Bueno aclarare antes de subir toodos los cap. q este fic NO ES MIO...TOOOODOS LOS CREDITOS SON PARA GISELITA la q escribio este fic...yo lo subo a mi blog ..para que mis seguidores lean estos geniales fic q me voy encontrando ...tambien aclaro q aun NO me ha autorizado la autora ..no me he podido comunicar con ella ...pero q sepan q el fic NO ES MIO y q GISELITA lo escribio ...MI INTENCION NO ES hecer como q yo lo escribi ..reitero el fic no es mio ..y apenas lo termine de leer crei q seria una buena idea colgarlo en mi blog para q muxos y muxas lo lean y feliciten a la genia GISELITA q lo escribio ...aclarado todo esto...
CAP.28:
Ponis salvajes
Bella POV
Los otros se habían apresurado por el camino, dejándonos a mí y a Edward solos, disfrutando de la paz y tranquilidad que debería sentirse en un paseo por el zoo. Caminamos de la mano por el camino hasta encontrarnos con el resto de los Cullen. Una suave brisa cortaba los árboles, haciendo volar las hojas cercanas. En la distancia podía oír una suave música, pero no estaba segura de donde venia. A mi lado, Edward comenzó a reirse.
“¿Ahora que?” pregunté, mis ojos abiertos ante el miedo.
“¡BELLA! APRESURATE...” gritó Alice desde la distancia. Automáticamente aceleré mi paso para ver que era lo que le hacia actuar de esa forma. Entonces lo vi, cuando di la vuelta de la cerca, el colorido y glorioso carrusel. Alice estaba revolviendo los cupones que había comprado antes, buscando los boletos del carrusel de seguro. Gracilmente se movía con la música del carrusel mientras Jasper lo miraba horrorizado.
Nuevamente, Edward se rió mientras se inclinaba hacia mi. “Esto sera interesante.” Susurró señalando con su cabeza el carrousel.
“¿Por qué ¿Interesante por bueno o por malo?” pregunté, mientras lentamente disminuya mis pasos mientras nos acercamos, el miedo repentinamente comenzó a apoderarse de mis sentidos.
“Solo…interesante. ¿Sientes algo?” sonrió Edward mientras esperaba mi respuesta.
“¿Por qué Jasper esta lanzando miedo, bueno terror, en todas las direcciones?” pregunté. Nos acercamos a donde Alice se encontraba, estaba envuelta en una discusión con Jasper.
“Oh, vamos Jasper. ¡Es solo una vuelta! Mira a todos los niños en ella. Es perfectamente seguro y muy divertido. Si tienes miedo es una cosa, pero ¿Por qué no puedo subir a Elizabeth?” mientras que su voz permanecía suave ahora, sus ojos le estaban gritando.
“Alice, mira a esas...bestias allí.” Señaló, con su dedo temblando, al carrusel. “Mira sus ojos…están completamente enloquecidos, no, poseídos. Sus pies están levantados y doblados en posiciones extrañas…se ven desquiciados Alice. Eso no es un lugar para un bebé tan delicado como nuestra Elizabeth. Tendrá pesadillas por el resto de su vida.” La respiración de Jasper se volvió entrecortada ante la emoción.
Sin perder un segundo, Alice se paró frente al cochecito, tomó al bebé y caminó hacia Jasper. “Mirala Jasper. Es un muñeco...pretende ser un bebé. No tener pesadillas por que no sueña.” Sus ojos se oscurecieron y se achicaron mientras continuaba. “La voy a llevar a este paseo, y será mejor que no trates de detenerme o compraré un enorme carrusel y lo pondré en el parque de la casa hasta el día que te mueras…lo cual, debo remarcar, será en un largo tiempo, querido esposo.”
Sabiendo que estaba derrotado, Jasper bajó su cabeza y extendió su mano hacia el carrusel, indicando su derrota. Alice le besó en la mejilla y se dirigió a la cola. Rosalie alzó a los niños en susbrazos mientras Emmett le seguia detras. Los empleados del carrusel se habían fijado en Rosalie en cuando ella se inclinó para alzar a los bebés y se habían reunido para mirarla caminar hacia la fila. Nosotros nos unimos a ellos, cuando la puerta se abrió para que los demás nos subamos al carrusel.
Rosalie escogió el mas grande y mejor adornado caballo del carrusel, estaba ubicado al final y ya que tenia a los dos bebés en sus brazos, Emmett la alzó arriba del caballo y él la se sentó de costado, con sus largas piernas flotando al costado del animal. Vi al menos a tres mujeres golpear a sus maridos mientras estos miraban las piernas de Rosalie. Alice se sentó en el aburrido asiento con Jasper, algo que ella permitió para que su esposo no se asustara mas y ahuyentara a todos los que estaban en el carrusel. Edward encontro un par de caballos, uno al lado del otro, cerca de Rosalie. Me ayudó a subirme y por sugerencia mia, el sostuvo a Eddie mientras el carrusel se movia. Lo habíamos mantenido a salvo por tanto tiempo, no iba a permitir que mi falta de coordinación arruinara nuestra calificación.
La vuelta en el carrusel fue entretenida sin que los bebés sufrieran daño alguno. Jasper estaba aliviado de que se hubiera terminado, y yo estaba feliz de no haber dejado caer a Eddie, y Rosalie fue ayudada a bajar del carrusel por los empleados del lugar. Juro que vi a uno de ellos entregándole un pedazo de papel. Se había ganado su propio fan club, olvidándose nuevamente del tema de mantener un perfil bajo.
