BUENO AQUI COMIENZO CON EL NUEVO FIC Q ES APARTE DEL FIC DE MI AMIGO ERALD...ESPERO Q SIGAN LEYENDO EL D EL ....BUANO LA GENIA Q ESCRIBIO ESTE FIC OVIAMENTE NO SOY YO SE LLAMA :
"Tsuyu ryu "
ASI APARECE EN EL FORO...BUENO ELLA MERECE TOODOS LO MERITOS,,, BUENO Y ACLARO COMO SIEMPRE Q MI INTENCION NO ES ACER Q CREAN Q EL FIC ES MIO..NOOO PARA NADA ..SOLO QIERO Q LEAN ESTOS MARAVILLOSOS FICS Q ME VOY ENCONTRANDO Y Q RECONOSCAN EL TRABAJO DE LA ESCRITORA...TAMBIEN ACLARO Q LA AUTORA NO ME AUTORIZO..PERO ALMENOS NUNCA HE TENIDO PROBLEMAS CON LOS OTROS FIC Q HE SUBIDO..PORQ LO HAGO CON EL RESPETO Q SE MERECEN LAS ESCRITORAS DE ESTOS FICS...TAMBIEN LES DIGO Q ETSE FIC TIENE SU SECUELA..Y LES DIGO Q LES VA A ENCANTAR ..PORQ DESPUES ESTO SE PONE MUY TRISTE Y INTERESANTE....GRACIAS Y ESPERO SU APOYO..:)
vAniiah
CAP. 7 :
“Peligro”
El lobo negro se levantó lentamente. Aún estaba algo adolorido, pero se las arreglaría… después de todo, el chupasangre debía estar en peores condiciones. El vampiro no había cazado en todo este tiempo –lo sabía gracias a los recuerdos de Sam sobre su vigilancia-, así que sus heridas estarían lejos de curarse. El cazador solo tenía que rastrear el aroma de la chica y…
Escuchó qué alguien se acercaba, y gruñó como advertencia. Otro lobo surgió de entre los árboles; era Sam.
‘Demasiado tenso… quizás Seth tiene razón’ pensó Sam.
‘¿Quién demonios es Seth?’ preguntó el cazador, Alphonse. Sam lo miro sorprendido. ¿Podía comunicarse con él? ¿Cómo?
“Puedes…”
“Si, puedo. No preguntes… digamos que solía ser uno de los tuyos” dijo el cazador misteriosamente. Sam dudó… algo andaba mal aquí. No podía confiar en este hombre.
“Entonces, ¿ya decidiste? ¿Vas a ayudarme o no?” preguntó Alphonse. Sam simplemente lo miró; había tomado una decisión, sin importar cuanto deseara hacerlo.
“No” respondió Sam. El otro lobo lo miró furioso. “No estamos seguros de los sucesos y, como no quieres darnos más información, hemos decidido esperar hasta que las cosas estén más claras. No podemos arriesgarnos a romper el tratado por error” dijo Sam. Después de todo, si alguien iba a iniciar una guerra, él prefería que fueran los vampiros. El cazador gruñó.
“¿Mis heridas no son prueba suficiente?” preguntó.
“Bueno, si me dijeras exactamente lo que pasó…” dijo Sam, confiado. Sabía que Alphonse no deseaba dar detalles, lo que era motivo suficiente para sospechar.
“¡Tu eres un traidor también! ¡Te pones del lado de los chupasangre contra tu propia gente!”
“No estoy seguro de que tu seas parte de ‘mi gente’” respondió Sam con calma. Alphonse había dado a entender que era un descendiente de la tribu, pero podía estar mintiendo también.
“Bien. No te necesito. Lo haré yo solo, como siempre” dijo el otro lobo. Sam suspiró; Alphonse estaba loco si creía que podría derrotar él solo a un vampiro… pero quizás, tomando en cuenta la historia de Seth, sí podía. Pensar en Seth hizo recordar a Sam lo que quería decir. Su única advertencia como líder de la manada.
“Honestamente, no me importa si lo matas o no. Pero debo pedirte algo… no lastimes a la chica. Bella Swan NO debe resultar herida, o te las verás con nosotros” dijo Sam. El otro lobo lo miró con una mezcla de furia y sorpresa. ¿Había dicho algo malo?
