sábado, 19 de septiembre de 2009

FANFICTION..."BATALLA DE AMOR"...CAP. 8 Y 9 ..!!

ESTE FIC SE LLAMA "Batalla de amor "..ES LA SECUELA DE EL FIC Q ANTERIORMENTE ABIA SUBIDO, SE LLAMABA " CUIDAR DE TI" ESTA DEMAS DECIR Q NO E SMIO Q LA GENIA Q LO ESCRIBIO ES

"Tsuyu ryu "

TOOODOS LOS MERTITOS SON PARA ELLA...NO ME A AUTORIZADO A SUBIR EL FIC..PERO Q QEDE CLARO Q MIS INTENCIONES NO SON MALAS..SOLO QIERO Q USTEDES LO LEAN...ES UN FIC MUY GENIALL SI NO LES GUSTA LO DEJO DE SUBIR... USTEDES AVISEN..

NOTA:
ANTES D ESUBIR EL CAPITULO..PARA LAS Q TENGAN DUDA...ESTO ES UNA SECUELA D UN FANFICTION Q SUBI ANTERIORMENTE...SE LLAMABA "CUIDAR DE TI"....ESTE FIC E SLA SECUELA....ASI Q TODOS LOS DETALLES ESTAN EN EL FIC PASADO...


CAP. 8 :

“Perdón”

BPOV

Cuando Alice me abrió la puerta, supe con certeza que algo sucedía.

“¡Hola, Bella!” dijo ella, y corrió a abrazarme. Pero sentí algo extraño. Se veía diferente; su actitud normalmente entusiasta se había ido, y en sus ojos había un leve rastro de preocupación y tristeza. Me abrazó con fuerza, como si temiera perderme.

“Hola, Alice… ¿te encuentras bien?” pregunté. Ella me soltó de inmediato y sonrió.

“Por supuesto que si. ¿Por qué lo preguntas?” dijo, como si no supiera el motivo detrás de mi reacción.

“Por nada en especial. Solo estoy feliz de verte” dije, tratando de ignorar mis pensamientos. Quizás solo estaba ansiosa. Caminamos hacia la sala, donde se encontraba el resto de los Cullen. Emmett y Rosalie estaban jugando cartas –extraño- mientras que Esme limpiaba el piano. Era algo extraño verlos así; tan… normales. Sonreí.

“¡Hey, Bella! ¿Cómo estás?” preguntó Emmett. Era siempre tan efusivo.

“Bien, Emmett. Gracias por preguntar” dije, y me sonrojé. Él soltó una carcajada cuando lo notó. Rosalie simplemente movió la cabeza para saludarme, y yo le sonreí… al menos no me odiaba tanto como antes. Esme se acercó.

“Buenos días, Bella” dijo ella. Me di cuenta de que faltaban dos personas.

“Hola, Esme… Alice, ¿Dónde está Jasper?” pregunté.

“Salió con Edward” respondió ella. Por supuesto; desde el incidente con el cazador, Esme no permitía que Edward cazara solo. Sonreí aun más; sabía que eso lo irritaba mucho. Entonces Alice sonrió también.

“Ya vienen” dijo. Sentí que mi corazón latía más deprisa, una reacción que siempre tenía cuando estaba a punto de ver a Edward. Me di cuenta de que los Cullen se estaban reuniendo en la sala; Carlisle apareció allí casi de inmediato. Si, algo andaba mal… estaba planeando como hacerlos confesar cuando una voz aterciopelada me saludó.

“¡Bella!” dijo Edward, sonriendo. Detrás de él, Jasper miraba a Alice… incluso creí ver que le hacía una seña. En un segundo, Edward estaba frente a mí. Tocó mi rostro con sus frías manos y me besó. En ese momento, lo olvidé todo: mi propósito ahí, mis preguntas, mis preocupaciones… lo único que importaba eran los suaves labios de Edward contra los míos, su dulce fragancia que llenaba mis sentidos, su hermoso rostro cerca del mío. Incluso hice un gesto de protesta cuando se detuvo.

“Y eso es un beso… ¿verdad, hermano?” le preguntó Emmett, y se echó a reír. Yo me sonrojé, pero Edward solo miró a Emmett enarcando una ceja.