Acomodamos a los bebés en los cochecitos y continuamos nuestro paseo. En la primer exhibición con las que nos topamos, los Cullen se negaron a detenerse allí, donde los lobos grises. Obviamente, una vez que se lo pensaron, Edward y Emmett se entretuvieron molestando a los lobos tanto como podían. Parecía que el simple olor de mi familia de vampiros alcanzaba para ponerle los pelos de punta a los lobitos. Caminaban de un lado al otro de la cerca, unos trataron de abalanzarse sobre Edward, quien estaba gruñéndoles y enseñándoles sus dientes. Emmett seguía bufando y siguiéndolos por toda la cerca mientras caminaban detrás de ella.
“¿No podemos seguir?” pregunté alzando mis manos, fingiendo estar disgustada. Emmett y Edward se dieron cuenta de que todo el tema de vampiros contra lobos estaba tornándose aburrido así que se movieron a la siguiente exhibición, los castores y nutrias.
“¡Rayos, miren esa genial presa que hicieron los castores!” rió Jasper.
Rosalie caminó con el doble cochecito hacia el vidrio para ver a los castores. “Hey Rose, ¡lindo castor!” rio Emmett, descostillandose ante su propio chiste. Rosalie no le encontró gracia alguna y le lanzó una piedra, golpeándole en medio de los ojos con un sonoro crack.
Habiendo escuchado demasiado sobre sus ingeniosos comentarios, Edward tomó el cochecito y se dirigió hacia la zona de los perros de llanuras. Jasper disfrutó de esta exhibición por que podría manipular fácilmente sus emociones, haciéndoles una especie de baile, donde los pequeños chacales desaparecían, y luego aparecían, luego se enfrentaban entre ellos mismos para luego volverse románticos. Veinte parejas de chacales era una verdadera vision.
“AAWWW me recuerdan a Emmett y Rosalie.” Rió Alice mientras señalaba una pareja que se habia vuelto bastante exhuberantes en su habito de apareamiento y hacian unos fuertes ruidos. Hasta Emmett se rio.
“Bueno si esos somos Rose y yo, entonces aquel pobre definitivamente es Edward.” En la esquina, estaba sentado un solitario chacal que no tenía pareja, daba vueltas en círculos, solo. Edward miró a Emmett quien nuevamente se descostillaba de la risa.
“¡Nada amable Emmett!” lancé. Mis brazos se pasaron alrededor de la cintura de Edward mientras tranquilamente dije “Si yo fuera un chacal, Edward, seria tu pareja.”
“Bella, no te deja ser su pareja ahora, ¿Qué te hace pensar que lo haría si fueran chacales?” estúpido Emmett y sus oídos de vampiro. Después de otra buena, y larga, risa a nuestras expensas, continuamos por Norteamérica.
Vimos los alces, los bisontes, y ambos fueron de lo más aburridos así que nos quedamos poco en sus exhibiciones. Pude darme cuenta de que todos estaban bastante animados por el próximo animal, por que caminaban con sus cabezas alzadas, viendo cuan cerca estábamos. Tomé mi mapa para ver de qué se trataba el escándalo, Pumas y leones de montaña.
“¡Edward Cullen sera mejor que te detengas alli mismo!” grité cuando le vi saliendose del grupo. “No te atrevas a entrar allí...” en su rostro apareció una mirada sospechosa y se acerco un paso mas hacia los leones. “Edward, no hagas que la chica cebra se enfade, no te gustaré cuando este enojada…” di dos grandes pasos hacia él. Un segundo estaba allí, al otro había desaparecido.
“Ahora esta en grandes problemas señor Cullen.” Gruñí, “Estúpido vampiro que le gusta comer leones de montaña.” Sabia que podia oirme. Llena de ira camine con el cochecito hacia la ventana de los leones de montañas y busque a Edward dentro de la exhibición, pero no le veía por ningún lado. Mientras presioné mi rostro contra el cristal para buscarle, escuche un rugido detrás de mi pero antes de que tuviera tiempo de voltear, el león se lanzó hacia el cristal, con sus dientes afilados, justo frente a mi rostro. Grité con todas mis fuerzas. Reflejado en el cristal, sobre mi hombro, vi a Edward riendo, muy orgulloso de si mismo. Eso explicaba el rugido...me volteé rapidamente para gritarle.
“No entré a la jaula, Bella...me quede a salvo, AFUERA de la jaula, como tu dijiste…” y luego estalló en risas. Me di vuelta tan rápido que el sombrero de cebra se cayó sobre mi rostro, dejándome ciega temporalmente. Estaba temblando de la ira, y escuchar las risas de Edward solo me hacia temblar mas, así que me costaba bastante acomodarme el sombrero.
“Todo es divertido hasta que Bella casi es devorada por un león y se queda ciega ¿verdad Edward?” grité en su dirección. Sentí sus frías manos al costado de mi cabeza, y mi visión fue restaurada solo para ver su cuerpo temblando de la risa. Emmett estaba riendo tanto que se cayó en un arbusto detrás de Edward. Sintiendo mi ira, Jasper ahogó un grito e inmediatamente llenó la zona con tranquilidad.
Testarudamente, negándome a hablar con Edward, me volví hacia Alice y Rosalie quienes estaban usando todas sus fuerzas para no reírse con los chicos. “Chicas, llevemos a los bebés a la zona para alimentar animales y dejemos a los chicos aquí.” Les lancé una mirada y me encamine a la dirección del zoo para niños. Miré por sobre mi hombro y Alice y Rosalie tomaron los cochecitos y me siguieron.
