AYER ENCONTRE ESTE GENIAL FIC Y ME RECORDE DE Q YA LO HABIA LEIDO ANTES Y PENSE EN SUBIRLO DE INMMEDIATO...OVIAMENTE ACLARO Q YO NO LO ESCRIBI Y LA GENIA QUE MERECE LOS MERITOS SE LLAMA :
" Asuka Ishida "
ELLA ES LA GENIA QUE MERECE LOS MERITOS ..NO YO..BUENO ESPERO Q LES GUSTE...Y AMEN LA HISTORIA COMO YO..PORQ ME ENCANTOOO !!!YO LO HAGIO CON MUCHOO RESPETO...NO QIERO FALTARLE EL RESPETO A LA AUTORA..SOLO QIERO Q CONOZCAN SU ERMOSO TRABAJOO...LES ENCANTARAA MUAJAJJAJ..
AQUI LES DEJO EL PRIMER CAPITULO..SIN ANTES RECORDARLES QUE SUBIRE LOS OTROS FICS QUE HABIA DICHO..YO CUMPLO CON LO QUE DIGO...ASI Q NO PIENSEN QUE LO OLVIDE...OK??
XD :)
CAP.9:
. Entre el Cielo y Purgatorio .
(Bella POV)
- Bella – Amanda me llamó desde el pasillo del baño - ¿Estas bien?
Me sostuve en mis codos y miré hacia la rara mezcla de sustancias dentro del inodoro. Tan sólo verlo me producía nauseas de nuevo.
- Sí – respondí dificultosamente. La sensación de vómito definitivamente es la mas desagradable de todas.
- Voy a entrar – dijo con determinación y entró sin mas – Iug…Parece que a alguien no le cayó bien el desayuno – rió entre dientes.
- Ni siquiera probé bocado, Mandy – me pasé el dorso de la mano por la boca, limpiándome los restos, asqueada.
- Salgamos a caminar un rato - me ayudó a ponerme de pie – estoy segura de que te ayudará a sentir mejor Bells.
- Yo creo que deberías meterte en tus propios asuntos – reí débil y ella me acompañó mientras me ayudaba a caminar fuera del baño.
- Hey, mi “asunto” no está – rió – Jacob se fue a dar una vuelta con Embry y Seth. Eso quiere decir que tendremos una Tarde de chicas!
Me volteé a mirarla melancólica.
- Eso se escuchó tan Alice…- murmuré.
Me condujo a las afueras de la casa y caminamos por un rato. Observando los grandes árboles que ahora permanecían sin abrigo. El viento helado caló mis huesos y me aferré como pude al abrigo que Jacob me prestó. Llegamos hasta donde unas prominentes rocas sobresalían a una distancia considerable de una pendiente que nos dejaba admirar en toda su magnitud el valle de la reserva. Cuidadosa pero decidida, Amanda me ayudó a sentarme y ella se sentó frente a mí…
En cierta forma me hacía recordar a Alice. No por lo eufórica que podía llegar a ser algunas veces, si no por el gran corazón y la comprensión que me brindaba incluso sin conocerme bien. No debía hacerlo, de cualquier forma, sólo le he estado robando su tiempo a solas con Jake…y ese hecho no me emocionaba nada.
Si a mi no me gustó que me hicieran algo así tampoco quería hacer sentir mal a otra chica por ese hecho.
- Esa Alice que has mencionado tanto…¿Es tu amiga? – me preguntó. Tratando de sacar un tema de conversación con más éxito que yo.
- Si…podría decirse – contesté sonriendo – Es hermana de mi esposo – completé – pero la quiero como si también fuera la mía – mis ojos se anegaron de lágrimas.
- Se nota que los extrañas – su permanente sonrisa siguió intacta y el viento hizo que su cabello pelirrojo flotara grácilmente por los aires.
- No te imaginas cuanto – respondí sin pensar – todos ellos sin como mis hermanos…incluso Esme y Carlisle me tratan como una hija…
Alcé la mirada y ella me observaba con incógnita. En todas estas semanas desde que convivo con ella y Jake no he tenido oportunidad – o mas bien, predisposición – para hablar de lo que ocurrió de vuelta en casa. No era que el tema no hubiera estado a colación…solo dolía demasiado recordarlo e incluso Jake se dio cuenta. Evitándolo.
