domingo, 18 de octubre de 2009

FANFICTION...."CELOS"...CAP.7 Y 8 :

AYER ENCONTRE ESTE GENIAL FIC Y ME RECORDE DE Q YA LO HABIA LEIDO ANTES Y PENSE EN SUBIRLO DE INMMEDIATO...OVIAMENTE ACLARO Q YO NO LO ESCRIBI Y LA GENIA QUE MERECE LOS MERITOS SE LLAMA :


" Asuka Ishida "

ELLA ES LA GENIA QUE MERECE LOS MERITOS ..NO YO..BUENO ESPERO Q LES GUSTE...Y AMEN LA HISTORIA COMO YO..PORQ ME ENCANTOOO !!!YO LO HAGIO CON MUCHOO RESPETO...NO QIERO FALTARLE EL RESPETO A LA AUTORA..SOLO QIERO Q CONOZCAN SU ERMOSO TRABAJOO...LES ENCANTARAA MUAJAJJAJ..
AQUI LES DEJO EL PRIMER CAPITULO..SIN ANTES RECORDARLES QUE SUBIRE LOS OTROS FICS QUE HABIA DICHO..YO CUMPLO CON LO QUE DIGO...ASI Q NO PIENSEN QUE LO OLVIDE...OK??
XD :)

CAP.7:

. Vampiro Acosador .
Me desperté al oir los neumáticos de Charlie contra el pavimento, eso quería decir que se fue a la estación, pero aún así no quería despertar a pesar de haber dormido tan profundamente que no tuve siquiera oportunidad de soñar. Y de un modo le agradezco a los calmantes, por que si lo hubiera hecho mis sueños se hubieran convertido mas bien en pesadillas. Todas enfocadas en algo…

Edward…

Miré hacia la ventana. Ahora cubierta por pliegues de madera clavadas desde la base. Charlie pensó que estaba zafada al ponerme a martillar en plena madrugada madera en la ventana. No se imaginaba por qué y tampoco se lo diría. Mi padre vivirá con el pensamiento de que Edward jamás entró a mi habitación por la ventana y se quedó noches enteras velando mi sueño.
Las maderas no significaban nada para él comparado con toda su fuerza pero al menos así entendería que no tenemos nada que hablar. No quería su pena y mucho menos que crea que tiene alguna obligación conmigo.

Me senté en el borde de la cama con mis pies tocando el suelo de madera.

Edward y Tanya.

Besándose.

No. No. No. No. No! No puedo pensar en eso. No si quiero saltar como se debe el acantilado que dos años atrás me vi detenida, y esta vez estoy segura de que lo haría sin arnés.

Bajé a la cocina, pero me quedé como zombi ahí. Sin comer, sin moverme. No tenía ganas de nada.
Sonó el teléfono y salté de la sorpresa, apresurándome a contestar.

- Bella…- escuché tras el auricular.

Temblé, en una mezcla entre tristeza, enojo y frustración. ¿Cómo se atrevía a llamarme?

- Adiós, Edward…- le colgué sin mas.

- No, Be…- escuché antes de estampar la bocina contra el telefono.

Pasaron unos segundos y volvió a sonar. ¿Qué no tenía nada que hacer? Seguramente tenía un itinerario completo y lleno con Tanya, no había razón alguna para que me llamara.

- Bella, por favor no me cuel… – siseó al otro lado del teléfono.

- Piérdete Edward Cullen! – grité y colgué.

Me alejé hacia la sala, prendí la televisión tratando de buscar algo para distraerme, sí. Una buena película cómica me ayudaría mucho en estos momentos. Tomé el control y me senté en el sofá. Apenas prendía la televisión cuando el teléfono sonó de nuevo y siguió sonando, sonando. No me paré a contestarlo, seguía sonando.

Desesperada me abalancé sobre el teléfono y contesté.

- DEJA DE LLAMARME, EDWARD CULLEN!!!! – grité histérica.

- Oh…¿te peleaste con la sanguijuela? – una voz con un acento singular dijo, riéndose entre dientes – vaya, eso SI es gracioso.

- Jake…perdón – me disculpé – pensé que eras…lo siento, no quise gritarte.

- Lo entiendo – dijo – entonces, supongo que vendrás. Ya que te peleaste con el chupasangres está dado por hecho!