Encontré una silla a un lado de la zona para alimentar a las cabras y me senté un minuto para darle a Eddie su biberón antes de llevarlo a ver las cabras. Alice cambio el pañal de Elizabeth y Rosalie trató de darle el biberón a Elliott mientras Everett dormía. Sabiamente, los chicos caminaron lentamente dentro del zoo para niños, dándome tiempo para que me tranquilizara. Por el rabillo del ojo vi a Edward caminando lentamente hacia la banca donde estaba sentada, viéndose bastante temeroso.
“Lo siento Bella, no debí haber echo que ese león casi te matara de esa forma. Si te ayuda, realmente trataba de matarme a mi, solo que tu estabas en medio…” solo le lancé una mirada molesta. “Ok, eso entonces no ayuda. El vidrio es bastante resistente...en realidad no estabas en peligro alguno…” me miraba esperanzado de que comenzara a perdonarle. Cuadno no me derreti o cedi, trató lo unico que podia para llegar a mi. Suspiró y tomó el sombrero de cebra y lo acomodó en su cabeza viéndose apenado y ridículo. ¿Cómo podía estar enfadada con un Dios griego con un sombrero de cebra? Una pequeña sonrisa aparecio en mi rostro.
“Dame ese maldito sombrero Edward.” El suspiró aliviado de que no iba a atormentarle con la tortura que Alice le habia puesto a Jasper. Lo acomodó nuevamente en mi cabeza y me beso la frente.
“Lo siento chica cebra.” Sus ojos dorados brillaban, haciendo que mi corazón se derritiera.
“Estas perdonado. Ahora ve a llevar a Eddie a ver los animales y no dejes que ataque ningún conejo. Voy a buscar algo de comer, el humano nuevamente tiene hambre.” Me rei mientras besaba sus frios labios.
Los chicos, necesitando sumar puntos, llevaron a los bebés al zoo de niños para darnos un descanso de nuestras tareas maternales. Jasper tomó su cámara y vi varios flashes mientras comía mi pizza en la banca. Podía escucharles reír y Rosalie camino a ver que era lo gracioso. Sorprendida, se paro en la puerta unos minutos antes de volver riendo.
“Están tomando fotos de los bebés con sus cabezas en los cuellos de los animales, con lo cual parece que los están atacando. Tenemos tres fotos de Elizabeth con su boca en el cuello de una cabra negra que anda durmiendo en el suelo, un conejo y una gallina.” Todas rodamos nuestros ojos.
“¿Y por que es exactamente que los queremos?” preguntó Alice.
Ni bien dijo eso, la puerta de la zona para alimentar animales se abrió y salieron caminando los tres hombres mas apuestos del planeta, viéndose como si fueran la portada de una revista. Todos tenían unas enormes sonrisas mientras sostenían a los bebés gentilmente. Edward se pasó su mano por su cabello cobrizo, Emmett le dio un guiño a Rosalie cuando vio que le miraba y Jasper envió una gran ola de amor sobre Alice haciéndole sonreír.
Yo dejé escapar un suspiro, movi mi cabeza hacia Alice y Rosalie. “Por eso.” Eran perfectos. Perfectamente increibles, y estúpidos, y tontos, y nuestros.
“Una exhibicion mas y ya terminamos.” Anuncié. Reunimos a los bebés y nos dirigimos a la exhibición señalizada como ‘Tu jardín’ donde había animales que comúnmente se podían encontrar en los patios traseros de Norteamérica. Éramos los únicos allí, así que empujamos los cochecitos hacia el vidrio para que los bebés pudieran ver bien. Inclinándome hacia el cristal, en busca de algún animal, accidentalmente dejé caer la esquina de mi pizza sobre el exhibidor. Sin querer que esa porción de pizza se desperdiciara, un enorme mapache se acerco al cristal para reclamarlo como suyo. En ese exacto momento Everett comenzó a gritar como loco, como nunca había gritado antes–ni el ni ninguno de los bebés.
“¡Es el mapache Emmett! Mira lo asustado que esta... ¡está traumado! ¡Mira lo que le hiciste!” Rosalie alzó a Everett en sus brazos un segundo despues. “Estará emocionalmente marcado de por vida…oh, pobre bebé…shh mami no dejará que el mapache te ataque otra vez. Lamento que papi dejara que el mapache se comiera tu dedo.”
En un intento de vengar a su hijo, Emmett comenzo a maldecir al mapache, como si eso le hiciera salir corriendo. Todo lo que hizo fue aumentar su curiosidad. Se inclino sobre el cristal comiendo las sobras y mirando a Emmett. Cuando él dejo de hablar, el mapache comenzó a hacerle sonidos en respuesta. Continuaron con el dialogo vampiro-mapache por unos segundos antes de que Rosalie interviniera. “¡Emmett deja de jugar con el vil mapache y ven a hacerte cargo de tu hijo!” Emmett pasó los siguientes diez minutos tratando de calmar a Everett. Él eventualmente se tranquilizó, pero estaba extraño por todo el griterío.
Elliott aun sonaba dormido en el cochecito doble, pero los sonidos de Everett comenzaban a despertarlo, así que me ofrecí a hacer un cambio con Rose para ayudarla.
“¿Rosalie, por que no pones a Eddie con Elliott en el doble cochecito juntos ya que ambos están dormidos, y ponemos a Everett en mi cochecito ya que esta haciendo ruidos?” Edward gentilmente puso a Eddie en el cochecito doble y yo puse a Everett en el mío.
