sábado, 17 de octubre de 2009

FANFICTION.."CELOS"...CAP.3 Y 4 :

AYER ENCONTRE ESTE GENIAL FIC Y ME RECORDE DE Q YA LO HABIA LEIDO ANTES Y PENSE EN SUBIRLO DE INMMEDIATO...OVIAMENTE ACLARO Q YO NO LO ESCRIBI Y LA GENIA QUE MERECE LOS MERITOS SE LLAMA :


" Asuka Ishida "

ELLA ES LA GENIA QUE MERECE LOS MERITOS ..NO YO..BUENO ESPERO Q LES GUSTE...Y AMEN LA HISTORIA COMO YO..PORQ ME ENCANTOOO !!!YO LO HAGIO CON MUCHOO RESPETO...NO QIERO FALTARLE EL RESPETO A LA AUTORA..SOLO QIERO Q CONOZCAN SU ERMOSO TRABAJOO...LES ENCANTARAA MUAJAJJAJ..
AQUI LES DEJO EL PRIMER CAPITULO..SIN ANTES RECORDARLES QUE SUBIRE LOS OTROS FICS QUE HABIA DICHO..YO CUMPLO CON LO QUE DIGO...ASI Q NO PIENSEN QUE LO OLVIDE...OK??
XD :)

CAP.3:

Un ambiente lúgubre reinaba dentro de la lujosa camioneta de Jasper. Rosalie sentada en el otro extremo del asiento miraba por la ventana y sus hombros tensos parecían roca. Jasper con la vista en la carretera y Alice masajeando nerviosamente la rodilla de su esposo.

- Alice, cariño – susurró con voz trémula Jasper en un tono audible para mi – me estas volviendo loco – señaló en dirección a la carretera, sus manos blancas temblaban.

- Lo siento, Jazzy – levantó grácilmente su muñeca. Escuché como tronaba sus dedos.

- ¿Qué sucede? – pregunté. Entrecerré los ojos, y noté como los hombros de Jasper se tensaron.

- Umm…nada – Rosalie me contestó. Pero ninguno de ellos me puede engañar.

Aquí ocurre algo y no me quieren decir.

- Hay, Bella Bella – Alice rió como duendecillo – no pasa nada. Estas paranoica.

- Sé que lo estoy – dije haciendo una mueca – pero no creo estar imaginando ahorita.

Un silencio sepulcral se expandió en la camioneta.

- En serio, chicos – dije. No estaba de humor – siempre me entero después de las cosas.

- Alice – pronunció Rosalie.

- Oh…- suspiró Alice, contrariada – Bella – dijo en un respiro – salimos no sólo por ir de compras.

- ¿Quién eres y que has hecho con Alice? – pregunté asustada.

Alice ama ir de compras, y no estoy muy segura de que ese amor sea menor al que le tiene a Jasper.

- No creas que te has salvado! – me dijo con ojos entrecerrados. Me pareció un duende asesino – pero…Bella, es algo grave.

- Dime – temblé.

De ninguna manera puedo apostar contra Alice. Pero, no dijo nada. Permaneció callada, con los hombros tensos…o al menos eso pude ver, ya que estaba sentada en el asiento del copiloto.

- ¿Es tan malo? -

- Alice tuvo una visión – comenzó Jasper.

Un extraño temblor se sintió desde el compartimiento de la cajuela. Emmet salió de la nada, con la cara hecha un puchero. Parecía niño de 5 años a quien le quitaron su paleta.

- Alice tuvo una visión…- lloriqueó - ¡¿ Y no me dijeron!? – Chilló – Hieren mis sentimientos…

- ¿Emmet? –estaba sorprendida ¿Por qué Emmet estaba detrás?-

- Cállate, Emmet – ordenó Rosalie, en un gruñido.

- Bella, si no salías con nosotros, ibas a visitar a Charlie – comenzó, temblorosa – Edward está siendo un idiota últimamente, y aunque le rogaste que te acompañara no lo hizo…- pausó. Sentí un dolor en el pecho – Irías sola en tu Audi. A la mitad del camino el auto…explotaría…contigo dentro - se le cortó la voz. Jasper comenzó a… ¿sollozar?

Jasper estaba claramente llorando. Rosalie se tronaba los dedos nerviosamente y Emmet no tenía su característica sonrisa burlona en la cara.

- Alice, sabes que si lloras – reprochó Jasper, tratando de contener el llanto. Cierto, es susceptible a las emociones – también me haces llorar!