- Jacob, creo que…- intenté decir pero fui interrumpida por un estrepitoso golpe en la puerta.

- ¿Qué fue ESO? – preguntó Jake, preocupado.

- No tengo ni la menor idea – dije con voz trémula – tengo que irme.

- Te estaremos esperando! – dijo alegre y colgó.

Vi el teléfono como si hubiera una ranura donde pudiera entrar y esconderme. No quería ir a atender la puerta. No quería ver a nadie en absoluto.
Sabiendo que no podía esconderme por mucho, llegué hasta la puerta en peligro de comenzar a hiperventilar en cualquier momento. Abrí la puerta, pero nada sucedió. La Hummer de Jasper estaba en la calle. Me acerqué y vi una nota en la ventana.

Las llaves están en el contacto.
Te queremos Bella!
Atto. Alice, Jazzy, Rose, Emmett, papá y mamá.

El corazón se me encogió y unas inmensas ganas de llorar me invadieron. Realmente los quiero y sé que ellos me quieren a mi…se me hacía difícil pasar por todo esto sin su apoyo y compañía. Esme me prepararía un Té, Carlisle seguramente – e inútilmente – me estaría checando cada media hora por si alguna crisis posterior me atacaba. Alice no me dejaría sola (mejor dicho en paz) ni un segundo y Rose me obligaría a jugar Guitar Hero II con Emmett, mientras que Jasper mandaba ondas de tranquilidad hacia mi. Estaría distraída, llena de actividades.
Pero, no era así. Estaba sola, sin nada que hacer. Dejando que la tristeza me consuma.

Decidida subí a mi habitación y me vestí. Apresurándome a arreglarme para salir de la casa y buscar un poco de distracción…”aire fresco” como le llamaba Jake.

Me dio algo de trabajo manejar la Hummer. Era automática y yo acostumbrada a utilizar las velocidades tardé cinco minutos – y varias paradas – para acostumbrarme a la sencillez de la modalidad.

Llegué a la reserva y estacioné el auto cerca de casa de Billy. Bajé y me acerqué. La parrilla estaba puesta con algunas presas de carne encima de ella. La mesa decorada y servida y unos vasos de refresco encima. Pero no había nadie.

- Vamos, Embry – escuché la voz de Jacob decir, a la vez que salía de la casa – solo es Bella. Lo siento por su comportamiento…pensaron que alguna sanguijuela entró a territorio prohibido.

- Huele a ellos – dijo Sam seco, sentándose en la mesa.

- Hola Bella – una dulce voz me dijo y volteé. Emily no ha cambiado nada, sigue siendo la dulce criatura de siempre.

- Emily – la abracé.

- Es una alegría verte – me dijo entre sonrisas.

- Bella!!! – gritó Embry - ¡milagro verte por estos lares¿Ya te divorciaste tan pronto?

- Embry! – sentenció Jacob.

Reí nerviosa ante su comentario. Es una ironía que alguien estuviera bromeando con algo así cuando probablemente en unos días llegue un elegante abogado con una demanda de divorcio en contra mía…

- No te creas – le dijo entrecerrando los ojos y golpeando el hombro de Jake. Se volteó para donde estaba – solo bromaba. ¿Seguimos siendo amigos?

- Claro – asentí con una sonrisa.

- Basta de Embry y chistesitos – gruñó Jacob – Bella, hay alguien que quiero que conozcas.

Me acerqué hacia donde estaba. Sabía hacia donde iba todo ese tono galante y falsamente. Entró de improvisto a la casa, tratando de sacar a alguien a rastras. Optó mejor por cargarla, y la chica comenzó a patalear. Gritando perjurios en contra de su raptor.

- Bájame! – le dijo en una rara combinación de risa y enojo – Te he dicho que me bajes, Jacob Black!

- Oh, vamos. No seas caprichosa – soltó burlonamente.

- Me asustan las alturas y lo sabes bien! – reprochó la voz grave e inusual de la joven.

- Ya, no lloriquees – le dijo y la bajo a pocos metros de mi – no aguantas nada.

La observé. Era delgada pero con curvas pronunciadas. Su tez rosada contrastaba con su pelirrojo cabello de una manera adorable, por no hablar de sus inusuales ojos azules con matices lilas. Realmente, una chica especial para un chico especial. Me sentí extrañamente emocionada.