Mientras caminábamos hacia la última exhibición que quería ver, los pingüinos, vi a Mike, Jessica y el pobre Eugene aun atrapado en el cochecito, caminando lejos del hábitat de los pingüinos. Mike me vio, pero rápidamente aparto la vista, no queriendo percatarse de nuestra presencia. Edward le dio una mirada y murmuró, “Buen viaje” mientras la pareja se dirigia a la puerta principal. Mike nos dio una ultima mirada, por sobre su hombro, lo que hizo que Edward le mantuviera la vista. Siendo cobarde, Mike inmediatamente apartó la mirada y comenzó a acomodar algo en el cochecito con Eugene.
Pronto, estábamos mirando los pingüinos nadando alrededor y chapoteando en el agua. Se veian como pequeños torpedos mientras nadaban a velocidades increibles. Había una pequeña ventana por la que se podían ver a los pequeños pingüinos que estaban en la incubadora, así que estábamos todos allí reunidos. Me moví hacia un gigante póster donde estaban detalladas todas las especies de pingüinos que vivían allí, solo unos pocos vivían realmente en la Antártica. “Parece que no tendremos muchas opciones si vamos a la Antártica...con un poco de suerte será la variedad de pingüinos mas deliciosa.” Bromeé a Edward. El le dio un suave beso a mi cabeza.
Habiendo completado nuestro tour, pregunté. “¿Estamos listos para volver a casa?” todos asintieron con sus cabezas...habia sido un dia muy largo. “Vamos a contar rápidamente a todos, uno, dos, tres bebés…esperen ¿Dónde esta Everett?” miré a Emmett asumiendo que el lo había alzado, pero sus brazos estaban vacíos. Rosalie pego un grito así que supe que ella no lo tenía. Alice y Jasper solo sacudieron sus cabezas.
“¿Donde puede estas? Estaba aqui hace dos segundos.” Susurré. Alice se quedó quieta y sabia que estaba teniendo una de sus visiones… “Oh esas alimañas…”
POV SECUESTRADORES
Me asome por el arbusto y los observaba, esperando para atacar. Todos se veían bastante entretenidos con los espantosos bebés pingüinos que no me vieron aproximándome al cochecito.
“Esto te enseñará una leccion Cullen.” Susurré mientras tomaba el bebé “Despídete de mami y papi…” le tome de su pequeña mano moviéndola en su dirección en una especie de saludo.
Contuve mi risa, por ahora solo tenia que escapar de allí. No se lo esperarían jamás y esperaba que se pasaran el resto del día buscando por todo el zoo a su precioso, pequeño bebé, a su Eddie.
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CAP.29:
Mike Newton debe MORIR
POV secuestradores
Corrí lo más rápido que pude, con Eddie debajo de mi sudadera, hacia la puerta principal. Edward y Bella estarían furiosos, y lo mas importante, cuando mañana tuvieran que devolver el muñeco al Señor Anderson quedarían como idiotas.
Una sonrisa maliciosa se cruzó en mi rostro mientras pensaba en su humillación, cuando la vi esperándome en el auto, justo al frente de la salida, una escapatoria rápida era crucial. Me sentía mal por mentirle, diciéndole que perdí mi billetera, pero cuando viera lo que saqué estaría tan emocionado como yo. Bella le caía tan mal como a mi ese petulante de Edward Cullen. Juntos, ibamos a destruirlos.
“¡Vamonos Mike! Tenemos que llevar a Eugene a casa para alimentarlo. ¡Siento nuestra nota disminuir mientras hablamos!” gritó Jessica desde detrás del volante del auto. “¿Qué tienes escondido debajo de tu sudadera?” preguntó con sospecha.
Triunfante, sacudí el muñeco en su rostro. “¡Lo hice Jess! Robé a Eddie.”
“Genial, ahora tendremos dos mocosos que cuidar.” Me gritó mientras encendía el auto para manejar.
“No, Jess, solo escucha mi plan. Será genial, podemos tenerlo de rehén para hacer que Bella y Edward se vean como idiotas mañana cuando no tengan bebé que devolver, tendrán un cero en el Proyecto de Salud y luego nosotros podremos ser los héroes del día al ‘encontrarlo’ y podremos obtener puntos extras. Con suerte esos puntos nos darán una buena nota por el fiasco del bebé en el baúl del auto.”
“¡Mike eres un genio malvado!” Jessica lanzó su cabeza hacia atrás en una maliciosa risa. “Llevemos al mocoso a nuestra casa y descansemos un rato. ¿te vieron?”
“No, estaban demasiados ocupados tirandose besitos entre ellos como para notar algo. Se los saqué del cochecito. Soy genial…” no podia dejar de sonreir. Después de haber sido el centro de todas las bromas de los Cullen, ahora yo, el gran Mike Newton era el ultimo en reír. ¡Esto iba a ser taaaaaaan divertido!
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Bella POV
“¿Quien es Alice? ¿Quien tiene a Everett?” le rogué que me dijera. La culpa me consumia, Everett estaba en mi cochecito, él era mi responsabilidad.
“Oh, esa alimaña…” maldijo Alice en voz baja, con sus dientes apretados.
“¿Quien Alice?” chilló Rosalie, su voz llena de dolor. Emmett caminaba de un lado al otro detrás de ella y Edward y Jasper estaban haciendo lo mejor que podían para tranquilizarlo.
