miércoles, 12 de mayo de 2010

Fanfiction : "Porcelana" ♠

Bueno ha diferencia de otros fics q he subido en este caso la genial autora me autorizo y yo estoy muy feliz y agradecida con ella por eso...les comparto su Hermoso fic aca.....si quieren comentar, preguntar o algo no duden en hacerlo....;)
Bueno no se olviden que los creditos y meritos son para la genia q escribio este hermoso fic:
"
T.G.Kira" (Stefany) ella sube este fic en una pagina de fanfictions .

BUENO SIN MAS QUE DECIR LES DEJO EL 19º CAPITULO DE PORCELANA:


PORTADA



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Cap.19:ENAMORADO DE SU PACIENTE

En el transcurso de las semanas la situación de Edward no mejoraba. Era todo lo contrario, estaba triste, absorto en sus pensamientos. Tenía que rogarlo para que probase bocado, casi lo empujaba de la cama para que saliera de ella. El único momento en el que parecía reaccionar era cuando debía irme, pero era solo un instante ya que en cuanto le prometía que volvería al día siguiente él se calmaba y volvía a su letargo.

Cada vez era más desesperante todo. Era como si en vez de avanzar la condición de Edward empeorase y todo frente a las narices de su "capaz" doctor.

Las confrontaciones con Jasper habían cesado, para alivio mío. Aunque parecía que algo le estaba molestando y ese algo era completamente ajeno a Edward o a mí.

Jasper decía que todo estaba bien, que era comprensible el hecho que reaccionara de esa manera ante algo tan traumante. Que pronto lo superaría. Claramente, las palabras de Jasper no me dejaban tranquila. Y a eso le sumaba la completa desaparición de Alice.

Desde ese extraño día ella no había vuelto a llegar, me llamo alegando que estaba enferma y que no podía salir. A tres semanas de ese incidente y Alice no había puesto un pie en los alrededores del hospital. Las pocas veces que la había podido ver en el edificio, ella me saludaba escuetamente preguntaba por mí y por Edward y rápidamente desaparecía alegando un sinfín de cosas. Ella me preocupaba.

-Aquí tienes, Bella- La voz de Demetri me saco de mis pensamientos.

-Gracias- sonreí con cansancio mientras me entregaba un vaso con café, los últimos días mis horas de sueño se habían disminuido gracias a las repetitivas pesadillas de Edward.

-¿Y cómo sigue el chico?- pregunto con cautela, Demetri sabía sobre mis sentimientos hacia Edward, no comprendía del todo pero hacia el intento de apoyarme.

-Mal- me limite a contestarle. Pude ver en sus ojos un poco de pena por mi situación.

-Y tu tampoco te ves muy bien que digamos- musito

-Me imagino- quise bromearle pero la verdad ya no tenía ni fuerzas para eso. Todo era tan caótico ahora que no sabía si podría aguantarlo.

-Bella, porque no renuncias, esto no te está haciendo bien.-

-¿Cómo me dices eso? Sabes que no puedo renunciar- le espete molesta.

-Estas dañándote a ti misma. Sé que si el estuviese en sus cinco sentidos no te permitiera que te matases de esa manera-

-Vamos Dem, no es nada- intente quitarle importancia a sus palabras.

-Como tú digas- musito serio. Se molestaba cuando no tomaba en cuenta su opinión pero estaba segura que no me presionaría con su punto de vista.

-Gracias- le dije, a pesar de todo sabia que se preocupaba por mí.

-Eres una niña muy testaruda- volvió a regañarme pero siempre con su característica sonrisa, era afortunada por ser su amiga. Al cabo de un rato él se fue dejándome en el desolado comedor. eran cerca de las cinco de la mañana, esa era la hora en que estaba segura Edward estaba profundamente dormido, era el único momento durante la noche en la que estaba segura que no debía preocuparme por él. Pero lastimosamente yo no podía dormir. Había empezado con una especie de insomnio, llevaba alrededor de una semana así.