“Creo que les daremos algo de tiempo” dijo Carlisle, y estuvimos solos en un segundo. Mi curiosidad despertó de nuevo; se estaban comportando muy extraño hoy. Nos sentamos en el sillón, y él colocó un brazo alrededor de mi cintura.

“Entonces… ¿tanto me extrañaste?” preguntó Edward con una sonrisa pícara. Recargué mi cabeza en su hombro.

“Sabes que si…” le dije. Él rió. “¿Puedo preguntarte algo?” dije, y noté que él se tensaba un poco. Probablemente esperaba otra discusión del tipo ‘bebe mi sangre’.

“Lo que sea, Bella” respondió.

“Cuando nos encontramos a Jacob ayer… ¿notaste algo diferente? Traté de llamarlo esta mañana, pero Billy pareció decir que no puedo verlo” dije. Vi como el rostro de Edward se volvió triste. Así que lo sabía. “¿Podrías decirme, por favor?” pregunté. Él cerró los ojos y movió la cabeza hacia un lado, como si no deseara decirlo. Cuando miré su cuello, vi algo… era muy pequeña, pero podía ver una marca allí. ¿Garras? Antes de que pudiera saber más, desapareció. Me di cuenta, conteniendo el aliento, que en realidad había sanado frente a mis ojos. No podía ser que…

“Jacob… él… ¿te atacó?” pregunté sin ocultar el dolor en mi voz.

EPOV

Escuché la voz de Bella, llena de dolor… y me sentí peor que nunca. Sin importar las circunstancias, había herido al mejor amigo de Bella; había herido sus sentimientos. Me sentí terriblemente apenado. No deseaba decírselo, pero sabía que se enteraría más tarde –Jacob seguramente se lo diría- así que era mejor si yo se lo contaba primero. Asentí, respondiendo su pregunta. Vi con arrepentimiento que sus ojos se llenaban de lágrimas… eso dolió más que cualquier cosa, más que la cicatriz, más que las heridas de Jacob.

“Lo siento mucho, Bella. No pude evitarlo… tienes todo el derecho de estar molesta conmigo” dije. Repentinamente, ella me miró con preocupación.

“¿Cómo estás? ¿Estás herido? ¿Él está…?” dijo ella, tan rápido que incluso yo tuve problemas para entenderla. Ella estaba tratando de quitarme la camisa, para ver si estaba herido. La detuve.

“Estoy bien… acabo de alimentarme. Él está vivo… no lo maté” me obligué a decir. Odiaba causarle tanto dolor. Acaricié su rostro con mi mano, limpiando sus lágrimas.

“¡¿En que demonios estaban pensando?! ¡¿Cómo pudo Jake atacarte sabiendo que yo te amo?! ¡¿Cómo pudo…?! ¡¿Qué hubiera pasado si tu…?! ¡Oh, Edward!” dijo ella, pasando repentinamente de la furia a la tristeza, y se acercó aun más a mí. La abracé mientras lloraba, deseando más que nunca poder leer su mente. ¿Estaba molesta conmigo, o con él? ¿Me odiaba? ¿Lloraba por Jacob, o por mí? Pero lo que me preocupaba más era que aun le faltaba saber algo peor…

‘Tienes que decirle’ escuché la mente de Alice. ‘Ella es fuerte’ Eso lo sabía pero, ¿Cómo causarle aun más dolor?

“Está bien, Bella… lo siento mucho. Por favor, perdóname” dije, rogando que me escuchara. Ella levantó la cabeza para mirarme con sus hermosos ojos marrones. Estaba… molesta.

“¡No empieces a disculparte, Edward! Te amenazó, ¿verdad? Cuando estuvimos en Port Ángeles” dijo. Me sorprendí; ¿Cómo podía saberlo? Creí que se pondría de su parte.

“Bueno… no exactamente. Solo dijo que haría lo que sea para evitar que yo te transformara” dije. Claro, él me HABÍA amenazado, pero no podía decírselo. Era su amigo. “Lo siento…” dije de nuevo.

“No lo digas de nuevo… yo… lo entiendo. Jacob me dijo que estaba dispuesto a detenerlo, es solo que… odio hacerle esto… quisiera que pudiera entender… odio hacerlos pelear…” dijo entre sollozos. Yo simplemente la abracé.