- Amanda cariño, esta es Bella Swan – me presentó.

- Mucho gusto en conocerte! – le dije y le abracé como si la conociera de toda la vida.

- ¡Igual mucho gusto de conocerte al fin!, soy Amanda Lovecraft! – contestó igual de efusivamente.

- Oigan! – gritó Jacob mirándonos a ambas perplejo – ¿Y donde está la pelea de gatas¡Se supone que deben pelear por mí!

- Ya quisieras – reí sarcásticamente.

- Eso es lo que quisiera. No te preocupes, se le bota la canica de vez en vez - siguió mi juego Amanda. Esta chica parece muy divertida.

- Mandy! Se supone que no me lanzas pedradas! – se cruzó de brazos Jacob, comenzando a enojarse.

- Ya ya, no hagas esos pucheros. Pareces un bebé de 1.80 metros – rió y lo abrazó – solo estábamos jugando¿verdad Bella?

- Si – asentí.

- Juegan con mis sentimientos – nos miró a ambas con los ojos entrecerrados.

- Tal vez un poco – dije malévolamente.

- Seh, es divertido – me siguió Amanda.

- Crueles! – chilló, estrujando las costillas de Amanda.

Pasó la tarde. Platicamos, reímos, comimos y seguimos riendo. Hacia mucho tiempo que no reía, en especial con mi mejor amigo y su novia que comenzaba a pensar que era la primera amiga humana que creía conocer desde hace mucho tiempo. Me sentía muy a gusto con ella. Pero, comenzó a oscurecer y temía que era hora de despedirme por ahora.

- Ha sido divertido – comencé y saqué las llaves de una bolsa de mis jeans.

- Jacob – dijo Amanda alarmada – se quiere ir!

- No, no. Nada de eso Bella – dijo Jake y me quitó las llaves en uno de sus rápidos movimientos.

- Espera! No son mis llaves – le dije, chillando.

- Te las daré con una condición – me dijo y escuché a Amanda reír por lo bajo.

- Habla – algo sospechaba.

- Quédate unos días – dijo sin mas. Sonreí. La idea me agradaba.

- Esta bien – contesté, sonriendo con suficiencia.

- ¿Qué¿Eso es todo? – preguntó desanimado – Yo me quería entretener tratando de convencerte…Eres imposible!

- No cantes victoria – le dije sacándole la lengua – por que si me quedo me vas a aguantar.

- Jaja – rió Amanda – vas a aguantar a dos mujeres llenas de hormonas!

- No lo había pensado de esa manera…- murmuró Jacob, temeroso.

Amanda y yo reímos.

- Es un complot! – se quejó – pero les ganaré. Por ahora, entremos. Mi padre preparó la cena.

Cena con Billy es igual a huevos revueltos, con tocino cocido y salchichas, y para postre una taza de café y con panes dulces. La boca comenzó a salivar más de lo necesario y un antojo nació en la boca del estómago.

- Bella¿tienes hambre? – me preguntó Amanda.

- Eh…la verdad tengo mucha – dije apenada – la especialidad de Billy es muy fácil de antojarse.

Jacob se detuvo en seco en el marco de la puerta y volteó a verme. Tenía los ojos abiertos como platos pero bastaron unos fugaces segundos para que retomara su camino.

- Llama a Charlie para decirle que te quedarás – dijo Jacob, con un misterioso tono serio.

- Si, lo haré – dije y me acerqué al teléfono.

Serían unos días divertidos, estoy segura de eso.

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CAP.8:

. Infierno .

(Edward POV)

- ¡Es tu culpa Edward! – Gritó Rosalie por decimocuarta ocasión – ¡Mi hermana estaría aquí si no fueras tan débil como una niña!

- ¿Y ahora es tu hermana? – pregunté sarcástico.

- ¡Eres…eres increíble! – dijo y la escuché gritar en sus pensamientos mientras cerraba de un portazo la habitación.

Justo cuando Rosalie había aceptado completamente a Bella como parte de la familia, ella tenía que desaparecer sin dejar rastro alguno. Bueno, solo uno y ese es la camioneta de Jasper. El mencionado había estado irritable desde que Alice tuvo la diabólica idea de combinar una Hummer con mi esposa. De eso ya cinco días. Interminables. Fatídicos…mi infierno personal en la tierra.