Apoye mi cabeza contra la mesa y cerré mis ojos dejándolos descansar por un momento.

-¿Por qué estás aquí?- la muy conocida voz de Jasper me hizo abrir los ojos.

-Tomo café- le conteste levantando el vaso y agitándolo para que pudiera verlo, aun sin levantar la cabeza de la mesa.- ¿Qué hace todavía aquí? ¿O es que llego temprano?

-¿Sigues tratándome de usted? Cualquiera diría que después de un mes trabajando juntos me tratarías con mayor confianza- se burlo, en ese momento levante la cabeza como un resorte, esperaba ver en sus ojos pintada la mofa de sus palabras, pero no, parecía más como si estuviese triste.

-Ok, Jasper- remarque su nombre- ¿Qué haces acá tan temprano? contento- se rio de mis palabras, era una risa estrangulada y tenue.

-Bella, definitivamente me crees un monstruo ¿no es así?-

-No creo que yo use esas palabras contigo- no, mis palabras eran más bien, bastardo sin corazón.

-Probablemente. ¿Usas peores? Casi puedo apostar que es así-

-¿Qué importa lo que yo piense?-

-No importa mucho, la verdad. Pero, no creas que lo que te digo es por dañarte. Lo hago por tu bien y por el suyo- dijo refiriéndose a Edward.

-Gracias. Mensaje entregado, no eres malo. ¿Algo más?- comente fastidiada, siempre era lo mismo. "Es por tu bien" Me gustaría que se dejase de adivinanzas y me dijera todo de una vez.

-¿Por qué estás aquí tan temprano?- volvió a cuestionar ignorando mi sarcasmo anterior.

-Ya te dije, tomo café- conteste molesta

-Ya te entendí, pero porque tan temprano.-

-No puedo dormir-

-¿Es porque estas preocupada?-

-Mucho, como tienes idea- fui sincera. ¿Qué más daba ahora?

-No deberías. Te he dicho que no te preocupes tanto por el.-

-¿Cómo no preocupo? Lo veo todos los días, esta triste, tiene pesadillas constantes, no come ni duerme bien. ¿Cómo no me preocuparía? Sería un ser sin corazón sino lo hiciera, sería como…..-

-Como yo- termino por mí

-Pues si, como tu- rio sin humor antes mi contestación.

-A veces quisiera ser lo que tú dices: Un ser sin corazón-

-¿Por qué?-

-Por nada, Bella. Pero en serio, no te preocupes tanto por él. La verdad es completamente normal su reacción ahora depende del como empiece a manejar la situación, como la valla superando.- comento

-Supongo que tienes razón- declare rendida

Hubo un momento de incomodo silencio hasta que el volvió a hablar.

- Bueno creo que es hora que regreses. Tengo cosas que hacer.- dijo mientras se levantaba del asiento que ocupaba y caminaba en dirección a su oficina.

Me dejo un poco asombrada que pudimos tener una conversación más o menos civilizada. No era costumbre entre nosotros pero al menos eso mejoraba un poco el ánimo de trabajo, no era cómodo estar discutiendo siempre con él y a veces tragándome lo que necesitaba gritarle. Era un buen cambio, aunque sabía que podía ser momentáneo.

Me quede en el comedor mientras me terminaba el café a sorbos, repasaba y repasaba la plática con Jasper, realmente él había intentado hacer una conversación conmigo y yo no había sido más que grosera pero en ese tiempo con él había aprendido a estar a la defensiva siempre que estuviese presente. Cuando la taza estuvo vacía me levante de la mesa y decidí ir hacia la oficina de Jasper, no tenía idea del porque quería hablar con él, solo pensaba que tal vez el no era tan malo como había pensado.

Tenía demasiado tiempo de no entrar a esa oficina, no desde que Carlisle se había marchado, como lo extrañaba y sabia que Edward también lo hacía, es mas todo el personal lo hacía.

Di dos toques a la puerta y me quede esperando hasta que escuche un "Pase".