“¿No estás molesta conmigo?” pregunté, sorprendido. Había esperado que estuviera furiosa, y en cambio estaba siendo muy comprensiva. Eso me asustaba… me hacía pensar que estaba ocultando lo que realmente pensaba.

“¿Quién atacó primero?” preguntó. ¿Estaba dispuesta a creerme? Confiaba en mí más de lo que yo merecía, pero después de todo estaba siendo honesto.

“Nos encontramos en el bosque. Traté de razonar con él, pero ambos nos molestamos… el se transformó, y yo lo ataqué cuando él lo hizo” dije. Era la verdad: él había hecho el primer movimiento, pero ¿me creería ella? Miré sus ojos. Me creía. ¿Por qué?

“Él… tengo que verlo” dijo. Eso me hirió, pero traté de entender: ella lo quería como a un amigo –o eso esperaba yo- y seguramente necesitaba verlo para saber que estaba bien. Pero me sentí aterrado; cada herida que Bella viera en él era producto de mis manos, de mi furia. Ella pareció notar mi tristeza, pues estiró el brazo para acariciar mi rostro con su suave y cálida mano.

“Está bien, Edward. No estoy molesta contigo… solo triste… y preocupada por Jacob, también. Te perdono, tu solo te defendiste. Pero por favor, tengo que verlo; no estés triste” dijo. Me sentí miserable; ¿ella me consolaba a mí? Debió haber sido al revés.

“¿Podrías tocar algo para mí?” preguntó. Me pregunté si el shock había sido demasiado para su mente. ¿Ahora quería que tocara? No pude contener mis dudas.

“¿Estás segura de que todo está bien? Deberías estar molesta… lo ataqué… yo…” dije, incapaz de expresar con palabras lo mal que me sentía por hacerle esto. Ella colocó una mano sobre mi boca.

“Esta bien, de verdad… al principio estaba molesta, pero… sabía que algo así podía suceder. Te amo, Edward, y confío en ti. Sé que no lastimarías a nadie sin razón, y sé que Jake en ocasiones es impulsivo… por favor, toca para mí. Me ayudará” dijo, casi rogando. Entonces lo entendí… a pesar de su comprensión, se sentía mal; deseaba una distracción para controlar sus sentimientos. Sin una palabra, nos movimos hacia el piano.

Toqué su canción de cuna, esperando calmarla. Funcionó para mí también; el movimiento de mis dedos y la música lograron tranquilizarme. Ella se relajó y se acercó más a mí. Yo miraba a través de la enorme ventana, preguntándome si realmente me había perdonado… hasta que ella levantó la cabeza y besó mi mejilla. Su amor seguía ahí, y me hizo sentir extraño. Por un lado, me sentí feliz: aún me amaba, a pesar de todo; por otra parte, me sentí triste, indigno: ¿Qué había hecho yo para merecer a alguien como ella? Pero entonces recordé el consejo de Alice. Mi familia estaba esperando que yo le contara sobre el peligro que se aproximaba. Me aclaré la garganta.

“Bella, tengo algo que decirte…” comencé, pero me detuve cuando vi el movimiento repentino de una figura fuera de la casa. Era la misma que había visto antes, en la carretera.

“¿Edward?” preguntó Bella, preocupada. Antes de que pudiera responderle, sentí la misma oleada de agonía en mi pecho. Coloqué mi mano sobre él, como si eso pudiera detener el dolor. Gemí cuando aumentó aún más… ¿Qué estaba sucediendo? Escuché la voz angustiada de Bella a mi lado, pero estaba desorientado. Sentí sus brazos alrededor de mí, sus manos acariciándome, pero el dolor era demasiado fuerte.

“Por favor… basta…” dije con esfuerzo. ¿A quien? No lo sabía. Ya no era coherente.

“¡Carlisle!” escuché que Bella gritaba. Percibí la mente de mi padre, llena de preocupación y miedo.

‘Por favor, Edward ¡resiste!’ repetía. Pero entre su mente, escuché algo más… no un pensamiento, sino una intención… una mente que solo parecía pensar en su propósito: nada de pensamientos, vacío.

‘¡Mas fuerte!... haz que se desmaye… haz que desee…’ Escuché vagamente. ¿Qué desee que? Era extraño; la mente no estaba pensando en eso… lo estaba escuchando, obedeciendo. Pero el dolor aumentó aun más; ya no podía soportarlo. Caí… sentí los brazos de Carlisle, y después nada más.

