lunes, 26 de octubre de 2009

FANFICTION.."EL PRIMER CREPUSCULO" CAP.7 Y 8 ..

MIREN AQUI LE SDEJO UN RESUMEND ELO QUE SE TRATA...YO NO LO ESCRIBOOO!! LA GENIA Q LO ESCRIBIO SE LLAMA

" lamiga "

ELLA MERECE TODOS LOS MERITOS..MAÑANA LES DEJARE EL PRIMER CAPITULO..PORQ ANTES NECESITO SUS OPINIONES RESPECTO A L FIC...
LES ASEGURO Q VANA AMAR ESTA HISTORIA,,,VER A EDWARD COMO HUMANO ES ADORABLE....
ASI Q AY Q AGRADECER EL ERMOSO TRABAJO Y LA GRAN MENTE DE "LAMIGA" LA Q ESCRIBIO ESTO..ASI Q ELLA MERECE TOODOS LOS MERITOS..

CAP. 7:
Tormenta.

-¿Bells?- preguntó Charlie en el umbral.

-Estoy aquí, papá- dijo ella desde la parte de arriba de la escalera.

Charlie encendió la luz desde el hall y su cara se cayó por completo. No-había-salido. Allí estaba con su cara de fantasma, con su cuerpo de fantasma y con su ropa de fantasma. Se había sentido feliz cuando detuvo su coche al ver la casa a oscuras pero esa felicidad se había esfumado al ver a su única hija allí.

-¿En qué habíamos quedado, Isabella?

Vaya, Isabella, la cosa se ponía tensa… Como tenso estaba él. Además de fruncir el ceño y apretar los labios, a Charlie le había pasado algo. ¿Era posible que hubiera envejecido en los últimos tres meses? Había hasta adelgazado. ¿Desde cuándo no le miraba como lo estaba haciendo ahora? Recordaba que las noches siguientes a las que Edward se marchó, cuando ella no se quería mover del sofá en su estado catatónico, él tampoco se había movido de su lado, y la cogía de la mano, le acariciaba la cara y el pelo como si se tratara de un bebé.

Se sintió mal y egoísta por haberle echo pasar eso a Charlie. Pero peor se sintió porque él no se sentía tan feliz como ella lo estaba ahora mismo.

-¿Sobre qué?- preguntó inocente.

-Maldita sea- apoyó sus cañas de pescar con un estruendo importante contra la pared del recibidor- Dijiste que ibas a salir. Que irías a ver a Jacob. Y te has quedado en casa, sola, a oscuras. ¡Ya está bien! Si no te mando a Florida con tu madre, irás a ver a un médico, porque esto nos va volver loco a los dos, si es que no lo estamos ya. Así que…

-No grites- le interrumpió- Sé lo que dije, pero sabes muy bien que desde que empecé a salir con Edw…- dejó el nombre porque seguro que Charlie estaba a punto de vomitar al oír su nombre- no soy muy bien recibida en La Push. Iba a salir a pasear pero como hacía tan buena tarde he estado fuera, en el jardín, disfrutando del sol. Antes también me gustaba estar sola, papá, no es nada malo.

-¿No es malo? ¿Tú te has visto, hija? Cuántos kilos has adelgazado. Tus ojos ni siquiera brillan. Es como si estuvieran vacíos. ¡Es como si estuviera hablando con un fantasma, Bella! Con tu fantasma. Y no quiero eso para ti.

-Papá, ya sé que han sido unos meses muy duros y siento haberte entristecido, pero ahora todo se va a arreglar. Ahora todo va a ser diferente.

-¿Diferente, en qué?- inquirió

Su cerebro trabajaba a toda velocidad buscando una excusa. Una excusa donde el nombre de Edward – o mejor ese capullo – no estuviera en la primera frase para que no se desatara la tormenta. Una excusa donde no estuvieran las palabras vampiro o ahora humano si no quería que a su padre le diera ese ataque anunciado, del que parecía muy cerca porque tenía la frente perlada de sudor y su labio inferior temblaba.

-En…

Y como si de una señal divina, el timbre sonó. Juraría que había escuchado que su monótona melodía había sido una trompeta celestial que hizo que Charlie resoplara y se volviera para girar el pomo de la puerta.

Desde la parte alta de la escalera Bella no pudo ver quien había aparecido en el momento más preciso, pero era alguien que Charlie no se esperaba ver porque retrocedió y le hizo flaquear las rodillas. Tuvo que descender unos cuantos escalones y moverse para que entre la silueta de su padre apareciera la pequeña figura de una sonriente Alice delante de un cabizbajo Edward.

-Hola, jefe Swan. Perdón por presentarnos así, sin avisar y tan tarde. Pero esta mañana hablamos con Bella por teléfono y teníamos tantas ganas de verla y de abrazarla que no pudimos esperar más. ¿Podemos pasar?- dijo la voz de Alice, esa campanilla que salía de su pequeño pecho sin cesar de sonreír.