- No nos conocemos mucho…- dijo tímida – y sé que dirás que no me interesa…pero realmente quiero saber que te pasa.
- Es lo menos que puedo hacer por ti después de soportarme todo este tiempo – reí cabizbaja.
La escuché acercarse a mí y sentarse a mi lado.
- ¿Qué sucedió? – preguntó Amanda y sentí sus ojos posarse en mi nuca, pero no la veía.
- Es una historia muy larga – dije amargamente y me sequé las lágrimas.
- Y difícil, creo yo – atinó Mandy y alcé la mirada.
- Encontré a Edward besándose con otra mujer…pero – me detuve, sintiendo como las emociones se arremolinaban en mi estómago y me daban unas nauseas horrendas – no es nada mas grave…
- ¡Lo siento tanto! – se tapó la boca con ambas manos y abrió los ojos en sorpresa – no debí…lo siento, no quería…no quería recordarte nada…
- Tranquila, te dije hace un momento que es lo menos que podía hacer – le recordé y miré hacia el suelo lleno de rocas - …después de todo, no es de mi agrado ser el “mal tercio”.
- Hay Bella, cállate – me dijo y me tomó por sorpresa lo directa que esta chica puede llegar a ser – no lo has sido en absoluto. Además no tienes una idea de cuanto quería conocerte…Jacob habló tanto de ti.
- Jeje – reí en una mezcla de nervios y pena – en ese caso no te culparía por odiarme. Después de todo…creo que he sido la única que ha lastimado a Jake.
- No te odio…estuviste en una situación difícil y lo comprendo – me dijo – Al principio no entendí por que tanta reticencia contra tu novio…pero después me contó sobre los chupasangres y hombres lobo…y todo encajó.
La miré consternada. Amanda sabía que si venía aquí ya no había vuelta atrás…que sabía el secreto de los Quileute y que no podía desprenderse de ellos tan fácilmente. Eso solo significa que realmente ama a Jacob con todo lo que ello implica.
- ¿Lo sabes? – pregunté incrédula.
- Sobre los vampiros sé muy poco…-dijo en un suspiro – pero Jacob me contó todo sobre los de su tribu y cuando me contó sobre su condición – rió alegre – pensó que le clavaría un tenedor de plata – dejó de reír y esbozó una enigmática sonrisa - fue más difícil para el decirlo que para mi entender…lo veo como algo meramente secundario.
- Te entiendo – reí cabizbaja – Edward se angustió cuando le dije que no me importaba.
Recordé aquella noche, cuando estábamos en su volvo plateado después de cenar y escabullirme de esa pandilla de hombres. El rostro de Edward usualmente cubierto con una máscara de tranquilidad se rompió cuando le dije que no me importaba lo que fuera, y no tenía intenciones de alejarme de él.
- Lo amo tanto que no me importó – dije triste.
- Es en estos casos donde se aplica como con todo en la vida¿No crees? – me preguntó.
- ¿Cómo con todo en la vida? – respondí con otra pregunta.
- Si…lo importante no es lo que se ve en el exterior, si no la esencia de las personas – me dijo animada.
- Eso es completamente cierto – le dije y alcé la mirada. Amanda sonreía y me contagió las ganas de sonreír también.
Hablar de ésta forma con ella es increíble. Hemos pasado situaciones familiares – con Edward y Jacob –, hemos decidido que camino queremos incluso cuando sabemos que no podemos arrepentirnos de ello. No lo haremos y no hay vuelta atrás. Ambas amamos y somos capaces de arriesgar lo que sea por nuestros amores. Darme cuenta de eso, después de quince días era como tomar un momento de calma entre toda la tormenta interior que guardé.
Era darme cuenta de que me he engañado a mi misma. Lo quería ver. Contemplar esa sonrisa ancha y perversa que me hace desvariar, su cabello revuelto y atrayente, y sus ojos que me hipnotizan. Escuchar su voz aunque sea una última vez antes de que todo acabe para siempre.
