martes, 25 de agosto de 2009

FANFICTION.. " CUIDAR DE TY"...CAP. 16 , 17 Y 18 !!

BUENO AQUI COMIENZO CON EL NUEVO FIC Q ES APARTE DEL FIC DE MI AMIGO ERALD...ESPERO Q SIGAN LEYENDO EL D EL ....BUANO LA GENIA Q ESCRIBIO ESTE FIC OVIAMENTE NO SOY YO SE LLAMA :
"Tsuyu ryu "

ASI APARECE EN EL FORO...BUENO ELLA MERECE TOODOS LO MERITOS,,, BUENO Y ACLARO COMO SIEMPRE Q MI INTENCION NO ES ACER Q CREAN Q EL FIC ES MIO..NOOO PARA NADA ..SOLO QIERO Q LEAN ESTOS MARAVILLOSOS FICS Q ME VOY ENCONTRANDO Y Q RECONOSCAN EL TRABAJO DE LA ESCRITORA...TAMBIEN ACLARO Q LA AUTORA NO ME AUTORIZO..PERO ALMENOS NUNCA HE TENIDO PROBLEMAS CON LOS OTROS FIC Q HE SUBIDO..PORQ LO HAGO CON EL RESPETO Q SE MERECEN LAS ESCRITORAS DE ESTOS FICS...TAMBIEN LES DIGO Q ETSE FIC TIENE SU SECUELA..Y LES DIGO Q LES VA A ENCANTAR ..PORQ DESPUES ESTO SE PONE MUY TRISTE Y INTERESANTE....GRACIAS Y ESPERO SU APOYO..:)
vAniiah

CAP. 16 :

“Preocupación”

BPOV

Nunca había estado tan asustada en mi vida.

Estábamos en el hospital. Carlisle había tomado una radiografía y ahora supervisaba mi yeso. Que extraño, ni siquiera recordaba el dolor… en lo único en que podía pensar era en la mirada ausente de Edward. ¿Estaba bien?

“¿Puedes esperar aquí un momento? Necesito llenar unos documentos” me dijo Carlisle. Me sentí mal por él; ahora que mi padre no estaba aquí, ya no se molestaba en ocultar su preocupación. Yo lo entendía… Edward era como un hijo para él, seguramente estaba preocupado. Recordé su rostro cuando lo miró, y mi pánico regresó. Él no había dicho nada, pero yo sabía que algo andaba mal.

“Si” le respondí. Cuando él salió, Alice y Jasper entraron.

“¿Cómo te sientes, Bella?” preguntó Alice.

“Eso depende de lo que veas, Alice” dije. Quería que me dijera algo –lo que sea- para asegurarme que Edward estaba bien. Ella suspiró.

“Lo siento, no me concentré en ello… estaba distraída” respondió. Eso no me convenció. Jasper le pasó un brazo por los hombros.

“Entonces, ¿eso significa que su futuro no esta claro?” pregunté. ¿Qué significaba eso? Alice asintió. Ambos se sentaron en las sillas cercanas a mí. Fue allí cuando noté algo… me sentía terrible: preocupada, asustada… y Alice se sentía igual, eso podía verlo. ¿Por qué no estaba actuando Jasper?

“Jasper… ¿estas bien?” pregunté. Era extraño, ya que él siempre usaba su don para calmarnos. Él me miró y sonrió.

“Si, estoy bien. Es solo que… bueno, es duro para mi ver a Edward así” respondió. Claro, todos los Cullen habían estado demasiado sorprendidos y preocupados para enfocarse en sus dones. Alice acarició la mano de Jasper.

“Esta bien, Jasper. Todos estamos preocupados” dijo ella.

“No es tan simple. Sabes que mi pasado estuvo lleno de sangre y guerra… fue difícil ver a alguien de mi familia así; me trajo recuerdos, eso es todo” dijo él. Finalmente entendí lo difícil que esto era para él. Había vivido en un campo de batalla por muchos años, hasta que encontró a Alice y a los Cullen. Seguramente se había sentido muy mal al ver a Edward herido; además, las emociones que lo rodeaban no ayudaban mucho.

“Lo siento, Jasper. Debería controlar mis emociones” dije. Él me miró.

“No tienes que disculparte… si no puedo controlar las mías, ¿Cómo puedo esperar que los demás lo hagan?” dijo. Estaba pensando como consolarlos cuando la puerta se abrió y mi padre, junto con Carlisle, entraron.

“Oh, no sabia que estaban aquí. ¿Cómo te sientes, Bella?” preguntó Charlie.

“Estoy bien, papá. Ya no me duele” mentí. Por supuesto que dolía, pero no era nada comparado con mi dolor emocional.

“Le di a tu padre algunos medicamentos para ti. Si los tomas siguiendo mis indicaciones, estarás bien” dijo Carlisle.

“¿Podemos irnos ahora?” pregunté, ignorando el gesto de mi padre. Sabía que quería tenerme en casa, pero TENÍA que ver a Edward… él estaba mucho peor que yo.

“Bella, quizás deberías esperar a que…” comenzó Charlie, pero lo miré con tal fuerza que suspiró y se detuvo, resignado. Por suerte, apareció uno de sus oficiales.

“Señor, tenemos nueva información. Creo que debería verla” dijo. Charlie parecía reticente.

“No se preocupe, Charlie, yo la cuidaré. Jasper puede llevarla a casa más tarde” dijo Carlisle. Eso pareció convencer a mi padre, o al menos pareció estar de acuerdo.

“De acuerdo. Nos vemos, Bella. No llegues tarde” dijo, y se fue.

Minutos después, estaba en el auto con Carlisle, Alice y Jasper. Había un ambiente de silencio, lo que aumentó mis dudas: definitivamente había algo que no querían decirme. Pero esta vez, estaba decidida a obtener respuestas.

