tiró de mi brazo gentilmente.
“¿Por que no vas a por Bella? ¡Ella adora mucho tus cambios de imagen!” sabia que Bella los odiaba pero estaba desesperado. La última vez que me hizo un cambio de imagen, había usado al menos tres potes de gel para peinar mi pelo con picos.
“Buen intento Jasper. No me hagas arrastrarte hasta el baño. ¡Se un hombre!” dijo apuntando al baño con su dedo.
Colgué mi cabeza avergonzado. “Si querida.” Y me meti dentro del baño.
Bella POV
Esme nos había enviado a nuestras habitaciones para arreglar las cosas y tranquilizar a los bebés. Aun no podía creer que en unas pocas horas, uno de los bebes había perdido un dedo bajo el cuidado de sus padres. Mientras sostenía a Eddie en mis brazos, le di a Edward una mirada firme. “Repite después de mi.”
“Esta bien.”
“Yo Edward Cullen.”
“Yo Edward Cullen.” Rodó sus ojos.
“Nunca, nunca.”
“Nunca, nunca.” Dijo con un tono burlón.
“Volveré a llevar a los bebés de caza.”
“Volveré a llevar a los bebés de caza...aunque técnicamente yo no llevé al bebé de caza, lo lleve a caminar. Emmett convirtió la caminata en un viaje de caza e hizo que su bebé casi fuera injerido por un Mapache. Así que ¿por que estoy en problemas por eso? Yo no hice nada.” Estaba tratando de averiguar que habia echo mal.
“Solo te quedaste allí con Jasper apostando si nuestro ficticio sobrino perdería su mano y no hicieron nada por detener a Emmett de hacer algo estúpido. ¡Por eso!” ¿como no podia ver mi punto?
“Y- ¿De donde aprendiste a balancear los biberones con tu codo mientras jugabas a los video juegos? ¿O es otra de las habilidades que adquieres al convertirte en vampiro?” sabia que con esa lo había atrapado.
“Esta bien, admito que probablemente se vio muy mal…”
“Si Edward, eso y las ropas por todas partes, los biberones, el dedo…todo se veía bastante mal.” De solo recordarlo me hizo reír “¿Viste la expresión de Esme? Creí que iba a matar a Carlisle.”
“No necesite ver su rostro, ¡escuche sus pensamientos, los cuales eran peores!” se rió. Fue a poner algo de música y se sentó a mi lado en el sofá. Su frio brazo pasado por sobre mi hombro.
“¿Que haremos con ustedes? Realmente tienen suerte de que los amemos o tendríamos que matarlos.” Le bromeé. El se inclinó y me besó.
“Sabes que no podrías matarme aun si lo intentaras.” Me lanzó una deslumbrante sonrisa.
“Le pediré a Rosalie que lo haga por mi. De seguro que saltará ante la oportunidad.” Eddie había terminado su biberón y comencé a hacerle eructar.
“¿Estaras bien por un minuto Bella? Hay algo que necesito hacer.”
“¿Acaso aun no estas técnicamente castigado?” no quería que se fuera y ¿que era lo que podía necesitar ahora?
“No si me perdonas. Esa fue la condición de Esme, entonces tengo permiso de dejar la habitación.”
“Entonces, ¿podría tenerte encerrado aquí por siempre si lo quisiera? Sabes que puedo ser bastante testaruda en ocasiones Edward.”
“Y yo, puedo ser bastante persuasivo cuando lo quiero Bella.” se inclinó sobre mi. Traté de alejarme de él defensivamente pero eventualmente mi espalda chocó con el final del sofá. Estaba atrapada. Sus ojos hacían ese suave efecto que hacia que mi corazón se agitara.
Su sonrisa se agrandó cuando escuchó mi ritmo cardiaco. “¿Aun te sientes testaruda Bella?”
“Si.” Mi rostro repentinamente se sentía caliente. Me quedé helada, incapaz de apartar mis ojos de su rostro. Estaba usando todo su poder vampiresco. Sabía que no podía soportarlo mas, le convenía ser cuidadoso.
Se inclinó sobre mi, poniendo sus manos a cada lado de mi cabeza y susurró “¿Estoy perdonado?” se inclinó para besarme, pero se detuvo antes de que sus labios tocaran los míos.
“Si.” Lancé mi brazo libre alrededor de su cuello y me acerque a él, aplastando a Eddie en medio de nosotros. El comenzo a llorar en mi oido. Edward se rió. “Casi aplastas al bebé Bella. Eso no sera bueno para nuestra nota.”
“Es todo culpa del señor vampiro deslumbrador. Sabes como me comporto con el tratamiento completo. Solo soy humano…” le guiñé un ojo y me levante del sofá para tratar de tranquilizar a Eddie.
“Volveré pronto, tengo una sorpresa para ti.” Su rostro estallaba de felicidad “¡Vas a adorarla!” me besó rápidamente y corrió fuera de la puerta.
“Parece que solo quedamos tu y yo, Eddie.” el continuaba llorando así que comencé a caminar por la habitación para tranquilizarlo, pero parecía no servir de nada. Comenzó a sonar un nuevo CD en el estéreo de Edward y era uno de los que me gustaba. Comence a moverme al ritmo de la musica con Eddie y sus llorisqueos cesando. Continué cantando y bailando tranquilamente por la habitación con él en mis brazos por unas canciones más hasta que dejó de llorar.
“Deberias estar impresionado Eddie, usualmente me caigo si trato de bailar.”
Escuche una risa desde la puerta. Me di vuelta para ver a Edward recostado contra el marco con sus brazos cruzados y una enorme sonrisa en su rostro.
“Así que ¿Bailas con él pero no conmigo? Estoy herido.” Hizo un pequeño puchero.
Mi rostro se volvió escarlata. “¿Hace cuanto que estas ahi?”
El se acercó y nos tomó a mí y a Eddie en sus brazos. “Lo suficiente como para saber que me debes un baile después de que Eddie se duerma. Ahora ven abajo para tu sorpresa.” Antes de que pudiera responderle, estábamos fuera de la habitación.
CONTINUARA.....
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sábado, 18 de julio de 2009
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