- Wow! – gritó Emmet. ¿De donde diablos salió? – Jazzy está llorando! Tengo que grabarlo – sacó un objeto metálico.

- Maldita sea, Emmet! – le gritó su esposa – Bella podría estar muerta y ¿tu quieres grabar a Jasper llorando?

- Aww…perdón – se disculpó Emmet – solo pensé lo gracioso que sería al subirlo a Youtube…

- Emmet…-ahora ira salía de Jasper.

- Ok, ok – dijo apresuradamente – no subo nada. ¿Contentos?

Rosalie negó con la cabeza.

De nuevo silencio.

- Esperen un momento – murmuré, mientras recordaba los eventos antes de que Emmet saliera de la nada – mi auto iba a explotar!

- Hubieras muerto a los pocos segundos – recordó Alice, con un poco mas de cordura.

- Pero…pero –

Me negaba a creer mi inminente muerte si no salía de casa hoy. No podía ser, no podía estar destinada a morir a tan poco de alcanzar mi meta de convertirme en vampiro y pasar la eternidad con Edward.

- Pero…es nuevo – repetí – Edward dijo que es muy seguro y…

- Es seguro cuando no le instalan bombas en el motor – dijo Rosalie sarcástica. – Bella, Tanya trata de asesinarte!

Estaba en blanco. No, no podía ser verdad. Digo, la mujer está claramente molesta y todo eso…pero no puede querer matarme! Eso es demasiado. Además, no he cometido nada contra ella – a excepción de casarme con Edward. Pero eso debe superarlo! – y traté de que nos hiciéramos amigas.

- ¿Por qué? – articulé entre mi delirio.

- Tanya siempre consigue lo que quiere – dijo Rosalie despectiva – desde el primer momento, quiso a Edward para ella. Claro que, aunque el le dejo claro que solo la ve como una hermana – se rió por lo bajo – ella nunca desistió.

- Creemos – habló Alice – que se volvió loca al enterarse que se casó contigo.

- Um…- musité, fastidiada – ya lo sabía.

Escuché como el cuero de los asientos se movía. Alice se volteó para verme, con los ojos abiertos como platos.

- ¿Qué te dijo? – sorprendida, seria. Definitivamente, una nueva imagen de Alice distinta al duendecillo en perpetua alegría y euforia.

- El primer día, ustedes se fueron de caza – recordé – era de madrugada y desperté y fui por un vaso de leche. La vi al bajar las escaleras y ahí comenzó…

Flashback

- Oh, debes ser Isabella -

- Si, mucho gusto Tanya. La familia ha hablado mucho de ti -

- Nos conocemos desde hace mucho, incluso antes de que nacieras -

- Me imagino. Edward me ha contado cuando estuvo viviendo en Denali -

- Por supuesto, Edward y yo la pasamos muy bien juntos. Sólo…no entiendo por que – me vio de arriba abajo, dibujando una mueca de asco en sus pálidos labios – se casó con alguien tan plana.

- ¿Perdón? -

- Vamos, querida. Ambas sabemos que se casó contigo como un pasatiempo, un simple experimento – rió por lo bajo – Y si no lo sabes – se acercó amenazadoramente – me alegro de que te enteres…Edward es mío desde que nos conocimos. Soy la mujer perfecta para el.

- No sé a que te refieres, Tanya…y en realidad no quiero ser grosera contigo -

- Y me alegro que no lo seas, insulsa – me empujó y caí de sentón en las escaleras – que soy superior a ti, te puedo quitar del camino cuando se me plazca. Ahora, si me disculpas, esperaré a Edward afuera.

Flashback
- No le pude decir nada, desapareció tan rápido…- murmuré, con la autoestima por los suelos.

- Bella¿Por qué no nos dijiste? – Alice, tan perpleja como antes, me preguntó.

- Es una amiga de la familia y le tienen mucho cariño – bajé la cabeza – aún si me creyeran, no quería molestarlos.

- Increíble! – Gritó Rosalie – Esa…esa...les juro que la mataré. ¿Cómo se atrevió?

- No tengo la menor idea – dijo Alice en un suspiro – pero esta situación no puede seguir. Escúchame Bella – se volteó de nuevo hacia mi, pero ahora un poco mas tranquila – tienes que pasar un tiempo en casa de Charlie.

- ¿Qué? – Inquirí en voz baja – Vamos, chicos – me relajé – es la primera vez que lo intenta, además mientras esté con ustedes estaré bien.

- Ese es el punto – habló Jasper – no fue su primer intento.

