Bueno no se olviden que los creditos y meritos son para la genia q escribio este hermoso fic:
"
T.G.Kira" (Stefany) ella sube este fic en una pagina de fanfictions .
BUENO SIN MAS QUE DECIR LES DEJO EL 13º CAPITULO DE PORCELANA:
PORTADA
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13.NUEVO DOCTOR
El silencio reino en la habitación después de su declaración.
La tarde paso rápidamente, y pronto tuve que irme. No sin antes despedirme de Edward, a pesar de todo el remolino de pensamientos que me acongojaban no podía alejarme de él.
-Descansa- susurre mientras me acercaba a él para darle un beso. Cuando me alejaba el tomo mi mano deteniendo mi acción.
-¿Qué sucede?- pregunte preocupada. El no dijo nada, se sentó en la cama y se acerco a mí para darme un beso, igual como hice con él.
-Tú también descansa- susurro cerca de mi oído antes de volver a tirarse en la cama.
Yo me quede como clavada al suelo, mis piernas no respondían y de cierta manera estaba temblando, no de miedo, no. No sabía identificar el sentimiento.
Después de unos minutos pude salir de la habitación. Aun un poco aturdida pude llegar hasta el hala central.
Firme la salida y me fui a casa.
Cuando llegue a mi apartamento solo atine a dejarme caer en uno de los sillones. La cabeza me daba vueltas por todo. Todas las experiencias que habían sucedido el día de hoy me habían dejado exhausta, en más de una manera.
Edward profesaba quererme, ¿pero de qué manera lo hacía?
Quería pensar que era un cariño fraternal, amistoso. Era el único tipo de afecto que podía haber entre nosotros.
¿Verdad?
¿De qué manera lo quería yo?
Porque claramente yo lo quería.
¿Cómo un amigo? ¿Cómo mi paciente?
No. Lo que sentía por él iba mas allá del simple cariño fraternal. Simple aprecio, no, iba a un nivel mayor.
¿Pero que era?
Pase mis manos cansadamente por mi rostro. Solo le daba vueltas al asunto, y quizás no era necesario tanto.
Edward se había encariñado conmigo por tanto tiempo que pasábamos juntos. Simple y sencillamente eso. No podía ser más. No podía.
No me di cuenta en el momento en que me quede dormida en el sillón, pero a media noche me desperté con un horrible dolor en el cuello, aun medio dormida camine hacia mi cama y rápidamente volví a dormirme.
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Cuando entre al hospital había un gran alboroto. La mayoría del personal cotilleaba acerca del nuevo doctor.
Todos especulaban quien podría ser.
La mayoría estaban reunidos esperando indicaciones.
-¿Qué sucede?- le pregunte a Sue, en cuanto pude localizarla en el mar de gente.
-El doctor Cullen ha convocado a junta a todo el personal. Has llegado a tiempo- contesto mientras caminaba junto a mi hacia el conglomero de personas.
La gente murmuraba hasta que el doctor Cullen se paro frente a todos. El silencio se hizo presente antes de que Carlisle comenzase su discurso.
-Buenos días a todos- saludo cordialmente- Creo que la mayoría conoce las razones para esta reunión. Por motivos personales deberé ausentarme por un tiempo de mis funciones como director de este hospital. Mi ausencia será un poco larga, por lo cual le he pedido a un colega que me haga el favor de cubrir mi puesto. El doctor Jasper Withlock me ha hecho el favor de aceptar.- mientras hablaba un hombre alto de cabello rubio y ojos grises se paraba junto a él- El es un reconocido doctor en Inglaterra que hoy nos hace el favor de estar aquí.-
-Buenos días- hablo del doctor Withlock, su voz era monótona, demasiado seria- Como ha dicho el doctor Cullen, he aceptado laborar en este lugar como un favor hacia él. Espero poder llenar las expectativas que él tiene de mí y poder hacer un buen trabajo aquí- esas fueron sus simples palabras.
