SE QUE LES VA A ENCANTAR..ALKMENOS A MI ME ENAMORO ESTA ISTORIA....BUENO ACLARO Q YO NO LO ESCRIBI..LA GENIA Q MERECE TOODOS LOS BUENOS COMENTARIOS ES:
"---Misao22 -----"
ELLA ES LA Q MERECE TOOOODOS LOS MERITOS...
Cap.4:
Aún todo me parecía irreal, lo único que por ahora parecía confirmarme la noticia que hacía días había recibido era el hecho de que cada vez fueron más obvios para mi los síntomas, aún vomitaba casi todas las mañanas, hacer la cena para Charlie se estaba convirtiendo en la cosa más difícil y desagradable de mi vida, el olor de las comidas me daba demasiado asco, al menos mientras las cocinaba, había pasado una semana desde que recibí la noticia de que sería madre con tan solo dieciocho años. Aún no sabía nada de Edward, incluso contando con el apoyo y el rastreo de su familia.
Los últimos días estaba considerando seriamente el como compartir esta noticia con mis padres, la verdad no era como que temiera algo más que desilusionarlos un poco, solo que no quería hacerlo aún, su primera pregunta sería donde se encontraba el padre, y ni yo ni su familia lo sabían, decidí esperar cuando menos un mes más, mientras no se me notara, con la esperanza de encontrar a Edward. Cada noche tenía que permanecer durante horas conversando conmigo misma, necesitaba tener mis sentimientos muy claros en que cuando Edward regresara sería por y para el bebé, sus sentimientos fueron expresados con bastante claridad, y necesitaba prepararme psicológicamente para ese momento. No estaba esperando que regresara a proferirme amor, tenía que estar preparada hasta para el rechazo.
Mis días se volvieron una rutina, cada mañana iba a la escuela, al salir conducía hasta la casa de los Cullen, Carlisle examinaba hasta el más mínimo indicio de crecimiento irregular, y uno que otro día trataba de convencerme de lo horrible que sería seguir con este parto hasta el final, Esme me abrazaba, me daba las ultimas noticias sobre la búsqueda de Edward y lucía emocionada por ser “abuela”. Al salir de allí conducía hasta La Push, me quedaba toda la tarde con Jacob, mirándolo arreglar su carro y lo escuchaba hablarme de sus amigos, y de cómo se estaban comportando tan extraño últimamente con él. Jacob también trataba de convencerme que ese bebé no necesitaba un padre porque lo tendría a él y haría ese papel tan bien que hasta él mismo olvidaría que no lo era.
Con los días tuve que admitir que se me notaba un pequeño bulto en mi estomago, pero muy muy pequeño, ya casi hacían los 3 meses de gestación, Jacob fue el primero en notarlo y a partir de ese momento le encantaba estar acariciando el bulto cada vez que podía. Una tarde antes de salir de casa de los Cullen a dirigirme a casa de Jacob, como cada tarde, Jacob me llamó y me pidió que no fuera hasta La Push, él iría hasta mi casa. Conduje hasta la casa de Charlie y allí lo espere, aunque no por mucho tiempo, escuché una corneta y al salir me encontré con la sorpresa de que Jacob había terminado de arreglar su carro. El me miraba con una sonrisa de suficiencia.
“¡Increíble!”, grité mientras corría hacia él. “lo terminaste, no lo puedo creer”
“Terminé hace un rato….y justo ahora haremos el viaje inaugural” dijo mientras abría la puerta del copiloto, señalándome que debía entrar.
Durante todo el camino Jacob no paraba de hablar con alegría sobre prácticamente todo lo que le pasaba por la mente. Y la verdad durante el tiempo que duró todo el viaje hasta Port Angeles, no recordé ni por un segundo todas las cosas malas o confusas que rodean mi vida. Hacía una tarde hermosa, fría como siempre pero cuando menos no llovía, llegamos y Jacob parecía estar lleno de sorpresas.