Casi me voy de espaldas cuando vi que la pulcra oficina del doctor Cullen se había llenado de pilas y pilas de expedientes. Una pila más antigua que la siguiente, acaparando cada espacio posible en el cuarto.

Olvide completamente el motivo de mi visita.

-¿Qué es todo esto?- exclame perpleja.

-Expedientes.- contesto sin levantar la vista de los papeles que tenía en el escritorio.

-¿Y para que los necesitas?-

-Busco uno en particular.-

-¿Para qué?-

-Bueno, sí que estas llena de curiosidad. Porque mejor no me dices que necesitas de mi- contesto levantado la vista hacia mí.

-Si, lo siento. Pues yo quería disculparme por mi actitud de hace un rato, supongo que intentabas ser amable, cosa rara en ti y yo me porte muy grosera.- La verdad me estaba arrepintiendo de estar ahí, pero ya lo había dicho.

-Como te dije, no te culpo por pensar así de mí. Es lo menos que me merezco. Pero el hecho que intente ser amable contigo no cambia lo que pienso.- contesto. Y claro tenía que arruinarlo. Tenía que volver con sus comentarios.

-Sigues pensando que soy una enfermera obsesionada con su paciente- no pregunte, era una afirmación.

-Nunca he pensado eso-

-Entonces ¿Qué has pensado? porque para ti soy una especie de acosadora loca- el rio ante mi tono indignado.

-No te catalogo de ninguna manera. Solo intento corregir algo que considero que a la larga podría dañar a mi paciente. Y a ti-

-Ok, estoy harta que me hables en clave. Dime de una vez que quieres decirme- espete con molestia en mi voz.- Siempre estás diciendo "Es por su bien y el tuyo" pero sabes, no he visto que yo le haga daño de ninguna manera-

-Yo sé porque te lo digo- su tono de voz dejo de ser condescendiente para convertirse en uno molesto.

-¡Entonces ilústrame por favor!- exclame con desdén.

-Yo también me enamore de una paciente- dijo con voz monocorde.-Hace años, cuando empezaba a ejercer en Inglaterra. Por eso se que esto no es nada sano.-

No salía de mi estupor ante su revelación.

-¿Cómo?- fue lo único que salió de mi boca.

-¿Tan sorprendente para ti es eso?-

No tuve palabras para contestarle nada.

-Supongo que tendré que contarte para que entiendas mi posición.- suspiro.

-Yo empecé a ejercer como psiquiatra en Inglaterra hace como unos siete años. Al principio costo que los directivos del pequeño hospital en el que trabajaba notaran mi capacidad, pero cuando lo hicieron empezaron a darme casos mas y mas complicados. Hasta que llego el de ella.- rio suavemente- La verdad ella no era ningún caso complicado, tenía un caso severo de hiperactividad y falta de atención pero a pesar de ello era muy divertida y alegre. Fue como si de repente viese la luz por primera vez. Su condición hizo que la internara por unas semanas, solamente para observarla no era algo necesario pero su hermana insistió demasiado en ello, pero esas semanas fueron las mejores de mi vida. Con el tiempo si estado decayó un poco y no entendía el porqué. Siempre que estaba con ella, era completamente feliz. Pero cuando yo no estaba se deprimía completamente. Así que hacia lo posible de pasar tiempo con ella. Supongo que fue mi error. Lo he pensado tanto y no encuentro otra resolución- mascullo más para sí mismo.

Por primera vez en mucho tiempo pude ver caer su máscara de frialdad, podía ver emociones reflejadas en su rostro. Podía ver la alegría de sus recuerdos, la añoranza y finalmente la culpa.

-¿Qué sucedió con ella?-

-Irónicamente, una enfermera reporto mi trato poco ético al director del hospital. Me despidieron y no supe de ella, más que su hermana la había traído a Estados Unidos. Específicamente a este hospital- su mueca de horror no paso desapercibida para mí y entendía perfectamente el porqué de ella.