Lo había hecho. Alphonse vio en su cabeza la imagen de la chica, Bella Swan… había escuchado ese apellido antes, cuando llegó. Gruñó de placer; ahora no solo tenía su aroma, sino un nombre que rastrear. Sin responder a la advertencia de Sam, se alejó corriendo. Su venganza estaba cerca.
BPOV
Estaba muy preocupada por Edward.
Habían pasado ya dos días desde que fui a La Push y escuché la advertencia de Seth. Había conseguido evitar que Edward saliera de caza, y hacía todo lo posible por mantenerlo cómodo, pero era obvio que no estaba bien. Cada vez le resultaba más difícil fingir que estaba bien; en ocasiones lo veía hacer gestos de dolor, a pesar de sus esfuerzos. Sabía que necesitaba alimentarse para recuperarse, pero no podía dejarlo salir y arriesgarme a un encuentro con los hombres lobo.
Suspiré, apretándome aún más contra él. Él suspiró también; como estaba lloviendo afuera, no quería que estuviera tan cerca… creía que me congelaría. Vampiro tonto; eso no me importaba siempre y cuando estuviera en sus brazos, debería saberlo. Acaricié su pecho, disfrutando como siempre la suavidad de su piel y la perfección de sus músculos. Continué hasta encontrar el vendaje que usaba para cubrir su costado herido… aún era extraño verlo ahí; para mi, Edward era invencible –como cualquier vampiro- y esa venda lucía simplemente fuera de lugar en él. La toqué con suavidad, tratando de ver qué tan mal estaba… él se movió casi imperceptiblemente.
“¿Te duele mucho?” pregunté, mirando su hermoso rostro. Sonrió, como hacía siempre que preguntaba eso.
“No te preocupes, Bella. Estoy bien” dijo. Ahora estaba molesta… ¿Por qué no podía admitir que no estaba bien?
“¡No, no lo estás! ¡Deja de pretender que así es!” dije. Edward suspiró. “Mira, sé que no quieres preocuparme, pero sé que no te sientes bien… ¿podrías ser honesto y dejar de pensar en mis sentimientos?” pregunté, con más rudeza de la que deseaba. Estaba frustrada; solo quería que se recuperara.
“No quieres que sea honesto… créeme” dijo Edward, serio. Bueno, al menos había admitido lo mal que se sentía; no era agradable, pero era la verdad.
“Lo siento. Solo quiero que te sientas mejor…” dije, abrazándolo. Él puso sus brazos alrededor de mí de inmediato. Aproveché la oportunidad y lo besé con suavidad, para luego colocar mi cabeza en su pecho.
“Yo debería disculparme, no tú. Estoy causando muchos problemas con Charlie… desearía poder salir a cazar” dijo Edward. Típico… siempre pensando en los demás en vez de sí mismo. Tan desinteresado como siempre. Entonces me di cuenta de lo que había dicho.
“¡No puedes salir aún! ¿Qué tal si te encuentras con él? ¿Qué tal si Sam decide atacar?” dije, frenética.
“Solo era una idea. Te prometí quedarme hasta que todo estuviera claro, y no pienso desobedecerte… soy tu prisionero, ¿recuerdas?” dijo con mi sonrisa pícara favorita. Le sonreí también, aunque no pude borrar la preocupación de mis ojos.
“Todo va a estar bien, Bella. No creo que Sam actúe de forma tan impulsiva” dijo, tratando de reconfortarme.
“Eso no esta bien…” dije, y él me miro confundido. “Yo debería estar reconfortándote, no al revés… tú eres el que está lastimado aquí” dije, ocultando mi rostro en su camisa. Él río, pero se detuvo de golpe. Me asusté.
“¿De nuevo? Quizás podríamos intentar con algo de medicina, tengo…” dije, pero no estaba prestando atención. Se veía… ¿asustado?
“Charlie está aquí” dijo. ¿Y? ¿Por qué era tan malo? Pareció adivinar mi pregunta. “No está solo… cumplió su promesa. Está con el doctor Snow, uno de los colegas de Carlisle” dijo con tono resignado. Yo lo miré, aterrorizada… una cosa era ocultarle la verdad a Charlie, otra muy diferente ocultar su naturaleza vampírica a un doctor entrenado.