“Vamos a hacer varias cosas esta tarde en Port Angeles,” comenzó a decir Jacob, “Primero visitaremos algunas tiendas, luego iremos al cine, y por ultimo tendremos una agradable cena y volveremos a casa…. ¿Te parece bien Bella?” preguntó con una hermosa sonrisa antes de bajarnos del carro y comenzar oficialmente nuestro paseo.
“Está bien Jacob, lo que tu digas” dije devolviéndole la sonrisa. “¿Que clase de tienda visitaremos?”
“Ya verás….necesito comprar un obsequio”
Comenzamos a caminar por el pueblo, aunque no llovía, tenía que admitir que hacía bastante frío, Jacob pareció notar mi incomodidad y paso uno de sus brazos por encima de mi hombro, ciertamente me ayudó, Jacob emanaba bastante calor, así caminábamos por el pueblo, tengo que admitir que ante la vista de un tercero podríamos lucir como una pareja de enamorados, pero compartíamos una conexión especial que yo misma no entiendo, Jacob me hace feliz, pero quizás estoy tan enamorada de Edward, del padre de mi bebé, que no puedo ver a Jacob con otros ojos. Y a veces estoy segura que si Edward no hubiese eclipsado mi vida, hubiese podido tener una relación romántica bastante buena con Jacob. Caminamos durante un rato abrazados, hasta que Jake se detuvo frente a una tienda, fue cuando pude entender a lo que se refería con lo del obsequio. Era una tienda de ropa infantil, y tengo que admitir que todo lucía hermoso.
Noté también impresionada, que hasta este momento no se me había ocurrido que el bebé necesitaría cosas, noté que hasta ahora a pesar de ver mi bebé en crecimiento cada día en una pequeña pantalla donde Carlisle lo fotografiaba para medirlo y examinarlo, aún no lo sentía como una realidad, no sería real en mi vida hasta que Edward lo supiera, en otras circunstancias me habría molestado por el hecho de que Jacob quisiera hacer un obsequio al bebé que aún no terminaba de aceptar que crecía dentro de mí, supongo que el embarazo me ablandó un poco porque me deje arrastrar dentro de la tienda sin quejas.
“Jacob…tu no tienes que comprarme nada,” al fin logré armar una oración lo suficientemente coherente.
“¿Y quien dijo que te compraba algo a ti?” preguntó. “Le voy a comprar algo al bebé.” En ese momento una vendedora se acercó a nosotros, era una chica joven y parecía un poco impresionada por la belleza de Jacob, porque tenía que admitirlo, Jacob era hermoso. Él pareció notar las miradas de la chica y la forma en que se le acercaba.
“Disculpe señor, ¿puedo ayudarle en algo?” dijo coqueta la chica y la verdad me impresionó un poco que no respetara mi presencia allí. Debo haber sido algo obvia en mi reacción ante la falta de tacto de la chica, porque la respuesta de Jacob la verdad me hizo sonreír.
“Sí, bueno…estamos buscando el primer regalo de nuestro bebé,” mientras decía esto me rodeo y me abrazó desde atrás, posicionando una de sus manos de forma protectora sobre mi estomago.
“Oh claro…” respondió la chica algo decepcionada. “¿Niño o niña?”
“Niña, por supuesto,” respondió Jacob con su gran sonrisa.
“Jake, no te esta preguntando que prefieres que sea…” dije entre risas, miré a la chica y le respondí, “aún no conocemos el sexo.”
La chica nos dirigió a una amplia zona de la tienda donde solo podíamos encontrar ropita que serviría tanto para una niña como para un niño. Jacob comenzó como tonto a enamorarse de toda la ropa que veía, yo sin embargo, me encontraba bastante reacia a mirar algo con atención suficiente, básicamente miraba a Jacob andar de un lado a otro tratando de escoger algo, hasta que se dio por vencido.