Lo amo.
Por muy dolida que esté, lo amo y siempre lo haré.
Y aunque rompa todo dentro de mi, le daré su libertad para que sea feliz con Tanya.
- Pienso que deberías hablar con él – musitó después de un largo silencio – siéndote sincera…creo que lo que pasó no significó nada para él.
- No lo conoces – dije irónica – si no significara nada para él no lo hubiera permitido bajo ninguna circunstancia.
- Algunas veces suceden cosas que no podemos manejar – dijo seria – pero eso no significa que nosotros las busquemos…querer evitarlo es como si quisiéramos ser Dios.
-Amanda, el puede leer mentes. Pudo haberlo evitado – traté de refutarle pero me detuvo.
- Todos bajamos la guardia, Bells – dijo y me congelé – Incluso siendo lo que es…es vulnerable.
Amanda. Es tan comprensiva y lúcida. Tal vez yo debido a todo esto no he podido pensar con claridad, pero ella ha sido mi salvación. Gracias a ella me he dado cuenta de muchas cosas. Ella a pesar de no saber los detalles, ni conocer a Edward….me ha ayudado como no creí que pudiera.
Me guiñó un ojo y me dio unas suaves palmaditas en el hombro.
- Gracias – dije apenada.
- No hay de que – respondió sonriendo.
- Insisto – repetí. No soy muy de regalos materiales, pero por primera vez me nació hacerle un regalo a alguien. Tendré que hablar con Jake para preguntarle que le gusta a Amanda.
- Bueno, ya que estas de testaruda aceptaré tus gracias – rió divertida – pero me sentiría mejor si lo piensas.
- No tienes ni que decirlo – reí igual que ella.
- ¿Te parece si regresamos? – apenas me acabo de dar cuenta de cuan ansiosa estaba. Se jugaba un largo mechón de cabello pelirrojo y sus pupilas estaban levemente dilatadas.
- Amanda…no puedes ni con tu alma! – reí poniéndome de pie – Estas muriéndote por ver a Jake.
- Eh…no es cierto! – se puso pálida y se cruzó de brazos – sólo…es que….ya sabes, me preocupo…El tipo es un ocioso¡Quién sabe que locuras estará haciendo!
- Jaja – reí – si tu lo dices – dije sarcástica.
Estábamos a mitad del camino y vimos a Jacob a lo lejos caminando en dirección de nosotras.
- Jacob! – gritó Mandy con euforia y reí ante eso.
- Mandy! – le gritó también Jake y corrió hacia ella. Ella hizo lo mismo, y se encontraron en un tierno abrazo que hizo que volviera la sensación extraña en mi estómago y también en mi cabeza.
Se acercaron lentamente y se escuchó parte de lo que hablaban.
- ¿Se divirtieron? – preguntó Jake sonriendo – Espero que no, ya saben…soy indispensable para ustedes!
- Que egocéntrico eres – rió Amanda – si, nos divertimos mucho. Hablamos de cosas de chicas…
- Ah! Odio cuando dicen eso – replicó – Bella, yo sé que tu si me vas a decir que hicieron…
Caminaba lentamente hacia ellos, usando todas las fuerzas que tenía.
- ¿Bella? – escuche difícilmente.
(Jacob POV)
- ¿Bella? – Amanda se acercó a ella.
Algo inusual estaba pasando con Bella. Desde el día que llegó ha comido mas de lo normal y esa NO ES la Isabella Swan – bueno, ahora Isabella Cullen – que conozco. A Bella le causaba repulsión el tocino y eso ha estado cenando cada noche en casa de mi padre. Sin contar que ese olor a Cullen la seguía a todas partes incluso después de medio mes con nosotros.
Adora mismo parece un cadáver por lo pálida que está.
- Jacob – de nuevo, la voz de Mandy me llamó. Estaba preocupada por Bella y no me sorprendía. Desde hace mucho supe que se llevarían bien, aunque sean completamente diferentes – no se ve nada bien.
- Nah, no es cierto – bromeé y me acerqué – solo se está haciendo.