Esto iba a ser difícil.
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CAP. 8 :
“Visitas”
EPOV
Si creía que finalmente estaba a salvo, estaba muy equivocado. Cuando Charlie no llamó a nadie en ese fatídico día, me sentí aliviado; creí que había renunciado a la idea. Debí haberlo sabido… de verdad era terco. Bella me miró con miedo; ella sabía que sería difícil ocultarle ciertas cosas a un médico. Me mantuve en silenció, escuchando la conversación del piso inferior.
“Está arriba, con mi hija” ‘Si, por extraño que eso suene’ La mente de Charlie, como siempre, mostraba su disgusto ante mi presencia. Sin embargo, había que reconocerle el esfuerzo; estaba siendo más amable. Si yo fuera humano, esos detalles hubieran resultado muy agradables… pero no lo era, lo que era el problema principal de todo.
‘Mmmm. Que extraño. Nunca había escuchado que Edward se enfermara. Carlisle nunca mencionó algo así… supongo que es reservado’ “Muy bien, yo lo sigo” los pensamientos del Dr. Snow eran potencialmente peligrosos. Había notado que yo nunca me enfermaba… quizás al menos podría usar esto en beneficio de mi familia.
“¿Bella?” dije. Ella me miró de inmediato.
“¿Si?”
“¿Podrías llamar a Carlisle?” pregunté. Pareció confundida. “Su número está en mi celular. Dile que tengo un ‘resfriado’ y que debería llamar al Dr. Snow para decírselo” dije. Esperaba que Carlisle me siguiera el juego.
“Bien. Quizás pueda decirle sutilmente lo que está pasando aquí” dijo Bella. Yo asentí; si podía hacerlo, tal vez era lo mejor. Tendría que decirles tarde o temprano. Bella salió; entró minutos después, pero no estaba sola.
Ambos hombres entraron con ella.
“Hola, Edward. ¿Cómo te sientes? Charlie me dijo que estás enfermo” dijo el Dr. Snow educadamente. Fingí un ataque de tos… no podía hacer otra cosa enfrente de Charlie. ‘Bueno, luce un poco pálido, pero nada importante considerando su color natural.’ Bien. Al menos el doctor no estaba tan impactado como Charlie.
“Es solo un resfriado. Estaba afuera cuando llovió” dije, sonriendo.
‘Dudo que sea solo eso. ¡Está helado, por amor de Dios! La mente de Charlie. Desearía que pudiera dejarnos solos. Dudaba que pudiera convencer al doctor con él aquí. Detrás de ellos, Bella me observaba con preocupación. El doctor advirtió mi mirada.
“¡Hola! Tu debes ser Bella, la novia de Edward” dijo el doctor, sonriendo. Tuve que fingir otro ataque de tos ante la graciosa escena. Bella se sonrojó –algo malo, pero yo estaba demasiado divertido para que me importara-, y Charlie hizo un gesto muy similar al mío cuando me obligó a comer.
‘Si, desgraciadamente, así es… no, espera… piensa en Bella… cálmate… no es tan malo como creías’ pensó Charlie con fuerza.
‘Bueno, hacen una bonita pareja, aunque parece que su padre no lo aprueba’ Al menos los pensamientos del Dr. Snow eran más amigables.
“Bueno, los dejo solos” dijo Charlie –gracias al cielo- e hizo un significativo gesto hacia Bella, implicando que ella debería hacer lo mismo. Sin embargo, ella se quedó.
“Dime, Edward… ¿cómo te sientes?” comenzó el Dr. Snow, dejando su estetoscopio en la mesita junto a mi cama –la cama de Bella-.
“Ha estado tosiendo mucho, y se siente algo agotado” explicó Bella, distrayendo al doctor. Perfecto. Tomé el estetoscopio en mis manos y lo rompí ligeramente. Lo dejé de nuevo en la mesa antes de que el doctor volteara.
“Bien, veamos… ¡vaya!” dijo él cuando se dio cuenta de que su instrumento estaba roto. ‘Qué extraño… No me di cuenta de que estaba roto.’ Pensó. Bella me miró y le guiñé un ojo; ella era la única que sabía lo que había sucedido realmente.