“¿Quien es la mas vil, la basura que camina por el planeta?” preguntó Rosalie.
Edward respiró antes de responder “Jac-“
Pero fue interrumpido por el grito de Rosalie “¡¡Mike Newton!! ¿El tiene a mi precioso y pretendido bebé? ¿Por qué se llevaría a Everett? ¿tiene tendencia suicida?”
Alice sacudió su cabeza y me miro “En realidad Bella, el pensó que se estaba robando a Eddie. No sabía que habíamos cambiado a los bebés. Quiere que saquen una mala calificación en el proyecto y pensó que si no tenían al bebé en sus manos mañana, tu y Edward reprobarían. Obviamente aun esta molesto por lo de anoche.”
Edward estaba furioso. “¡Mike Newton debe MORIR!” gruñó. Emmett tenia sus brazos cruzados por sobre su pecho y asentía con su cabeza tenebrosamente. Jasper dio un pequeño, pero entusiasta, gruñido de apoyo.
“¿Bien, como vamos a recuperar a mi bebé? ¡Cada Segundo que pasa con esa basura es un larguisimo minuto! Emmett, necesitamos pensar un plan…” Rose se lanzó a su pecho. Emmett le besó la cabeza y frotó su espalda mientras pensaba la mejor forma de lidiar con esto.
Edward rompió el silencio. “Chicos, esto no tiene que ser dificil. Estamos hablando de Mike Newton, el cerebro de maní. No puede ni buscar la salida en una bolsa de papel…”
Emmett gritó entusiasmado “¡Ya lo tengo! Necesitamos refuerzos, y ya que soy miembro honorario de la DPF (Departamento de Policía de Forks) voy a hacer unas cuantas llamadas.” Sacó su telefono y comenzó a marcar rapidamente.
Alice se inclinó hacia Edward, Jasper y yo mientras mirábamos a Emmett y Rosalie caminar de un lado al otro unos cuantos pasos lejos de nosotros. “¿Por qué cuando pasan estas cosas nuestro hermano se olvida de que puedo ver las cosas? Se donde esta. ¿Cuanto dejo que continúen con este ataque de pánico?” dijo con un pequeño bufido.
“Deja que haga la llamada por teléfono, creo que no ira nada bien, y cuando Rosalie se proponga a sacarle la piel, entonces ahí puedes salvar el día. ¿Trato?” rio Jasper.
La vos de Emmett aumentó cuando hablaba por el teléfono. “¿Myrtle? ¡Soy el suplente Emmett! ¡Tenemos una emergencia!”
“¿Cuál es la emergencia Emmett?” preguntó Myrtle molesta.
“¡Hubo un secuestro en el zoo! Esto es urgente Myrtle. Necesito refuerzos lo mas rápido posible.” Gritó Emmett a su telefono.
“¡Oh, valla! No creí que hablaras en serio. Lo siento…esta bien, déjame anotar la información… ¿Dónde diablos esta mi lápiz? Estas cosas nunca pasan aquí…Ok, ahora estoy lista. ¿Hace cuanto sucedió?”
“Hace unos diez minutos. Estaba en su cochecito en la exhibición de pingüinos y después desapareció.” Respondió Emmett lo más rápido posible.
“¿Cuál es la edad y el sexo del bebé?”
Emmett comenzó a contar con sus dedos. “Es un nene, y tiene tres días.”
“¿Tres días? Es un poco pequeño para estar en el zoo…um- ok ¿Qué color de pelo tiene y ojos y cuan grande es?” Myrtle preguntó mientras anotaba la información en un papel que tenia delante de ella.
“Bueno sus ojos son marrones y su cabello es rubiecito y creo que pesa unos… ¿3 kilos?” murmuró Emmett. Rosalie asintió con su cabeza estando de acuerdo, afortunadamente para él.
“Ok ¿Qué lleva puesto el bebé?” preguntó Myrtle.
Sabiendo la pregunta, Alice se apresuró hacia ellos y tomó el teléfono “Myrtle, soy Alice Cullen, estaba vistiendo ese hermoso traje de marinero, azul con rayas, sip. Oh, y también tenia un sombrero de dos colores a juego con medias que hacían combinaban. Es de Gucci. No hay problema.” Alice se volteó y le entregó el teléfono a Emmett. “Quiere hablar de vuelta contigo suplente.”
“Si Myrtle, ¿que mas necesita? Tenemos que encontrar al pequeño de inmediato. No tienes idea lo importante que es.” Emmett casi rogaba por su ayuda.
“Bien, una ultima pregunta. ¿El bebé tiene alguna característica distintiva, marcas de nacimiento, cicatrices, pecas, algo que ayude a identificarlo?” preguntó Myrtle.
“Oh-Si, ¡hay muchas! Tiene un numero dos escrito en la cabeza con fibrón permanente y en su mano izquierda, el meñique fue arrancado ayer por un mapache.”
“¡Oh Dios mio! Eso es terrible. ¿Que clase de padres dejan que su pequeño recién nacido se acerque a un mapache? ¿Y quien le escribe en su cabecita? Creo que tendremos que investigar a estos padres, ¡deben ser culpables de abuso de menores! El pequeño de seguro esta mejor con los secuestradores...a todo esto, ¿quienes son los padres?” ladró Myrtle.
“Bueno...esto...yo soy su padre y Rosalie es su madre, Myrtle. Estoy un poco ofendido por las cosas que acabas de decir sobre mis habilidades paternales, estamos haciéndolo lo mejor que podemos bajo las circunstancias y tratamos con fuerzas, pero a veces las cosas simplemente suceden…” respondió Emmett apresurado, su voz había aumentado un octavo mientras hablaba con Myrtle.