- Jacob! No es momento para jugar – me dijo duramente Amanda. Me volteé hacia ella sorprendido por como me habló…definitivamente, Bella no estaba queriendo llamar la atención.
Bella nunca ha querido llamar la atención de las personas.
- Hay que llevarla al hospital – dijo Amanda.
- Ca…Carlisle – susurró Bella con esfuerzo.
- Te llevaremos con un él, tu solo descansa Bella – le dije y la tomé en brazos. Halé a Amanda como pude y ella me seguía pegada a mí.
- ¿Carlisle? – murmuró Amanda en pregunta.
- El padre de la sanguijuela – dije sin más. No odio a Cullen ni nada…pero seguirá siendo una sanguijuela – es doctor.
Nos subimos al Jetta de Amanda y me debatí en donde recostar a Bella. Me da tanta rabia lo idiota que soy en estas situaciones.
- No te preocupes – me dijo Mandy dulcemente – iré con Bella en el asiento trasero.
- No sabría que hacer sin ti – le dije y como pude le di un beso en la frente.
Ella entró y se sentó y recostó la cabeza de Bella en su regazo.
Encendí el motor pensando en lo predecible que sería la escena en el hospital. Aunque admito que será divertido ver a las sanguijuelas después de varios meses de ausencia.
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CAP.10:
. Síntomas .
(Carlisle POV)
Es un día común y corriente en el Hospital Comunitario de Forks. Llegué a la hora de costumbre y di unas cuantas consultas sin relevancia – una gripa, infección estomacal, entre otras enfermedades – a excepción de mi hartante paciente, la Sra. McKenzie que esta vez uso su gran imaginación al inventar que le salió un horrible brote de hemorroides (claro, como pretexto para hablar conmigo) pero me deshice de ella al recomendarle a otro colega y meterla a regañadientes a su consultorio.
En defnitivia, un día normal en el Hos…
- Doctor Cullen – entró Whitney, una de las enfermeras en turno y me volteé hacia ella girando en mi silla reclinable de cuero que mi dulce Esme me regaló – tiene una emergencia familiar.
- ¿Emergencia familiar? – pregunté dejando caer mi pluma.
Me pregunto que es lo que ahora sucedió. Espero que Emmett no haya fundido DE NUEVO la instalación eléctrica de la casa al tratar de encender uno de esos raros –y perversos- aparatos con Rosalie en sus sesiones amorosas. O Jasper haya vuelto locos a sus hermanos al soltar una ola de emociones revueltas…de nuevo.
Solté un suspiro y tomé el teléfono. Pero la enfermera seguía ahí parada. Volteé a verla y le sonreí en señal de agradecimiento. Pero nada…¿Qué estas chicas no saben de privacidad?
- Eh…Gracias Whitney, en un instante contesto la llamada – le dije con una sonrisa.
- Disculpe Doctor Cullen, pero me temo que no es una llamada exactamente – buscó entre sus carpetas de expedientes y sacó una para dejarla sobre mi escritorio.
Leí el nombre pero tuve la necesidad de tomarla yo mismo y releer de nuevo.
Isabella Marie Cullen.
Dejé la carpeta en mi escritorio y salí dejando un lado a Whitney. Vaya joven humana, hubiera sido mas sencillo si desde un principio me informaba de que una de mis hijas estaba en el hospital….de hecho si Alice o Rosalie vinieran no estaría tan preocupado. Pero Bella…era diferente.
Me desplacé muy poco para llegar a la recepción dado que no es un hospital muy grande. Bella estaba en una silla de ruedas, recargando la cabeza sobre una almohada. Desmayada y pálida. Pero no estaba sola: Jacob Black estaba aparragado sobre la recepción y una joven que no conozco, pelirroja, permanecía al lado de Bella.
- ¡Ya le dije que deben atenderla!...- gruñó Jacbo a la recepcionista – ¿No ve que esta desmayada?
- Lo siento chico – dijo la señora Bound – pero necesito que llenes los papeles.
- No será necesario – dije audiblemente y la Señora Bound tartamudeó un poco.