“Lo lamento, Edward… parece que está roto” dijo el doctor, disculpándose por su ‘error’.
“No se preocupe, Dr. Snow. Después de todo, si mi corazón no estuviera latiendo, yo no estaría aquí, ¿cierto?” dije, y me reí de mi propia broma. Bella me imitó.
“Tienes razón” dijo el doctor. Si supiera… “Bueno, entonces voy a revisar tu temperatura, ¿de acuerdo?” continuó. Rayos. Esa era difícil.
“¡Que coincidencia! Acabo de revisarla, minutos antes de que usted llegara” dijo Bella. Estaba mejorando en su habilidad para mentir… soy una mala influencia para ella. El doctor parecía confundido. ‘Bueno, parece que ella lo ha cuidado bien… me pregunto porque Charlie está tan preocupado’. Bueno, porque me tocó y sintió mi piel helada… solo eso.
“Bien, entonces solo voy a hacer un chequeo rápido” Ahora pasemos al problema número 3. Aún estaba pensando en una forma de evitarlo, cuando el teléfono del Dr. Snow sonó.
“¿Diga? ¡oh, hola, Carlisle!” dijo. Suspiré aliviado. Mi padre sí que había llamado a tiempo. Escuché la conversación en su cabeza.
“Hola. Bella me llamó hace un momento. ¿Estás con ellos?” La voz de Carlisle sonaba tranquila. Su sonido me tranquilizó, solo un poco.
“Si. Su padre me dijo que Edward estaba enfermo y vine a revisarlo”
“Oh, si. No te preocupes, es solo un resfriado. Yo mismo lo revisé antes de irme. Traté de convencerlo de que me dejara quedarme, pero ya lo conoces… no quería que me perdiera mis vacaciones, y no era nada serio” dijo Carlisle.
“¿De verdad? Entonces no debió haber salido a la lluvia…” dijo el Dr. Snow. Carlisle se mantuvo en silencio; estaba fingiendo sorpresa.
“¿Qué hizo qué?” dijo Carlisle, fingiendo estar molesto. De nuevo tuve que ocultar mi risa. “Supongo que debí haberlo sabido… solo dile que se tome su medicina. Lamento la molestia” concluyó. El Dr. Snow me miró con desaprobación. ‘Debió haber obedecido a su padre’.
“De acuerdo. No te preocupes, se lo diré” respondió el doctor.
“Gracias. ¿Puedes decirle que voy a llamarlo más tarde?”
“Claro. Nos vemos”
“Hasta luego, y gracias de nuevo”
El Dr. Snow guardó su celular en su bolsillo de nuevo. Suspiré aliviado. Bella me sonrió detrás de él.
“Vaya, Edward, deberías haber escuchado a tu papá. Dice que sigas tomando tu medicina. Supongo que la tienes aquí, ¿cierto?” dijo. Yo asentí… si, claro. “Muy bien. Me pidió que te dijera que llamará más tarde… supongo que eso es todo” ‘Quizás debería revisarlo de todas formas… no, creo que Carlisle quiere atender a su hijo personalmente. No lo culpo; cualquier padre se sentiría igual’ Gracias al cielo. Se lo creyó.
Una vez que se fue –y que Charlie se marchó a visitar a Billy- Bella y yo suspiramos. Estuvo cerca. Muy cerca.
“Bueno, eso estuvo cerca” dijo ella. “Por un momento creí que Carlisle no llamaría a tiempo”
“Si, yo también. Por cierto… ¿qué te dijo?” pregunté.
“Bueno, está muy preocupado. Creo que escuché la voz frenética de Esme junto a él… como sea, dijo que te llamaría para saber los detalles” dijo Bella. Por supuesto, Esme estaría angustiada. Me sentí culpable por eso. De pronto, mi celular sonó. Respondí de inmediato, pues seguramente estarían preocupados.
“Muy bien, Edward. Dímelo todo” dijo él, con un tono de evidente preocupación. Respiré profundo, y comencé a hablar.