De eso no tengo la menor duda. Con casi dos meses en la casa Cullen habrá intentado muchas mas veces tenerme cinco metros bajo tierra, pero no quiero ir a casa de Charlie aún si estoy en peligro de muerte. Charlie es mi padre, siempre lo querré…pero mi familia serán los Cullen por el resto de la eternidad. Por esa razón me negué a creer que peligro estando con ellos, además de que estaré segura con Carlisle, Esme Alice, Jasper, Rosalie, Emmet y…Edward.

Un momento.

- ¿Y Edward? – ahora me sentía llena de furia -

Nadie contestó, dejando la pregunta al aire. Genial…

- Entonces me quiere muerta – murmuré – lo sabía!

Jasper paró el auto con un frenado ensordecedor. Miré hacia todas partes, presa de pánico.

- Eddie no tiene idea de lo que está haciendo Tanya – Emmet gruñó – la tipa le ha lavado el cerebro.

- Se está haciendo a la víctima – bufó Jasper – le hemos dicho, pero parece no escuchar. Me sorprende que no sepa lo que trama, debería ser fácil si puede saber que piensa.

- Oh! Vamos Jasper – chilló Rosalie en voz alta, con la ironía a todo lo que da – está fingiendo cuando está con el. Bloquea lo que realmente piensa mientras antepone otros pensamientos falsos.

- Esperen – dije, pero siguieron hablando.

- ¿Segura? – Preguntó Alice – no sabía que pudiera ser tan arpía.

- SIEMPRE lo ha sido – contestó Alice.

- Quiero un juego de Xbox 360 nuevo – Emmet dijo.

- Hay que concentrarnos en tener a salvo a Bella – dijo Jasper.

- Si, es lo mas importante – Alice se volteó hacia su marido – Te escuchaste muy sexy al decirlo con tanta determinación Jazzy…

- El otro día pasaron el comercial de Assasins Creed, creo que quiero ese – filosofó Emmet.

- ¿No ya lo tenías? – preguntó Rosalie, mientras enroscaba sus blancos brazos alrededor del cuello de su marido.

- No, terminé Prince Of Persia que es parecido – dijo Emmet, antes de plantarle un beso a su esposa.

- ESCUCHENME! – grité.

Mi voz resonó en la camioneta. Rosalie se soltó de Emmet y Alice y Jasper salieron de su burbuja de seducción.

- Eso…eso quiere decir que – dije, mientras sentía como mi interior se derrumbaba – que Edward me…está engañando?

- Claro que no – contestó Rosalie sin pensar.

- Créenos, Bella. Edward te ama…pero, se está comportando como un ciego – alegó y le creí – por eso no le hemos hablado últimamente.

- Si – asintió Emmet- se supone que deberían divertirse en grande ustedes dos, ya sabes…todo el asunto de los recién casados.

- Por eso debes aceptar ir a vivir con Charlie un tiempo, Bella – dijo Alice, ahora con un toque perverso – merece una lección! Y claro, será divertirlo verlo sufrir por un rato.

- Además, se lo merece – gruñó Rosalie.

- No puedo hacerlo – dije sin más.

A pesar de lo sucedido, no podía dejar a Edward así sin más solo para verlo sufrir. Definitivamente, valía la pena estar con él.

- Le diré lo de Tanya – dije – y el decidirá que hacer.

- Es una buena estrategia – habló Jasper, desde el asiento principal.

- Eres mala – chilló Alice – Sólo pedía un corto tiempo! Bueno…aunque, me alegro de tu desición. Edward no tiene toda la culpa. Ahora…VAYAMOS DE COMPRAS!! – alzó los brazos y gritó, como si estuviera en una montaña rusa.

- Creo que hubiera preferido estar en mi auto mientras estallaba – dije, sufriendo lo que pasaría en esas interminables horas de compras.

Jasper encendió de nuevo la Hummer y siguió el camino hacia Seattle. Aún a sabiendas de que alguien me quiere muerta, me sentía mas tranquila al saber que Edward no estaba enterado y que…bueno, no me está siendo infiel ni quiere desaparecerme de su existencia.

Miré hacia la ventana, observando las manchas verdes de los árboles al pasar. Y sobre todo, preparándome para la fatídica tarde de shopping con Alice, y aunque no lo quisiera aceptar, sé que me hará bien.

Hasta este punto, no me imaginaba lo que sucedería cuando regresara a casa en la noche.