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CAP. 9:

“Confesiones”

BPOV

Lo vi todo en cámara lenta. Lloraba mientras sostenía a Edward; sentí su cuerpo tensarse de dolor, oí su voz gemir… ¿Por qué? ¿Por qué tenía que sufrir así? ¿Por qué era la vida tan injusta con un hombre tan bueno? Escuché su suave voz, quebrada de dolor, rogando por ayuda… parecía estar empeorando.

“¡Carlisle!” grité asustada. Él estaba conmigo en un segundo. Sin decir nada, intentó apartar la mano de Edward de su pecho. De pronto, su cuerpo tembló, y dejó de moverse. Carlisle consiguió sujetarlo antes de que cayera al suelo.

“¡Carlisle! ¡Por favor, dime que le pasa!” rogué con los ojos llorosos. Él me miró con tristeza.

“No lo se, Bella” dijo. Antes de que me diera cuenta, todos los Cullen estaban ahí. Alice puso sus brazos fríos alrededor de mí, mientras Carlisle cargaba a Edward y avanzaba hacia el sillón.

“Quizás deberías colocarlo en la cama” dijo Esme. Su voz temblaba.

“No quiero moverlo mucho. No sabemos exactamente lo que está mal” respondió Carlisle. Me sorprendió ver que se mostraba serio, sin rastro alguno de su previa preocupación. Era la primera vez que lo veía como el líder que era.

“¿Estás seguro? Emmett podría…” dijo Rosalie. Vi por primera vez preocupación en su bello rostro. A su lado, Emmett lucía aun peor. Imaginaba que yo tenía el mismo aspecto.

“Cálmate, Bella… ¿Jasper?” dijo Alice. Fue entonces cuando noté que estaba temblando… pero pronto sentí la habitual oleada de paz que Jasper envió hacia nosotros. Hasta Esme lucía mejor.

“Alice, déjame levantarme. Quiero verlo…” dije. Ella me soltó, pero estaba a mi lado cuando me acerqué al sillón. Carlisle estaba arrodillado ahí, tocando el rostro y el pecho de Edward para tratar de descubrir lo que le sucedía. Deseaba tanto tocarlo, acariciarlo… aliviar su dolor.

“¿Puedo…?” le pregunté a Carlisle. Él me sonrió.

“Por supuesto, Bella” me dijo. Me arrodillé junto a él, y sujeté la mano de Edward… por primera vez, su frialdad me molestó. Parecía que estaba tocando un cadáver… y ese pensamiento me rompió el corazón. Me levanté, y moví la cabeza de Edward para colocarla en mi regazo, como había hecho en esa ocasión con el cazador… permanecí allí, sentada, acariciando el cabello cobrizo de Edward; maldije a ese estúpido cazador por hacerlo sufrir así. Deseé tener la fuerza de Emmett, para ir y golpear a Alphonse hasta que sintiera el mismo dolor que le estaba causando a mi Edward. Esme colocó una mano sobre mi hombro.

“Um… ¿Bella? Sé que este no es exactamente el mejor momento, pero hay algo que debes saber” dijo Alice. Me sorprendió oír duda en su voz; ella siempre estaba segura de todo.

“Alice, quizás deberías esperar…” dijo Esme, per Alice negó con la cabeza.

“Tiene que saberlo. Bella, lo que voy a decirte es muy malo, pero por favor comprende que el futuro puede cambiar, y que mis visiones no son perfectas. Tuve una visión… una visión de nuestra muerte…” comenzó Alice. Yo permanecí inmóvil mientras hablaba; la escuché describir su visión: los cuerpos de su familia, mi muerte a manos de Edward y después la de él a manos de un extraño… escuché con atención sus dudas respecto al aquelarre, el tiempo -¿dos semanas?- y el consejo de Jasper de esperar para saber más. Cuando terminó, todos me miraban. Aparentemente, creían que estaría en shock… quizás lo estaba, pero debía ser fuerte.

“¿Bella? ¡Por favor, di algo!” rogó Alice. ¿Qué esperaba que dijera? ¿”¡oh, perfecto! Al menos puedo casarme antes de morir”?