“¿Tu eres su padre? ¿Emmett, es sobre los locos muñecos de la escuela? ¿Perdiste el muñeco y necesitas ayuda de la DPF para encontrarlo? Esto es una locura...no puedes desperdiciar nuestro tiempo de esta manera Emmett. ¡¡Casi pongo una alerta por un jueguete!! Necesito hacerle una llamada a Charlie.” La voz de Myrtle era cortante a este punto.
“¿Sabes que Myrtle? Lamento haber desperdiciado tu tiempo, no te preocupes por llamar a Charlie, lo haré yo mismo ahora. Si mis hermanos de la DPF no me ayudan entonces parece que mi familia y yo tendremos que hacer justicia por mano propia.” Gritó Emmett mientras cerraba el teléfono.
“¿Entonces no van a ayudarnos? Ahora que haremos...” Rosalie se dejó caer al suelo. Me acerqué a ella y pasé mi brazo por sobre su hombro.
“Rose, lo lamento, lo encontraremos. Alice, diles donde Mike llevó a Everett, por favor.” La diversión había llevado demasiado tiempo. Era hora de recuperar a nuestro sobrino.
“Mike y Jessica se dirigen a su casa. Como Edward dijo, no es una mente brillante del crimen, solo de medio alcance. El está bien Rosalie, acababa de comer y de ser cambiado. Estará bien hasta que lleguemos allí.” Cuando Alice habló, sentí a Rosalie relajarse debajo de mi brazo. Enfocando toda su energía en buscar a Everett, se puso de pie de un salto.
“Necesitamos ir a casa. Emmett, necesitaremos el patrullero...y las pistolas. Vamos a buscar algunas cosas. Nos encontraremos en casa en diez minutos.” Dijo Rosalie mientras volvía a poner a Eddie en mi cochecito y juntaba todas sus pertenencias y se dirigía a la puerta principal.
“Iremos detrás de ti Rose…estaremos en casa en diez minutos.” Le saludó Alice mientras se volteaban para ir hacia la puerta.
“Edward, ¿Rosalie dijo algo de pistolas? Eso es una mala idea...” murmuré nerviosa.
“Mike se lo buscó Bella. Solo un idiota se metería con Rosalie y Emmett. Ahora va a sentir toda su ira...y son pistolas de pintura, no pistolas de verdad.” Se rió ante mi confusión y rápidamente puso el cinturón de seguridad del carrito de Eddie y me apresuró hacia la salida.
Vi a Jasper y Alice corriendo hacia el auto, poniendo rápidamente a Elizabeth en el asiento del auto y manejando fuera del estacionamiento. Me quedé helada cuando llegué a mi Camaro. La brillante capa de pintura estaba opaca y marcas que, por lo que supe por Jasper, eran besos.
“¿Que le hicieron a mi auto? ¿Lo besuquearon? Es un asco.” Di una mirada sobre mi hombro y vi a los empleados del aparcamiento reunidos en la parte trasera de un auto. “Utedes- si, hablo con utedes, ¡vengan aqui ahora mismo!” grité. Edward solo sonrió y continuó acomodando a Eddie en el asiento trasero y el cochecito en el baúl del auto. Aparentemente, tenia demasiada seguridad sobre mi capacidad para hacerme cargo de estos tipos.
“Si señorita, ¿hay algún problema?” dijo un chico lleno de granos en el rostro, que debería ser dos años menor que yo.
“Si, hay un problema. Mira mi parabrisas. ¿Alguno podría explicarme eso?” extendí mi dedo para señalar las marcas de besos en el parabrisas. Encontré un largo camino que avanzaba hacia el capó y pegue un grito. “¿Quién de ustedes LAMIÓ mi auto?”
“Um...nosotros no tenemos idea de lo que esta hablando…” todos se removían nerviosamente mientras Edward aparecía del baúl y se paraba a mi lado, sonriendo.
“Caballeros.” Dijo Edward asintiendo con su cabeza. “Creo que la señorita les preguntó algo. ¿Alguno podria contestarle?”
Todos se quedaron inmóviles, mirando a Edward. Tenía una sonrisa malévola mientras los miraban, aguardando silenciosamente su respuesta. Se rió para si mismo, probablemente escuchando sus aterrorizadas mentes. Miró al chico de granos, alzó sus cejas y dijo “Lo haría, si fuera tú. No dejes que la chica cebra te engañe, puede ser un montruo si se lo propone.” En respuesta a alguna pregunta que el chico estaba analizando.
El chico miró a los otros, se quitó la camisa y comenzó a limpiar las marcas de los labios de mi auto. Los demás le siguieron, haciendo lo mismo, añadiendo “Lo sentimos mucho señorita…no sabemos que nos ocurrió…lamentamos haberle faltado el respeto a su auto.”
Dos minutos después, el brillo de mi auto había vuelto, los empleados del estacionamiento nos dieron unos cupones de estacionamiento gratis para nuestra próxima visita al zoo, estrecharon sus manos con la de Edward y le agradecieron por no golpearlos.
Nos llevé de vuelta a lo de los Cullen en tiempo record, para ver a Emmett y Rosalie recolectando una gran cantidad de arsenal frente en el parque delantero. Había gafas, guantes, pistolas de pintura, suficiente balas de pintura para cubrir el edificio Empire State y una pequeña pila de electrónicos.