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CAP.4:

.Libros, libros y…¿Jake?
Llegamos a Seattle. La gran ciudad adornada de escaparates, autos lujosos y grandes tiendas parecía un mundo totalmente diferente al pequeño pueblo de Forks. Aunque claro, el clima frío y algo nubloso me recordaba que el otoño estaba en el aire. Me alegré de haberme puesto la chaqueta blanca, si no, seguramente necesitaría una nueva para llevar durante nuestra estancia en la “Tarde de Compras” de Alice.

Paramos para que comprara un café – algo tenía que comer ¿No? – y unos muffins de chocolate y zarzamoras. Mientras los comía, Rosalie leía su Biblia (Cosmopolitan) y Alice hacía una lista persona en voz alta de lo que era necesario comprar.

Jasper y Emmet desaparecieron misteriosamente. Cosas de hombres.

- Bueno, chicas – Habló Rosalie, haciendo una mueca con los labios – si no nos movemos me van a salir raíces.

- Bien dicho! – Alice saltó de la silla – Hay! No sé por donde comenzar, necesito abrigos de temporada, toneladas de mayas nuevas, botas, botas y mas botas! – se volteó con uno de esos movimientos gráciles pero desconcertantes – Bella! – me daba miedo.

Quizá un vampiro sediento por mi sangre pueda inquietarme, pero en verdad, temo mas a una vampiro eufórica que me puede arrastrar directamente a la tumba. ¿El motivo? Dolor de pies agudo, de tanto caminar por las lujosas calles de boutiques en Seattle…y eso que mi preciosa hermana Alice está planeando un viaje a New York específicamente para el tema que ella ama y yo aborrezco: Ir de Shopping en Soho.

- Bella! Tenemos mucho por comprar, pero antes – me dijo, formando una sonrisa en sus labios marmóreos cubiertos de gloss morado – ¿Por qué no te pasas por una librería? Creo que al menos así tu “tortura” sería menos, jaja – rió, pero luego negó con la cabeza – aunque no llegaré a entender por que es una tortura…ir de compras es genial!

- Alice…- Ya habíamos tenido esta conversación antes, y aunque adoro hablar con mi familia, sinceramente el tema me daba nauseas.

- Aww! Comienzo a pensar que te gusta hacerme sufrir – reprochó en un puchero, que lucía su cara como una pequeña hadita –

- Sabes que no – le sonreí divertida. A pesar de tan solo conocerlos por tres cortos años, sentía que llevaba una vida conviviendo con ellos, realmente los quiero a todos.

- Hay, ustedes podrían matar a un diabético por tanta miel – masculló llena de sarcasmo Rosalie -

- Oye! Al menos yo no le digo a mi esposo “Osito” cuando quiero seducirlo! – gritó Alice haciendo burla.

- A Osito le gusta que le diga Osito para que se anime! – La rubia dijo.

Un minuto de silencio.

Lo que supe después es que Alice y yo estábamos casi llorando de risa, mientras la gente que pasaba a nuestro lado nos miraba como si viniéramos de otro planeta. Definitivamente esa era la última cosa en el planeta que esperaba de la boca de Rosalie Hale, y creo que Alice disfrutó de la oportunidad de tenderle una trampa para hacerle pasar un momento vergonzoso.

- Ja ja ja – bufó Rosalie con ironía.

- Eso….jaja, eso….-trató de hablar Alice – eso fue increíble!

- Ya buscaré algo con que molestarte – dijo la rubia, enfuruñada.

Seguimos riendo por un rato, hasta que decidí que era hora de aceptar el consejo de Alice. Y ella estaba en lo cierto, adoro Cumbres Borrascosas, pero NECESITO más material de lectura variado. Algo de ficción o tal vez, alguna novela romántica.

Camine poco para llegar a la gran librería. Imponía respeto con tan solo darle una mirada rápida. Apuesto que está muy bien surtida con libros de los que ni siquiera he escuchado.

Entre y quedé aún mas maravillada. Los estantes de madera color maple, la alfombra de un rojo vino y el techo de un estilo victoriano clásico daban un toque elegante a la estancia.

Busqué entre todos los títulos, y al final tomé como poco una docena. Me dirigí a la caja para pagar mi compra, tarareando una canción que tenía en mi cabeza desde hace días.

Asenté los libros y metí la mano a mi bolso para sacar la tarjeta de crédito.

- ¿Bella? -

Me congelé.

Esa voz grave, un poco rasposa pero animada. La voz que tanto me había ayudado, que me dio palabras de aliento para sobreponerme del abandono de mí ahora esposo.

Alce la cabeza, tratando de convencerme de que la persona que veía enfrente de mi era una ilusión.

- ¿J…Jake? – tartamudeé.