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El cazador estaba cerca de su presa, podía sentirlo. Había resultado fácil encontrar la casa de la chica; su padre era el jefe de la policía, y su aroma era lo bastante claro para seguirlo. Llegó al mismo tiempo que su padre y otro hombre entraban en la casa. Bien. Ahora sabía exactamente donde buscar. Esperó con impaciencia bajo la lluvia constante… esos dos hombres no tenían porque involucrarse, no sabían nada. Esperaría hasta que se marcharan. Finalmente, los dos salieron momentos después. La chica y su novio chupasangre estaban solos, y él estaba herido… con un gruñido de placer, avanzó hacia la casa
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CAP. 9 :
“Separación”
CarlislePOV
Miré a través de la ventana de mi auto, tratando de calmarme. Cuando Bella me llamó, todos decidimos regresar de inmediato a Forks. Cuando llamé a Edward, ya estábamos a mitad del camino. A mi lado, Esme lucía preocupada –razón suficiente para tratar de calmar mis propias emociones-; la única evidencia de su ansiedad era la forma en que sus manos se movían en su regazo, sujetando cualquier cosa a su alcance. En el asiento trasero, Alice y Jasper estaban en la misma situación (gracias al cielo, Rosalie y Emmet viajaban en su auto)… Alice no podía creer que no hubiera visto nada, y estaba muy molesta por ello. Sentí pena por Jasper; después de todo, él sentía no solo su propia preocupación y miedo, sino el de los demás.
“¡No puedo creerlo! ¿Por qué no nos llamó? ¡¿Qué estaba pensando?!” dijo Alice. Estaba prácticamente gritando. Jasper suspiró.
“Quizás creyó que estaríamos en peligro” dijo él.
“¡Grandioso! ¿Por qué tiene que comportarse así? Debió saber que no podría ver nada… ¡Debió haberme dicho! ¡Argh! ¡Él sabe lo frustrante que es no ver!” continuó Alice. Finalmente, Jasper se dio cuenta de que no podría calmarla, a pesar de su talento, y se enfocó en el camino.
A mi lado, Esme volteó a verme. Si pudiera producir lágrimas, seguramente estaría llorando.
“Espero que Edward esté bien. No debimos dejarlo solo” dijo Esme. Por supuesto, estaba pensando como la madre que era para él. Yo había estado reticente también pero, después de todo, Edward tenía un siglo de edad… confiaba en él.
“No te preocupes, Esme. Estoy seguro de que todo saldrá bien” dije, esperando que me creyera. De hecho, desde que lo había llamado, sentía que algo estaba mal… temía por él, mi primer compañero, mi hijo. Claro que no podía mostrarlo a los demás; yo era la cabeza de mi familia, el líder de mi aquelarre, tenía que ser fuerte para ellos. Sin embargo, tenía un mal presentimiento… como si algo terrible estuviera a punto de pasar. Solo esperaba poder llegar a tiempo.
BPOV
Edward y yo estábamos sentados en el sofá, viendo una película. Después del incidente con el doctor, ambos necesitábamos algo para relajarnos. Después de un rato, nos estábamos riendo de todo el asunto. Se sentía tan bien estar ahí, junto a él, con su brazo protector alrededor de mis hombros. Me hizo olvidar por un momento que debería estar preocupada.
“Dime, ¿Qué estaba pensando Charlie cuando el doctor dijo que era tu novia?” pregunté, curiosa. La expresión de mi padre había sido graciosa. Edward rió.
“Estaba imaginando la idea de nosotros dos en tu habitación de nuevo… honestamente, no creí que pensara tan mal de mí” dijo sonriendo.
“Bueno, tiene unos cuantos prejuicios, ¿no crees? Además, cualquier padre se preocuparía… imagina a Esme en la misma situación” dije, sonriendo. SI Esme fuera humana, y SI sus hijos fueran tan débiles. Edward rió de nuevo.
De pronto, las luces se apagaron. Afortunadamente aún había algo de luz de día afuera, pero me acerqué más a Edward. Seguramente mi novio vampiro no se sentiría asustado por la oscuridad, ¿verdad? Sin embargo, me sorprendí al sentir que su cuerpo se tensaba. Al principio creí que lo había lastimado, pues sus heridas seguían ahí, pero al ver su rostro supe que no era así… se veía muy serio; me hizo recordar aquella vez en el claro, cuando James había mostrado su deseo de matarme.