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CAP.8:

Apetecible.

Dejó de caminar por la habitación cuando se tropezó por tercera vez con una de las esquinas de la alfombra y estuvo a punto de caerse. Menuda coordinación la suya, no se reiría más de la de Bella. Y después se sentó en la silla del escritorio con las manos en los bolsillos cuando tras intentar coger una fotografía de Bella de bebé con su madre estuvo a punto de tirar las guirnaldas navideñas.

Maldita sea. Estaba allí encerrado y no se estaba enterando de nada. Había oído la puerta, pero nada más. Y si se pegaba a la pared seguro que tiraría otra cosa y Charlie le descubriría.

-¿Me llamabas?

Estuvo a punto de gritar asustado cuando una voz irrumpió en la habitación por el lado contrario del que él estaba controlado. Por la ventana. Y no estaba muy seguro de no haberlo hecho.

Allí estaba su hermana favorita y tal y como sus ojos de vampiro la recordaban: pequeña, delgada, con apariencia frágil y con su carita de duende rodeada por su cabello moreno despeinado. Los ojos y los dientes le brillaban y cuando su pupila dorada le apuntó directamente, aunque sintió un respigo, no sintió ni una décima parte del miedo que le daban los Volturis: algo dentro de él le decía que aquella figura sentada en la ventana como si nada jamás le haría daño.

-¡Alice!- se llevó la mano al pecho- ¡Dios Santo! ¿Pretendes que se me pare el corazón con lo que me ha costado que vuelva a latir?

-Oh, no- arrugó su nariz, entrecerrando los ojos- Lo he visto y no fue nada agradable. ¿Ha merecido la pena?- y señaló con la cabeza la cama.

Él siguió con la vista donde su hermana señalaba y de repente sintió con un extraño calor le recorría la espalda para terminar en las mejillas. ¿Se estaba ruborizando? ¿Eso era lo que Bella sentía normalmente y que le hacía una cara tan adorable?

-Oh, no, no. Además, tú lo sabes. Me has oído llamarte.

-Ya- chasqueó la lengua- Dejé de mirar cuando te empezaste a desvestir por un lado de la cama y Bella hacía lo mismo por el otro. Si no te vi desnudo siendo vampiro, menos voy a hacerlo siendo humano por si me empiezas a parecer apetecible- dijo un salto que la puso delante de él en un abrir y cerrar de ojos.

Instintivamente, dio un paso atrás.

-¿Y te lo parezco?- titubeó.

Alice se le pegó, cerrando incluso los ojos. Supo – sin la necesidad de su don – que le estaba oliendo, que estaba registrando los latidos de su corazón y que estaría notando subir el veneno a su garganta. Lo que todo vampiro hacía cuando tenía una víctima potencial delante.

-¡No!- se rió- Sigues siendo Edward. No podría morderte. Hueles bien. Aunque no muy bien- arrugó la nariz de nuevo- ¿Desde cuándo no te das una ducha? ¿Bella no se ha quejado de tu olor?

-¿Una ducha?

-¡Sí! Creí que a eso entrabas en el cuarto de baño, por eso volví a dejar de mirar. Esme ha comprado todo tipo de toallas, cremas y geles y ha instalado un cuarto de baño junto a tu habitación. Y te hemos comprado una cama. Y pijamas y batines y albornoces… ¿Cómo es eso de dormir? ¿Qué se siente?

-No ha sido como me esperaba.

-¿Pesadillas?

-Más bien recuerdos. Aunque después veía a los Volturis y ellos tenían a Bella. Ha sido muy angustioso.

En un movimiento que su ojo humano no percibió, Alice tomó una mano entre las dos pequeñas suyas. Estuvo a punto de soltarse porque el tacto no era nada agradable y mucho menos la temperatura. Pero era Alice y por Alice podía soportarlo, lo mismo que Bella lo soportaba cuando él era así.

-Eso no va a pasar, Edward. Ellos te pidieron que llevaras una vida normal y que no le contaras a nadie lo que sabes. Pero si no cumplen su palabra nosotros te protegeremos. Nadie te va a hacer daño. Y mucho menos a Bella.

Asintió con la cabeza y soltando su mano la abrazó. Era como abrazar un muro que se amoldaba a las formas de su cuerpo. Un muro helado que le correspondía con afecto.

-Gracias.

-De nada. Pero suéltame antes de que me empieces a parecer apetecible de verdad- se rió- He traído ropa para que te cambies. Charlie no está de muy buen humor y va a discutir con Bella. Tenemos que aparecer en el momento en el que la cosa se ponga fea.

-¿Aparecer?

-Hazme caso. Yo sigo siendo la que tienes poderes

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2 comentarios:

  1. adoro esta historia porfas pon mas!!!!!!y visita mi blog!!!!
    the-twilight-saga-love.blogspot.com

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  2. q buen capiii esperoq todo salga bm con el papa de bella es raro q edward sea humano xd espero el prox capii :P

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