- Oh, vamos! – Animó – ¿ni siquiera un abrazo?

Se aproximó, y me abrazó. Estaba sorprendida. Nada de tristeza, ni dolor…ni siquiera una seña que me dijera que me odiaba.

- Jake ¿Dónde has estado? – Ésa era la cuestión – Tienes a todos preocupados.

- Parece que estás un poco atrasada, tontita – rió entre dientes – ya me he “reportado” con mi padre. Al menos está un poco tranquilo.

- Eso es bueno – sonreí - ¿Pero donde has estado?

- Vine a Seattle – dijo, y miró a través del gran ventanal de la librería – necesitaba un cambio. Ya sabes, de vez en cuando quieres aire fresco…

- Tenias suficiente en la reserva – le dije entrecerrando los ojos – Ya…dime por que escapaste.

Me miró. Pareció pensar la respuesta que me diría.

- Cullen me envió una invitación para la boda – siguió mirándome - …con una nota personal diciéndome lo agradecido que está por todo lo que hice por ti.

- ¡¿Qué?! - Exclamé.

¿Cómo se atrevió? El sabía…sabía perfectamente que por mas que deseaba compartir ese momento con mi mejor amigo iba a evitar hacerlo sufrir. Por eso no le di una invitación a la boda y lo dejé muy claro. En especial a Edward, que aceptó mi desición y hasta estuvo de acuerdo conmigo. Sin embargo, parece que no fue verdad.

- Espera, Bella. Para tus caballos – dijo. Jake sabía que en este momento estaba echando fuego – no te enfades con la sanguijuela. El solo quiso hacer las cosas bien y lo comprendo por eso. Además…-me guiñó el ojo – estoy bien. Sé que pasé mucho tiempo diciéndote que estaba enamorado de ti, y es verdad.

Ahora si estaba confundida.

- Siempre te amaré – me dijo, y su mirada se volvió profunda – pero me di cuenta que – pausó – es otro tipo de cariño y si no fuera por Cullen no me hubiera dado cuenta – ladeó la cabeza.

- Jake – sentí un grupo de lágrimas amotinarse detrás de mis ojos – No sabes lo mal que me sentí al saber que no te podía ayudar.

- Me has ayudado, Bella! – dijo sonriendo. Vaya, ahora me daba cuenta que en verdad está feliz – Venir aquí es lo mejor que me ha pasado. Conocí a alguien.

- ¿En serio? – Pregunté – Eso es genial Jake!

Al menos el día me estaba mostrando un lado bueno. Encontré a mi mejor amigo, que parece estar muy bien y además ha conocido a alguien que lo hace feliz. Eso es mejor que el premio gordo de la lotería.

- Lo sé, pero no te pongas celosa – me advirtió con una pícara sonrisa.

- Trataré – le dije entre risas.

- Mañana iremos a ver a Billy – Cargó los libros, y comenzamos a caminar hasta la registradora – a checar como está la manada.

- Mándale saludos a todos – sonreí. Tenía muy buenos recuerdos con ellos.

- ¿De que hablas? – Preguntó, actuando como un perrito ofendido – ¡TIENES QUE VENIR! Le prometí a Amanda que te conocería, así que no me dejes mal.

- Oh, Jacob! – sentí mis mejillas arder - ¿Por qué me haces esto? No tengo idea de que le voy a decir.

- Conoce todo de ti – dijo.

- ¿Uh? – pregunté. No entendí muy bien la corta frase.

- Nada, tonta – negó con la cabeza.

Pagamos y salimos de la librería. Sabía que Alice y Rose me estaban esperando, pero por obvias razones – Jacob Black – no se podían acercar. Aún así, estaba feliz por haberme encontrado con él y saber que aún nos podemos tratar como antes.

- Entonces, mañana en La Push. No se te olvide – me tendió la bolsa de los libros.

- Jake, sabes que es un poco complicado – le dije.

- Vamos, Bella – me miró suplicante – sólo será un rato. Tu sanguijuela no se puede quejar.

- Déjame ver que puedo hacer¿Si? – me sinceré. Esto es importante para Jake.

- Esta bien – se acercó y me dio un beso en la mejilla – Fue muy agradable verte de nuevo, Bella.

- Y a ti Jake – le dije.

Me dio una última sonrisa y se fue.

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EL PROXIMO CAP LAS ENOJARA ...COMENTEN....
GRACIAS ;)

1 comentario:

  1. ahh q bitchh tanya comos e le ocurre tratar de matar a bella q estupida jajaxd esta bueno este fic bay

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