“No puedo Bella, quiero llevarlo todo. Escoge tú algo”
Miré a mi alrededor y todo me dio vueltas, me sentí presionada, presionada a aceptar que sería madre en pocos meses, a aceptar que debajo de mi chaqueta crecía una pequeña habichuela y que cada vez se iba notando más y más, los únicos que la habían visto creer lentamente habían sido Jacob, Carlisle y Esme, escondía mi pequeño bulto del mundo, y no por vergüenza, me sentía demasiado desprotegida sin Edward, mientras su presencia siguiera faltando aquí, no podría aceptar con todo mi ser este bebé. Cuando reaccioné un poco al pánico en el que entré de pronto, Jacob ayudado por la vendedora me sentaban en una silla, escuché a alguien decir que me quitaran la chaqueta que necesitaba aire, y eso hizo Jake, ahí sentada miré hacia abajo, hacia mi pequeña habichuela, porque así era como lucía en las fotos que Carlisle le tomaba cada día, y definitivamente había un bulto pequeño y obvio, eso no era definitivamente gordura, yo demasiado flaca y un pequeño bulto en mi vientre. Ese fue el momento en que lo acepté, miré a Jacob y le sonreí, el pareció entender en seguida.
“¿Ahora si vamos a comprar ropita para ese bebé?” preguntó mostrando su hermosa sonrisa.
“Por supuesto”
Pero no permití mirar mucho la ropa que tenia delante de mí, le explique a Jacob que este era su regalo, y quería vestir a mi bebé un día con algo que el hubiese escogido de corazón, así que Jacob comenzó su búsqueda hasta que dio con lo que le pareció perfecto, tuve que disuadirlo un par de veces de comprar cosas rosadas o vestidos, tendía a preferir la ropa de niñas, porque decía que sería niña, no lograba verme con un pequeño petulante pálido y de ojos dorados en mis brazos. Fuimos al cine y Jacob no paraba de hablar del bebé y de todo lo que le enseñaría, que a pesar de que fuera niña la enseñaría a jugar todos los deportes, también le enseñaría un poco de la cultura quilette. No quise desilusionarlo explicándole que el no era realmente el padre, por lo menos no este día, yo me sentía feliz.
Al volver a casa, noté que Charlie había cenado pizza, cada vez que le decía que estaba con Jacob se sentía tan feliz que no le importaba comer cualquier cosa con tal de mantenerme entretenida y alegre. Lo saludé y le conté que habíamos ido al cine y a cenar, aún quería esperar por Edward para contárselo a Charlie, solo un poco más. Subí a mi habitación y ahora allí me encontraba, mirando el hermoso monito que había comprado Jacob para mi pequeño bebé vampiro, era blanco, adornado con unos lindos perritos marrones, venía acompañado de unas manoplas pequeñitas y un gorrito, lo suficientemente abrigado para el clima de esta zona. Ya me encontraba en mi pijama, un mono una franela, me coloqué de perfil frente al espejo, me levanté un poco la camisa y comencé a palpar la pequeña protuberancia de mi estomago. De pronto escuché a alguien decir mi nombre a mi espalda.
“Bella,” escuché hermosa voz cantarina de Alice. “ya se nota un poco”
“Alice,” dije desde mi lugar tapando mi pequeña habichuela de nuevo con la franela y posicionando mis manos sobre ella. “¿Has sabido algo de Edward?”
“Eso mismo venía a preguntarte…. Ni Jasper ni yo somos rastreadores expertos, pero hemos tratado de conseguir a Edward y hace unos días sentimos acercarnos bastante a él, pero por la dirección que habíamos venido siguiendo tras él, nos dimos cuenta que se dirigía a Forks, decidimos dejar de perseguir su rastro y venir directamente aquí,” dijo y entonces fue que dio un vistazo a la ropita que estaba estirada en la cama.
“¿Qué quieres decir? ¿Edward está en Forks?” pregunté, aún con recelo, mi instinto protector de madre se había activado desde el momento que acepté este bebé. Y aunque amaba a Alice, recordaba claramente la sugerencia de Carlisle y ella de deshacerme de mi bebé.
“Es posible, o puede estar por llegar. Si ya estuviera aquí creo que te hubiese contactado ya, porque otra razón volvería,” dijo con dulzura, entonces apreció notar mi expresión corporal, estoy segura que lucía como me sentía, desconfiada, incluso de ella que es mi mejor amiga. “Bella… Soy tu amiga por encima de todo y cualquiera sea tu decisión yo te apoyaré.” Me relajé un poco y me senté en la cama
“¿Qué has visto en mi futuro Alice?” pregunté sin dudar.