“¿Chicos, que es todo esto?” pregunté asombrada mientras sostenia a Eddie en brazos. Sonaba dormido despues de la emocion del dia.
Alice iba de un lado al otro del parque, asegurándose de que tenían todo lo que necesitaban para la misión. Mire a Emmett y me di cuenta de que él y Rosalie, de alguna manera consiguieron trajes oficiales de la policía. Rosalie se veía como la policía mas sexy que existía y Emmett parecía como si un botón de su camisa se fuera a salir en cualquier momento.
Emmett se acercó y le dio la pila de electrónicos a Edward. Vi a Edward asentir, teniendo una conversación silenciosa con Emmett. “Vamos Bella, necesitamos estirta para la ocacion. Vamos a rescatar a Everett pronto de Mike.” Dijo Edward tomando mi mano y guiándome hacia la casa. Esme estaba sentada en el sofá con Carlisle leyendo un libro tranquilamente mientras sus hijos revolvían toda la casa preparándose para armar una guerra en la casa de Mike Newton.
“¿Se divirtieron en el zoo?” preguntó mientras pasamos por su lado.
“Si- hasta lo del secuestro… ¡pero si nos divertimos! Vamos a recostar a Eddie. Se quedará dormirdo Esme...” grité mientras Edward me empujaba hacia su habitación.
“Apresurate Edward. No te entretengas…” gritó Alice desde abajo.
Escuché a Edward gruñir suavemente mientras cerraba la puerta. Fui a recostar a Eddie en su cuna y le tapé con una manta.
Edward estaba en la cama, desanudando el cablerío que Emmett le había alcanzado antes. “¿Qué es todo eso?” pregunté.
“Es un cable. Necesito que e lo pongas y vamos a ir a lo de Mike y hacer que confiese el secuestro para que Rosalie y Emmett lo usen como evidencia con el Señor Anderson, en caso de que lo necesiten.” Edward sostuvo un pequeño micrófono con una cable largo, el cual terminaba en una pequeña caja del tamaño de un bipper.
“¡Esto sera divertido! ¡Es como uno de esos episodios de la ley y el orden o NYPD Blue!” aplaudí. “¡Preparame bebé!” me rei mientras extendia mis brazos.
Edward solo se quedo allí, inmóvil como una estatua, con el cable en sus manos. “Toma, esto…tu póntelo, te daré algo de privacidad. Solo acomoda el micrófono en tu…ya sabes…bueno, entre ellos seria mejor…pero ya sabes donde va…solo ponlo ahí.” Tartamudeo mientras movía su mano en dirección a mi pecho. “Y luego…esto…esta cosa va alrededor de tu espalda y se ata…bueno ya sabes, en la espalda…” Dios, era hermoso cuando se avergonzaba.
“Entonces déjame ver si entendí tus indicaciones explicitas.” Dije dando unos pasos hacia él., con mis manos detrás de mi espalda. “Se supone que tengo que acomodar el micrófono entre mis pechos.” Di otro paso y él saltó al costado de la cama, atrapado. “Y que pase este cable por mi pecho.” Lentamente, con mis dedos, tracé el recorrido que el cable haría. “Y que lo ate por mi espalda, y finalmente acomode la grabadora.” Me di la vuelta, dándole la espalda, con mi mano descansando en la parte baja de mi columna y le miré por sobre mi hombro y dije. “en la parte trasera de mis pantalones. ¿Me falto algo?”
“Nop.”
“¿Me ayudarias?”
“Nop.”
“Por favor Eddie...”
“No es mi nombre.”
“Por favor Edward.” Hice un pequeño puchero, el cual sabia que le costaba trabajo resistir.
“Nop.”
“Edward quítale la maldita camisa y ponle el cable o Emmett y jasper subirán a hacerlo. Bella, tienes tres minutos para volverlo loco, solo eso. ¡Tenemos que irnos!” gritó Rosalie desde abajo.
Mi puchero se transformó en una sonrisa mientras el cerraba sus ojos avergonzado.
“Solo tenemos tres minutos... ¿Crees poder hacerlo Edward?” pregunté mientras me movía frente a él, mi pecho casi tocando el de él.
Edward abrió sus ojos y me lanzó una mirada en advertencia.
“Dos minutos y cincuenta y cinco minutos Edward...será mejor que te apresures y me quites la camisa, ya escuchaste a Rose.” Bromeé, con una enorme sonrisa en mi rostro.
“Bella, no puedo.”
“Bien, yo puedo.” Dije y rapidamente desabotoné mi camisa hasta el ombligo, dejandome expuesta.
“Be...lla...creí que estabas bromeando…” dijo mientras miraba mi pecho, encantado por mi corpiño, el cual era como le había dicho antes…estampado de cebra.
“Nop. Ahora pon el micrófono entremedio de las chicas y pongamos en marcha el plan. Será mejor que te apresures, creo que oigo a Emmett subiendo las escaleras…” saque un poco el pecho, haciéndole ahogar un grito y sentarse de vuelta en la cama. Sus ojos se fijaron en los míos con tal intensidad que mi corazón cobró vida propia y mi fachada valiente comenzaba a desmoronarse mientras mi rostro se ponía rojo. Era demasiado difícil pensar cuando me miraba de esa forma y note que no estaba respirando cuando se puso de pie. No había forma de que me desmayara y me perdiera de esto, así que me obligue a respirar.
¡Dos minutos y contando Edward.” Murmuré tratando de componerme.