“¿Edward?” pregunté.
Antes de que pudiera responder, una enorme figura emergió desde la ventana. Un lobo negro y fiero. Edward inmediatamente me sujetó y me empujó lejos de su camino, gruñendo ferozmente al lobo. Se parecía mucho a Sam, pero la reacción de Edward me hizo ver que se trataba del cazador, el que lo había herido. El lobo nos atacó de inmediato; Edward me empujó detrás de él y atacó también.
“¡Edward, no!”Grité, aterrada. Aún estaba herido, ¿Cómo iba a atacar? Pero ambos habían comenzado a luchar. Edward consiguió golpear al lobo con tal fuerza que lo lanzó contra la pared. Incluso creí escuchar un tronido… ¿le había roto los huesos? Edward sujetó mi mano y casi me arrastró hacia afuera.
“¿Estás bien?” preguntó. De nuevo, me molestó un poco su actitud desinteresada, pero estaba tan impactada que solo asentí. Entonces él buscó entre los árboles frente a nosotros, pero yo no tenia idea de qué. De pronto, se detuvo. Había encontrado lo que esperaba.
“¡Seth!” gritó. ¿Seth? ¿Qué estaba haciendo aquí? Pero, por supuesto, vi al lobo color arena emerger del bosque. Me pregunté porque estaba aquí… como si adivinara mi pregunta, Edward explicó con rapidez.
“Sam no confía en el cazador. Envió a Seth aquí para asegurarse de que no te lastimara” dijo. Fruncí el ceño; podía ver hacia donde se dirigía su plan. “Tu te iras con él, yo me encargaré del cazador” dijo. Justo lo que me temía.
“¡No! ¡Por favor, no te vayas!” le rogué. No podía escuchar al cazador dentro de la casa, pero estaba segura de que saldría pronto. Seth miró a Edward.
“Prométemelo” le dijo él. Seth movió su enorme cabeza para asentir.
“No, Edward. ¡No lo hagas! ¡Por favor!” rogué de nuevo. No podía dejar que se fuera solo, ¿Qué tal si…? No, no podía enfrentarse al cazador, no así, no en su condición actual. Comencé a llorar. Edward tomó mi rostro entre sus manos, acariciando mis mejillas para limpiar las lágrimas.
“No te preocupes, Bella. No va a hacerte daño…” comenzó, pero lo interrumpí.
“¡No estoy preocupada por mi!” le grité.
“Todo estará bien. Yo estaré bien. Te lo prometo… te veré después, ¿de acuerdo?” dijo tratando de calmarme. Después, me besó apasionadamente, y yo lo rodeé con mis brazos para responder. A pesar del mareo habitual, pude notar que él estaba asustado también, y que me estaba besando como despedida. Me rehusé a creerlo, pero ¿y si así era? ¿Y si ese horrible lobo mataba a Edward? La idea envió nuevas lágrimas a mis ojos. De repente, Edward interrumpió el beso.
“Esta despierto. Deben irse ahora” dijo, la urgencia obvia en su voz aterciopelada. Antes de que pudiera hacer algo, me levantó y me colocó a lomos de Seth. Normalmente, eso me hubiera avergonzado, pero ahora tenía otras cosas en la cabeza.
“Te veré después, lo prometo” me dijo Edward, y sus ojos negros estaban llenos de amor y convicción. Sabía que estaba dispuesto a luchar para regresar a mí. “¡Vete, Seth! ¡No lo olvides!” dijo Edward. Seth gruñó y lo miró de nuevo.
“Si, tu también. No te preocupes, lo haré” dijo Edward. Entonces Seth comenzó a correr al tiempo que una figura negra salía de mi casa. Volteé a verla. Edward empezó a correr en una dirección diferente, y el lobo lo siguió. Sin embargo, giró su enorme cabeza negra para verme por un segundo antes de desaparecer en el bosque, corriendo detrás de mi Edward, de mi amor, de mi vida.
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CONTINUARA ..... COMENTEN PLEASE !!
sábado, 22 de agosto de 2009
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wuauau q buen capi peroo no pobte edward espro q todo salga bm estupido lobo cuale s su maldito problema xd espero q la familia de edward llege prontooo espero el otro capi no te demoress en subirlo xd bay
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