-Espero que no hayan problemas en mi ausencia- volvió a tomar la palabra Carlisle- Eso es todo, puede volver a su trabajo.- inmediatamente las personas se disiparon y yo con ellas.
Se me había hecho un poco tarde y quizás Edward estaría desesperado.
Entre en su habitación y el ya me esperaba, tenía en su mirada un atisbo de preocupación que desapareció en cuanto noto mi presencia.
-Buenos días- le salude con alegría.
-Hola, Bella-
-¿Cómo estás?-
-Bien-
-Que bueno.- conteste mientras serbia su desayuno.
-¿Por qué tardaste tanto hoy?-
-Oh, perdona. Es que hubo una reunión para presentar al nuevo doctor. ¿Carlisle te comento que tendrías a un nuevo doctor?- pregunte con temor, tal vez le había dicho algo que no debía.
-Si, el saldrá del país con Esme ¿no es así?-
-Si- me limite a contestar, no quería comentar algo que no debía.- ¿Te preocupa eso?-
-La verdad, no. Mientras tú no te vayas nada me molesta- su respuesta me sorprendió en gran manera.
-¿Soy tan importante para ti?- la pregunta salto de mis labios sin que lo quisiera e inmediatamente me arrepentí aunque no tuve tiempo de retractarme.
-Claro que lo eres Bella.- y yo sonreí como una tonta ante su respuesta.
El desayuno tranquilamente y luego salimos un rato al patio. Pero en el camino me cruce con Jessica, la última persona que quería encontrar.
-¡Oh! mira qué bonito, la linda pareja-dijo con ironía mientras se acercaba a nosotros, señalaba con mofa nuestras manos tomadas.
-¿Qué se te ofrece?- pregunte intentando entender.
-Hazte la inocente, maldita. Pero sé muy bien que por tu culpa el doctor Cullen me despidió.-las cosas empezaban a encajar en mi cabeza.
-Si te despidieron fue porque no hacías tu deber, no por mi.- conteste fríamente
-¡Eres una maldita arrastrada!- grito, en ese momento Jessica levanto la mano y yo no pude reaccionar a tiempo para esquivar su golpe. Esperaba el sonido de la cachetada pero este nunca llego a mis oídos.
-¡Suéltame!- rugió Jessica. Mi mirada viajo hacia su mano, y pude ver como Edward la tenia fuertemente sujeta.
-No vuelvas a intentar golpearla- le siseo Edward visiblemente enojado.
-¿O si no que?- reto ella mientras que de un brusco movimiento se soltaba de la mano de Edward- ¿Acaso tu me harás algo?
-Si la vuelves a tocar, te prometo que no te quedaran ganas de volver a pegarla a nadie en tu vida- la voz de Edward era amenazadora, hasta a mi me dio un poco de miedo.
-Mira, tan enamorado lo tienes que está dispuesto a golpearme. ¿Qué has hecho?- dijo con evidente sarcasmo en su voz- ¿Cómo has hecho para que se volviera tu perro guardián?-
-No lo llames así, maldita perra- ahora si me había colmado, podía permitirle que hablara de mi, pero no de él.
-Oh, mira se ha molestado. Son tal para cual, tú también deberías estar internada con él. Estas igual de loca.-
Estuve a punto de contestarle como se merecía, pero el doctor Cullen atravesó el pasillo desierto para dirigirse a nosotros.
-¿Sucede algo señorita Swan?- pregunto al ver lo alterada que me encontraba
-Nada doctor, solo me despedía de la buena Isabella.-contesto por mi- Cuídate mucho querida, y te prometo que nos veremos otra vez- lo último lo dijo en tono de amenaza, ella se dio la vuelta y se alejo de nosotros.
-¿Estas bien?- volvió a preguntarme el doctor.