“Hasta ahora solo he logrado verte andar con una gran panza”, dijo con una sonrisa. “Luces cansada y débil pero te ves feliz”
“¿Edward?” pregunté y ella entendió muy bien, preguntaba si lo veía en mi futuro.
“Solo he hurgado tu futuro y no muestra mucho, solo veo eso. Edward aún no lo sabe, quizás por eso no logro saber si esta o no en este futuro. Pero no deberías dudar que lo estará Bella”
“Quizás tienes razón, quizás siempre esté ahí para su hijo”
“No seas tonta Bella…..mi hermano es un idiota, siempre tratando de hacer lo que a el le parece correcto. Te seré sincera: creo que todo esto ha ido más allá de lo ridículo. Llegué a considerar si debía limitarme a transformarte por mi cuenta.”
Me quedé helada, no podía darme el lujo de albergar ese tipo de esperanzas. Ella me estaba diciendo que el se había ido por hacer lo correcto, ¿quería protegerme de él mismo?, las palabras de Edward aquella tarde fueron muy claras. Hasta llegué a pensar cuando estuve sumergida en la oscuridad, que quizás todo lo que había Edward querido de mi lo había obtenido aquella tarde que ahora abultaba mi vientre.
“Alice, yo entiendo el temor de Carlisle, y sé que también lo compartes. Ustedes temen que el bebé me maté…. Pero yo aún guardo la esperanza, necesito que me prometas algo. Si llega ese momento en el que mi bebé esta fuera de mi y a salvo, y estoy muriendo, transfórmame”
“Confías mucho en mi Bella, yo no creo que pueda parar, aunque definitivamente lo intentaría si es la única forma de mantenerte entre nosotros. Allí sobraran vampiros para hacerlo, yo que tú se lo pediría a Carlisle” dijo con una dulce sonrisa, se acercó y tomó la ropita de bebé entre sus manos antes de sentarse en la cama. “Es muy bonita, este será un bebé muy consentido, y el mejor vestido…deja que su padre lo sepa, porque su tía Alice se va a volver loca comprando cosas” dijo mientras reía, luego me abrazó con dulzura, me dio un beso en la mejilla y se despidió antes de irse, “Ahora descansa.”
“Gracias,” dije antes de que saliera de nuevo por la ventana, ella solo sonrío.
Alice se fue, estuve luchando contra el sueño con todas mis fuerzas. Edward estaba cerca o ya estaba en Forks, no quería dormir, quería vigilar mi ventana durante cada segundo de la noche, pero mi bebé tenía otras ideas, porque definitivamente fue él, sin importar con cuantas fuerzas quisiera mantenerme despierta, un sueño pesado me embargo y me dormí sin siquiera darme cuenta.
Desperté algo atontada, necesitaba ir al baño, mi vejiga parecía fuera de funcionamiento de un tiempo para acá, otro cambio que hacia el bebé en mi cuerpo, Carlisle me había explicado que a medida que crecía hacía presión en mi vejiga. Estaba oscuro aún, en medio de la noche, quizás una o dos de la madrugada, caminé hasta el baño casi dormida, cuando regresé a mi habitación, aún medio dormida, todas las luces apagadas, cerré la puerta y cuando estaba a medio camino hacia la cama noté una figura blanca que relucía recostada de la pared más alejada, con la expresión más extraña que alguna vez hubiese visto en ese rostro, una expresión de dolor, pero de un dolor profundo, casi como si estuviese físicamente herido.
Ahí una vez más dentro de mi habitación estaba el padre de mi bebé, me miraba con dolor y estoy segura que si fuese capaz de llorar, lo estuviera haciendo en este momento.
LES GUSTO ???
SI QIEREN OTRO CAP. MAS SOLO PIDANLO...:)
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lunes, 5 de octubre de 2009
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esta muy bueno este ficc q triste pobre bella xd espero el proximoo capiii no te demores en subirlo xd adios
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