La voz de Emmett resonó desde el otro lado de la puerta. “¿Necesitas alguna ayuda Edward? Estaria encantado de...”
“Abres esa puerta Emmett, y estas muerto.” Dijo Edward sin alzar el tono de su voz. Sus gélidos dedos, que sostenían el micrófono, tocaron mi hombro y comenzaron a trazar un camino hacia mi pecho.
“Bella, ¿Necesita ayuda? ¿Al menos te quitó la camisa?” interrumpió la voz de Jasper, y escuché a Emmett reir.
“No, no necesita ayuda. Lo esta haciendo bien el solito chicos…” susurré, sabiendo que me escucharían y si lo decía en un tono mas alto notarían cuanto me costaba respirar mientras su mano rozaba mi pecho.
“Wow ¿lo sientes Emmett?” escuché una gran conmoción afuera de la puerta y luego pasos... “Hey Alice, ven aquí un segundo...” escuché a Jasper decir, entonces escuché la risita de Alice y una puerta cerrándose.
“Acabas de comprarnos unos cuantos minutos mas amor.” Dijo Edward mientras sostenía el micrófono en su lugar y tomaba algo de cinta adhesiva. Sus fríos dedos enviaban descargas eléctricas por mi cuerpo. “¿Cómo se siente eso?” preguntó, mirandome a los ojos.
“Fantastico...” murmuré casi coherente. El se rio.
“·Me refiero al microfono. No te duele, ¿verdad?”
“Si digo que si, ¿lo acomodarías nuevamente?” bromeé juguetonamente.
“No. Dejaré que Emmett lo haga.” Se rió.
“Mentiroso.”
“Lo se.” Se acercó más a mí, sosteniendo un extremo del cable en sus manos. La larga cuerda pasaba entremedio de mis pechos y recorría mi torso antes de moverse hacia un costado, alrededor de mi lado izquierdo. Sentí a Edward envolverme con sus brazos, y sus gélidas manos acomodar el grabador dentro de la cintura de mis jeans. Cuando su fría piel hizo contacto con la mía, di un salto.
“Lo siento.” Susurró Edward a mi oido.
“No. Estoy disfrutando cada segundo.” Me acomodé en las puntas de mis pies, presioné parte de mi pecho desnudo contra el de él y le besé. Edward respondió con más entusiasmo del que me esperaba, pero no me quejaba. Por mis cálculos, tenia otros cuarenta segundos antes de que alguien abriera la puerta y nos apresurara, así que planeaba estar donde estaba hasta que eso sucediera.
Justo a tiempo escuché a alguien llamar a la puerta. “Se terminó el tiempo...Jasper y Alice salgan también. ¿Cómo pueden actuar así cuando un miembro de la familia ha sido secuestrado?” refunfuñó Rosalie desde afuera de la puerta.
“Vamos a rescatar a nuestro sobrino y podremos continuar con esto después.” Le di un rápido besito en la mejilla y comencé a caminar hacia la puerta, abotonándome la camisa. Edward rápidamente fue a la cuna asegurándose de que Eddie estuviera dormido y vino a mi lado, ayudándome con los últimos botones, haciendo que nuevamente me ruborizara.
Salí de la puerta y bajé las escaleras justo a tiempo para ver a todos reuniéndose en el sofá, con Esme y Carlisle.
“¿Se notan los cables?” pregunté orgullosa.
“Si- pero ha sonado como si...” rio Jasper. Alice le golpeó y Emmett se dobló de la risa.
Edward pasó su mano alrededor de mi cintura y le respondió. “Bueno, querido hermano, odio ser el que te diga esto, pero tu bragueta esta abierta. Alice debió de pasarse eso por alto al apresurarse para bajar aquí. Y tienes algo de su labial alli.” Edward señaló la camisa de Jasper, justo al lado de su ombligo. “Me pregunto como llegó alli…” Dijo Edward con su voz llena de sarcasmo.
“Suficiente niños. ¿No tienen a un bebé que rescatar? Diviértanse matando a Mike Newton, y Emmett, si causas algún daño a la propiedad, vas a pagarlo tu mismo ¿entiendes?” dijo Esme.
“Si mama, tendremos cuidado. Carlisle, Tu tienes plata para la fianza en caso de que lo necesitemos ¿verdad?” bromeó Emmett.
Carlisle le echó una mirada. “¡Compórtense niños!” ordenó mientras caminábamos fuera de la puerta y nos reuníamos alrededor de nuestros autos unos instantes para repasar el plan antes de salir de la casa. Emmett y Rosalie iban en el patrullero, Alice, Jasper, Edward y yo nos metimos al mercedes y nos dirigimos a la casa de Mike.
Mike vivía en una calle desierta de Forks, la casa mas cercana se encontraba a unos 100 metros así que podríamos aterrorizarle sin interrupciones. Emmett detuvo el patrullero detrás de un enorme pino que estaba cerca de la casa de Mike. Yo estacioné el auto a un lado de él mientras Edward bajaba su ventana.
“Ve por el Bella. Sabes que hacer ¿verdad?” preguntó Rosalie nerviosamente.
“¡No te decepcionaré Rosalie! Lo prometo.” Le lancé una siniestra sonrisa. “Mike Newton va a morir hoy mismo…”
Edward se volteó y me dio un guiñó “¡Hagamoslo!”
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CONTINUARA ....
DISCULPEN LA DEMORA..ESQ CON TODO LO DEL COMIC-CON ..ESTOY MUY ...AHAHAHA HISTERICAAAA!!!
viernes, 24 de julio de 2009
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