“¿Qué podemos hacer?” pregunté. Bien, esa era una buena reacción. Firme. Racional.

“Jasper dice que necesitamos saber más de ellos. Ni siquiera sabemos si están cerca en este momento” respondió Alice. Oí que Emmett gruñía suavemente; la idea no le gustaba.

“Pero… ¿no puedes ver nada más, Alice?” pregunté, desesperada. Tenía que haber una solución. Ella negó con la cabeza.

“Es siempre igual” dijo con voz temblorosa. Jasper la abrazó. Mi primer pensamiento fue cancelar la boda, pero otro me detuvo: Edward era terco. Si yo la cancelaba, él se negaría a beber mi sangre, y estaría débil cuando ese grupo llegara. Además, había prometido transformarme después de la boda, así que podría ser un vampiro para entonces; podría ayudarlos… pero entonces, ¿Por qué seguía siendo humana en la visión de Alice?

“No estas pensando cancelar la boda, ¿verdad?” preguntó Alice. Me conocía bien.

“Alice, ¿estas loca? ¿Cómo puedes pensar en una boda después de tener una visión así?” pregunté molesta. Carlisle sonrió.

“Bueno… esa es una reacción más coherente. Estaba preocupado” me dijo. Sonaba igual que Edward.

“¿Pero como puedes esperar que nos casemos con esa…?” Pregunté, pero Jasper interrumpió.

“Necesitas quedarte con nosotros para que podamos protegerte. Si no te casas antes, será difícil encontrar una excusa para que te quedes aquí. Además, será mejor así porque te buscarán aquí, no con tu padre” dijo Jasper, serio. Lo miré con asombro; había pensado en todo… de verdad era un experto. Suspiré derrotada.

“¿Cómo puedo estar feliz después de saber esto?” dije, mas para mi misma que para ellos.

“Solo trata de relajarte, Bella. Cuando se acerque la fecha, estoy segura que podré ver más” dijo Alice. Bueno, ahora tenía dos cosas de que preocuparme: la más importante de ellas descansaba sobre mi regazo.

“Alice… ¿Cuánto tiempo?” le preguntó Emmett. Ella sonrió.

“Despertará en un minuto” dijo ella.

Pronto, Edward se movió y abrió los ojos. Me miró y sonrió, pero yo aun podía ver el dolor en su mirada. Traté de sonreírle, pero dudaba que pareciera sincera. Carlisle se acercó de inmediato y se arrodilló de nuevo.

“¿Edward? ¿Cómo te sientes?” preguntó.

“Mejor… supongo” respondió. Alice puso los ojos en blanco; era obvio que habían recibido la misma respuesta antes. Mi pobre Edward, siempre intentando no preocupar a los demás. Él levantó su mano hacia mi rostro para acariciarme con suavidad.

“Lamento haberte asustado… lo estoy haciendo mucho últimamente, ¿verdad?” dijo. No pude contener mis lágrimas… me sentía tan mal por él. Tomé su mano entre las mías, y la besé suavemente.

“No te preocupes… solo recupérate, ¿de acuerdo?” le dije. Entonces él se sentó, haciendo un leve gesto de dolor ante el esfuerzo. Me di cuenta de que respiraba con dificultad de nuevo. No estaba tan bien como quería hacernos creer. De pronto, abrió los ojos de sorpresa, aterrado ante algo.

“¿Se lo dijiste?” le preguntó a Alice. Ella asintió. Él me miró de nuevo con tristeza.

“Lo siento. Quería decírtelo, pero… no quería preocuparte” dijo. Yo deseé borrar esa expresión de su rostro. Besé su mano de nuevo –no la había soltado- y me acerqué para besar su mejilla, y luego su boca.

“Está bien… estoy bien. Confío en ti. Sobreviviremos a esto juntos, ¿cierto? Todos” dije, mirando a mi futura familia. Él me sonrió y me devolvió el beso.

“Si. Juntos” dijo.

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CONTINUARA..COMENTEN !!!

2 comentarios:

  1. cuandooooo subes massss haha realmente me gusto
    pero estoy un poco perdida esto es despues de eclipse vdd??

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  2. q ondaa kien querria aserle dañoa edward y de esa formaa q ondaa q le spasa xd jkaajk esperoo el prox capi con ansiasss muerooo por saber q sigee esperoq todo salgaa bm

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