-Si, no se preocupe.-
-Sabrás el motivo por el que la despedí-
-Me lo imagino- susurre. El doctor Cullen me pidió que fuese a su oficina, para que pudiese hablar con el doctor Withlock.
En cuanto el se fue, mis ojos se llenaron de lagrimas de furia, tenía tantas ganas de partirle la cara a Jessica.
-¿estas bien?- pregunto Edward mientras levantaba mi rostro para que lo viera.
-No- fue sincera, lagrimas de cólera caían por mi rostro. Era una mala costumbre que cuando estaba molesta lloraba.
-No llores, tú no estás loca- medio reí por su ocurrencia, sabía que lo decía para animarme.
-¿Cómo puedes asegurarlo?- pregunte siguiéndole el juego.
-Eres muy bonita para estarlo- mi corazón bombeaba con fuerza pero no por el enojo, sino por lo que Edward me hacía sentir con su cercanía, solo sus caricias o sus palabras hacían que mi corazón casi se saliera de mi pecho.
Luego de un rato en silencio, me di cuenta que aun estábamos en el pasillo, gracias a Dios había estado solo durante el altercado de Jessica y se mantenía así.
-Gracias- susurre antes de volver a tomar su mano y entrelazar sus dedos con los míos.
-¿Por qué me agradeces?-
-Por defenderme-
-No tienes nada que agradecer. Protegerte es lo que más deseo hacer- sus palabras fueros solemnes, estaban impregnadas de sinceridad y cariño.
Solo sonreí, agradeciendo sus palabras de cariño.
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Sin falta estuve en la oficina del doctor Carlisle a la hora que él me lo pidió.
-Buenas tardes- salude mientras entraba, solo se encontraba el doctor Withlock ya que Carlisle estaba con Edward.
-Buenas tardes señorita Swan, pase-
-Bueno, doctor, usted dirá-
-Me gusta su actitud, directa. Bueno, supongo que sabe mi nombre soy Jasper Withlock y trabajaremos juntos durante la ausencia de Carlisle. Me gustaría platicar acerca de los cambios que hare en el tratamiento de Edward- su voz era metódica y su semblante serio. –Primero que nada, dejaremos de suministrarle algunas drogas, el antisicotico, antidepresivo, y el sedante, para ser más específicos-
-¿Por qué?- cuestione.
-Probare un método poco ortodoxo aun aquí y necesito su sistema limpio de cualquier posible agente que interfiriese con los resultados. Tú lo conocerás burdamente como hipnosis, pero yo prefiero decirle regresión. Intentaremos llegar a los recuerdos que ha suprimido, leyendo su historial pienso que eso es el equid de todo-
-¿El doctor Carlisle está de acuerdo con esto?-
-Claro que lo está, está informado de todo lo que pretendo hacer y tengo su permiso para proceder- dijo molesto por mi cuestionamiento.
-De acuerdo-
-Una cosa más Isabella. Tengo entendido que sin los sedantes Edward padece de pesadillas y requiere que alguien este junto a el por las noches. ¿Estas dispuesta a quedarte tu? Por supuesto no serán todas las noches y se te pagaran los tiempo extras- siguió con su discurso.
Su petición me dejo un poco extrañada.
-Si igual tú no quieres, podemos contratar a otra enfermera- siguió al ver mi vacilación.
-No, no. yo lo hare doctor-
-Perfecto, podrías quedarte a partir de mañana. Empezaremos con sus sesiones mañana, pero esperaremos a que los efectos de los medicamentos pasen-
-Bien.-
-El doctor Cullen me ha dicho que hay una habitación extra, pediré que sea acondicionada para ti, creo que solamente eso. Y pues será un gusto trabajar contigo Isabella- a pesar de sus palabras de entusiasmo su rostro no lo reflejaba.
-Lo mismo digo- conteste mientras me levantaba y salía de la oficina.
Esperaba que lo que intentase el doctor Withlock ayudase a Edward.
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Continuara...
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