-Tiempo después descubrí que su hermana, solo quería deshacerse de ella, por eso insistia en que estuviese internada por una situación que no lo requería. Me sentí tan idiota por no darme cuenta, pero la razón estaba frente a mis narices. Yo había perdido la perspectiva de lo que era mi trabajo, muchas veces me lo había cuestionado. Pero jamás quise aceptarlo. Cuando logre que me contrataran en otro hospital intente ponerme en contacto con ella. Le mande una carta de la cual jamás tuve respuesta, inmediatamente supe que se había olvidado de mí. Supe que había sido un tonto al pensar en que teníamos algo, ella estaba un poco desequilibrada, sus emociones no eran constantes y por ello se había olvidado de mi- comento con tristeza en la voz.

-Sabes lo que pasaba aquí, ¿verdad?- hable con suavidad.

-Ese fue el motivo por cual conocí a Carlisle. Cuando por fin pude viajar a Estados Unidos, lo primero que hice fue venir a este hospital. A pesar de eso había pensado intentar saber que había sido de ella. Jamás le di un nombre a Carlisle pero sabía que ella ya no estaba aquí. Intente no darle importancia al no encontrar nada de ella, pero había algo que no me dejaba estar tranquilo, hasta que Carlisle me comento la clases de trato que daban en este hospital. Al ver que ella no se encontraba en el hospital pensé que había salido de aquí. Quizás había vuelto a Inglaterra y con eso me conforme. Hasta hace poco. Cuando en una sesión Edward hablo de la chica que gritaba, la que él dice que murió.

-¿Qué tiene que ver ella?-

-Edward dijo que se llamaba Alice. Igual que ella. Marie Alice Brandon-

Inmediatamente reconocí ese nombre. Era el nombre que estaba escrito en el sobre que encontré en el departamento de Alice.

J. W

Jasper Withlock

No podía ser.

-¿Cuál es el punto con todo esto?- pregunte con la voz temblorosa. No quería seguir pensando en esa posibilidad.

-Aun no lo entiendes. ¡Es mi culpa que ella este muerta! Fue mi culpa que ella viniese a parar a este horrible lugar. Yo pude evitar todo esto, si me hubiese mantenido en mi papel de doctor. Le hice daño a ella y dañe mi carrera también. En tu caso es mucho peor, pero tú no quieres entender- espeto molesto. Pude ver en sus ojos algunas lagrimas que no llegaron a derramarse.- Con tus acciones no solo lo dañaras a él, a la larga tu también terminaras mal, mírame a mí. Según tú soy un bastardo sin corazón, pero te puedo asegurar que me duele acá-puso su mano en el pecho- con solo imaginarme todo lo que ella pasó antes de morir.-

No pude contestarle nada, la confusión en mi no me dejaba pensar con claridad.

No supe cómo fue que pude salir de la oficina y llegar a la habitación de Edward.

Agradecí que el siguiera durmiendo. Me encerré en el cuarto contiguo.

Al llegar me desplome en el suelo.

Mary Alice Brandon.

J. W

¿Era posible que mi Alice y la Alice de Jasper fueran la misma persona?

¿Pero cómo?

Aunque eso explicaba muchas cosas.

Cuando mencione el nombre de Jasper, ella parecía completamente asustada.

Su renuencia a entrar al hospital.

Su expresión al saber en donde trabajaba, su simpatía por Edward a pesar de no conocerlo.

¿Esas serian suficientes pruebas para saber que era ella?

No lo creo.

Quizás la única forma de saberlo era preguntándole a ella.

El suave toque en la puerta me hizo ponerme de pie e intentar parecer calmada.

Sabía que la única persona que podría estar ahí seria Edward. Y ante el debía estar siempre bien. A pesar de todo.

Ahora entendía un poco más a Jasper. Y podía entender su sentir y el porqué su forma de actuar.

Pero jamás le daría la razón.

De alguna forma sabía que no era su culpa haberse enamorado de su paciente.

Ahora teníamos eso en común.

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Continuara...

Al fin stefany actualizoo!!!!soy muy feliz por eso :D nos vemos en el proximo !!

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