No he tenido noticia alguna de Bella, al menos no por su cuenta. Incluso cuando llamé a Charlie, él me dijo que no se había aparecido por la casa en días haciendo que me desesperara y arrojara el celular contra lo más cercano. Ahora con un nuevo celular y el ánimo hecho un desastre…y mi familia recordándome lo miserables que también se sentían me hacía sentir como pensé hace un momento.

En mi infierno personal en la tierra.

Las llamas ardían ahora mismo recordando los bellos momentos que compartí con Bella en ésta, nuestra habitación. Nuestro segundo santuario. Sus cosas estaban en el mismo lugar que la última vez que estuvo aquí. Su tocador estaba de la misma forma, con el maquillaje y los perfumes, arriba de él su alhajero con los regalos que le he hecho y su ropa intacta en nuestro armario que conserva su embriagante esencia. Esencia que me torturaba…

A pesar de la tortura y todo lo que significa, estoy seguro de que merezco cada segundo de agonía que paso en su abandono. Me voy dando cuenta que aparte de monstruo, soy un completo idiota y me atrevo a asegurar que es peor que mi cualidad de vampiro sanguinario y cruel. ¿Qué esposo – sea cual sea su especie – ignora las necesidades de su pareja? Incluso un pingüino mancho velaría por el bienestar de Bella mejor que yo.

No. El ejemplo del pingüino fue un poco perturbador. Ni siquiera permitiría que un pingüino se acercara a mi dulce Bella.

- Eddie!!! – entró Emmett estrellando la puerta contra la pared y sólo causó que el concreto se cuarteara. Gruñí – Oopsi…

- ¡Mas cuidado! – salté de la cama.

- Perdón – balbuceó y bajó la cabeza.

- Um…bueno, ya no importa – le dije - ¿Qué es lo que quieres? – le pregunté entre dientes.

- Vamos a cazar – dijo serio – en una hora.

Reí entre dientes.

- Les deseo buena caza – respondí recostándome nuevamente. Tratando de atrapar la faltante esencia de Bella de entre las sábanas.

- Edward – parecía alarmado – no te has alimentado en uh…- alzó una mano y comenzó a contar con los dedos – ya casi una semana, hermano.

- Emmett¿Para qué nos alimentamos? – le pregunté metódico.

- Yo sé! Sé la respuesta – alzó la mano como si estuviera en primaria – para no estar moribundos, evitar atacar a un humano y parecer mas como ellos.

- Exacto. Diez puntos para Emmett… –dije irónico.

- Weeeeee!! – saltó emocionado.

- Para tu desilusión – le dije y se paró en seco, formando un cuatro con las piernas – yo no tengo razón por la cual alimentarme. Bella regresará Dios sabe cuando, y ella era la razón…

- No, Edward espera – entró Alice a la habitación, con Jasper a su lado - ¿Qué pasaría si Bella regresara pero tu estuvieras tan hambriento que la atacaras, matándola? – al terminar la pregunta su nariz hizo un mohín, dejando a entrever cierto desagrado.

De todas las cosas que he pensando en este tiempo esa posibilidad estuvo ausente. Ciertamente en un principio me convencí de que la razón por la cual me alimento es para parecerle mas humano a Bella. Más como ella. Para intentar no asustarla demasiado, o en un arranque de sed saltar sobre ella y matarla en minutos.

Sentí un extraño temblor en los brazos al pensar en tal posibilidad.

Cuando mordiera a Bella sería para convertirla en una de nosotros, no para terminar con su fugaz vida o poner en riesgo su futura existencia.

- Bueno, como ya no pondrás excusas – vi una sonrisa cansada adornar el rostro tamaño petite de mi hermana – alístate.

Asentí sin decir una palabra y ella salió. Emmett la siguió y se fue en busca de Rosalie para “aprovechar” el tiempo que quedaba antes de partir. Jasper, para mi sorpresa se quedó en la habitación. Se acercó lentamente y se sentó en una orilla de la cama King Size.

- Algunas veces no comprendo como puede estar en todo a la vez – le dije.