- Pero..pero..Doctor Cullen – balbuceó tontamente – usted sabe las políticas del hospital…
- Las conozco muy bien Señora Bound, gracias – le dije cortésmente – pero verá, necesito una habitación para mi hija.
- Oh….disculpe, yo no sabía…este chico – se puso nerviosa pero no era algo propio de esta situación.
- Prepárele la habitación 7 y requiero de un gotero de suero y algunas agujas – le dije sonriéndole – Gracias.
- Enseguida, Doctor Cullen – la señora corrió despavorida.
Jacob Black se volteó hacia mí y me miró indescifrablemente. Su acompañante se quedó en el mismo lugar con una mano en el hombro de Bella.
- Ella pidió que la trajéramos contigo – dijo serio.
- Te lo agradezco mucho – le contesté sincero y aliviado al que haya aceptado la petición de Bella.
Me acerqué a la silla de ruedas y alcé a Bella sin esfuerzo alguno. Su peso disminuyó un poco, y por los síntomas exteriores puedo asegurar que presenta una leve anemia. Pero, por supuesto es una mera suposición.
Llegamos en muy poco a la habitación y la deposité con cuidado en la cama, dejando su cabeza reposar en una de las almohadas ortopédicas. El gotero de suero ya estaba ahí tal y como lo ordené; un poco de suero hará que en unas horas recupere el conocimiento por completo. Le tomé la mano más cercana y con delicadeza introduje la intravenosa, al terminar parché con cuidado el área con un cuadro de micro poro.
Puedo a simple vista que Bella se ha sentido fatal tanto física como emocionalmente desde el incidente en la casa, pero sus síntomas me dejan muy pocas posibilidades sobre que es lo que tiene en estos momentos.
La observé, sin saber por qué Edward, que posee tanto autocontrol e inteligencia dejó que la situación con Tanya tuvo tantas repercusiones…si lo analizo profundamente, yo como jefe dela familia también tuve parte de la culpa al no caer en cuenta de la verdadera naturaleza de la visita de la hija de Eleazar.
Sonreí enternecido, y le acomodé el cabello a Bella. Salí y con sumo cuidado cerré la puerta. Aún teniendo una vaga idea de los síntomas de Bella – y para eso tengo que hablar con el joven Black – es necesario hacer un análisis de sangre.
- ¿Está bien? – preguntó Jacob, que se había quedado en la sala de espera en compañía de su amiga.
- Lo estará seguramente – admití – pero díganme¿Han notado que está enferma últimamente?
- Bueno…hoy vomitó – dijo firme la joven pelirroja – estábamos por desayunar, pero con solo ver la comida se puso verde y fue corriendo al baño.
- Sí – ahora habló Jacob – todo es mas bien por la comida. Come cosas que Bella JAMAS comía antes.
- Ya veo…-dije, pero la verdad es que tampoco entiendo que es lo que tiene – lo mas recomendable es que le hagan exámenes de sangre.
- ¿Qué? – Gritó Jacob – TU le harás exámenes de sangre?!
Entrecerré los ojos, sabiendo a lo que el chico quería decir.
- Sí – dije sonriendo forzadamente – en un laboratorio clínico ¿Comprendido?
- Ah…bueno, eso – suspiró aliviado – es otra cosa.
- Ya le he puesto algo de suero – dije – despertará en unas horas. Les recomiendo que regresen a sus casas, estará en buenas manos.
- Eh…uh, gracias sanguijuela – dijo y no me importó como me llamó.
- Gracias, por favor cuídela mucho – me dijo son una sonrisa de preocupación la chica pelirroja – vendremos a verla después.
- Ella estará encantada de verles – dije sonriendo.
Se dieron la media vuelta y caminaron hacia la salida, tomados de la mano.
Creo que después de todo no es su amiga.
Como autómata metí la mano al bolsillo de la bata blanca y saqué el celular. Busqué en la memoria y llamé a casa.
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CONTINUARA....COMENTEN...
GRACIAS ;)
lunes, 19 de octubre de 2009
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wuauu me huele a baby xd jkajkaja esta bueno este fic espero el proximoo capii okis no demores en subirlo bay
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