El captó de inmediato a quien me refería: Alice.

- Hace más de lo que puede…aunque claro, no lo dice - dijo en un innecesario respiro –. Piensa que si saben que algunas veces lo que ve es limitado…se decepcionarán. No le gusta que duden en pedirle su ayuda

- Está mal – dije sonriendo. Esa enana puede ser molesta, pero es de lo mas especial.

- Se lo he dicho, pero es un manojo de inseguridad – rió entre dientes. Olas de amor provenientes del estado de ánimo de Jasper me invadieron. Esos dos se aman…a su manera, pero lo hacen.

- Bueno…debe ser fácil para ti apoyarla – dije sentándome en la orilla al igual que él, pero alejado mas o menos un metro de dónde estaba – puedes hacer que se tranquilice, infundirle confianza con tan sólo tocarle un cabello…si pudiera al menos leer los pensamientos de Bella sería mas sencillo.

Volteé a ver a mi rubio hermano. Me estaba mirando, con las cejas arqueadas.

- Ojalá fuera de esa manera – pensó, y suspiró en su mente – ¿Qué te hace pensar eso?

- Nunca pareces intranquilo, o pensando alguna manera para hablar algo con Alice...- Respondí.

- Nunca digas nunca – sentenció – Respecto a eso, mira…las mujeres son tan complejas como nosotros, podría decir que incluso lo son un poco más. Ellas necesitan que las escuchen, que sus parejas sean parte de su mundo interior…y Mary Alice no es la excepción.

Me acerqué, interesado por el tema. Y mas aún, por que Jasper había llamado a Alice por su nombre completo. Eso significa que será una charla de provecho.

- Algunas veces sus emociones son tan…-hizo una pausa en su mente, en un sonido de admiración – maravillosas. Tan multicolores…ella es simplemente única.

- Lo sé – le dije.

Bajé la mirada mientras una nube depresiva se posaba bajo mi cabeza. Bella es única para mí también, simplemente no existe criatura mas divina que ella en este mundo y cuando ya estábamos casados, teniendo la promesa de una eternidad juntos arruiné nuestras oportunidades al pensar que ayudaba a alguien que lo merecía.

- Bella ha sido una bendición para esta familia – habló sacándome de mis pensamientos – pero para Alice es un motivo mas de felicidad…- rió entre dientes y se pasó las manos por su dorado cabello – por eso le debo mas aún.

Sonreí, agradeciendo la reciente sinceridad de Jasper.

- Y por haberte quitado lo reprimido sexual, debo agregar – rió burlonamente y yo le lancé una mirada de fingido enojo.

- Jazzzzzyyy!!!!!!!! – gritó Alice desde el vestíbulo, y la pudimos escuchar desde aquí – Ya es hora de irnos! Trae a Edward!.

- Ya vamos – dijo sin gritar, pero sabemos que lo escuchó a la perfección.

Nos miramos mutuamente y tomamos camino hacia la planta baja. Alice volvió a gritar y no pude evitar reir ante el alarido que pegó.

- Ustedes adictos al sexo! –gritó con una mueca perversa en la boca – ¡es hora de irnos!

- Ya vamos! Y deja de gritar, te oímos aún si susurras! - gritó Emmett y en un segundo estaba abajo con su inseparable sonrisa de placer y Rosalie arreglándose el cabello.

Ella me miró con desdén, traspasándome con sus negros ojos llenos de enojo.

- ¿Dónde está Be…- se le salió a Alice, pero se calló cuando cayó en cuenta de lo absurdo de la pregunta.

Sentí sus miradas sobre mi, pero sobre todo la de Alice quien sonrió con tristeza.

- Será mejor que nos vayamos – me apresuré a decir y salí por la puerta sin el valor moral para ver a Alice a los ojos.

Definitivamente, un espacio faltaba desde el momento en que mi esposa salió de la casa destrozada. Un espacio en mi corazón y en el de cada uno de mis hermanos y padres.

Darme cuenta de esa cruda realidad hacía más grande mi infierno.

Ése infierno personal que traje por cuenta propia, y consecuencia de mis acciones.

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CONTINUARA.....
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1 comentario:

  1. ahhh q penaa pobre bellaa espero se reconsilien prontoo xd espero el proximoo capii no te demores en subirloo

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