“Umm… ¿Carlisle? ¿Puedes decirme que sucede? ¿La verdad?” pregunté. Alice suspiró en el asiento trasero. Carlisle permaneció en silencio. “¿Por favor?” le rogué.

“Bueno… hay ciertos problemas con la condición de Edward” dijo Carlisle, reticente. Eso ya lo sabía.

“¿Tiene que ver con lo que viste en el bosque?” pregunté. Su mirada respondió. “¿Qué sucede?” pregunté de nuevo.

“Bueno, Bella, tu sabes lo esencial que es la sangre para nosotros. La necesitamos para vivir y mantenernos fuertes” dijo Carlisle. Eso también lo sabía. “Edward está muy malherido. Lo que vi… bueno, prefiero no describirlo” concluyó. Eso me asustó, pero al mismo tiempo me obligó a forzarlo para que lo dijera.

“Por favor, dime que tan mal está” le rogué. Sentí las lágrimas en mis ojos. Él lo notó y suspiró.

“Cuando él… cayó en brazos de Emmett, pude ver su pecho. Es grave… incluso pude ver los huesos de sus costillas… pero el problema es éste: Jasper dice que la sangre de animales no será suficiente para él, tendrá que alimentarse de humanos para curarse por completo” admitió Carlisle. Pude ver el problema inmediato aquí: ninguno de ellos se alimentaría de humanos ¿Cómo iba a hacerlo Edward? ¿Especialmente después de saber la historia del cazador? Sentí escalofrío cuando me di cuenta de mis pensamientos: estaba dispuesta a terminar con una vida humana para que él se recuperara. Pero no pude sentirme culpable.

“¿Y si no lo hace?” pregunté.

“Algunas de sus heridas permanecerán” respondió Jasper detrás de mí.

Aún estaba considerando sus palabras cuando llegamos a la casa de los Cullen. Me olvidé del yeso y corrí hacia la puerta; tuve suerte de que Alice estuviera junto a mi cuando, inevitablemente, tropecé. Cuando Carlisle entró en la casa, Esme se lanzó a sus brazos.

“¿Esme? ¿Qué…?” preguntó él.

“Edward está arriba. Emmett lo colocó en la cama que compró para Bella. Por favor, ve a verlo. Él se… desmayó” dijo Esme. Yo estaba sorprendida, ¿podían desmayarse los vampiros? Sentí la mano fría de Alice, acariciando la mía.

“Será mejor que esperes aquí un momento, Bella” dijo Emmett. Me sorprendió aún más ver lo asustado que estaba. Era evidente que el suceso lo había impactado mucho.

“¡No! ¡No quiero esperar!” dije, desesperada.

“No será por mucho. Solo dale tiempo a Carlisle de revisarlo, ¿de acuerdo? Después podrás verlo” dijo Alice.

Nos sentamos en el sillón, esperando. Tenía miedo… en todo el tiempo que llevaba conociéndolos, los había visto invencibles, eternos, pero ahora estaba muy preocupada. Podían morir, Victoria era prueba de ello, y los hombres lobo eran la única criatura conocida –además de ellos mismos- que podía realmente matarlos. ¿Y si el daño era demasiado? ¿Y si Edward…? No, eso no pasaría. Si tenía que darle mi sangre para que sobreviviera, lo haría con o sin su consentimiento.
-----

CAP. 17 :

“Consuelo”

BPOV

Cuando Carlisle apareció en las escaleras, me levanté. Ni siquiera sé como pude conseguirlo sin tropezar. En un segundo –en sentido figurado- estaba a su lado.

“¿Cómo está?” pregunté, mientras mi mente ya estaba maquilando cientos de horribles posibilidades.

“Esta mejor. Iba a llamarte; quiere verte” dijo Carlisle. No pude evitar suspirar de exasperación; yo quería detalles y ninguno de ellos parecía dispuesto a darlos. Además, no me gustaron sus palabras… para mí, habían sonado como el diálogo de una película, donde el personaje moribundo llama a todos adentro… Muy bien, tenía que dejar de pensar así.

Carlisle seguía mirándome, aparentemente confundido ante mi falta de reacción. Me sonrojé; por suerte él no podía leer mi mente.

“Gracias, Carlisle” dije.

Entré en la habitación de Edward, y mis ojos volaron de inmediato hacía la enorme cama que él había comprado para mi hace algún tiempo. Él estaba allí, cómodamente recostado. Corrí hacia él.

“¡Edward!” grité con todas mis fuerzas. Prácticamente me lancé hacia la cama, y hacia sus brazos. Comencé a llorar cuando nos abrazamos; no pude evitarlo, me sentía tan mal por él… ¿Por qué tenía que pasar por todo esto? Era tan bueno y amable, no se merecía esto.

“Estoy bien, Bella. Lamento haberte asustado” dijo con su voz aterciopelada y firme.

“No hagas eso. No tienes nada de que disculparte. Salvaste mi vida” dije, con mi rostro pegado a su pecho. Esperen… no debería estar haciendo eso. De inmediato, me alejé un poco.

“¡Lo siento! ¡Lo olvidé!” dije, pero me di cuenta de que él había malinterpretado el gesto, porque sus ojos dorados mostraban tristeza. “¿Pasa algo?” pregunté. Odiaba verlo así.

“No… no te preocupes” dijo, pero hasta yo pude notar que mentía.

“Puedes decírmelo. ¿Por favor?” dije. Sabía que necesitaba hablar sobre ello, sobre lo que había descubierto hace horas, para poder superarlo.

EPOV

Por un momento, me asusté… creí que ella había cambiado de idea respecto a mí; después de todo, había matado a tanta gente en el pasado, ¿Cómo podía alguien tan puro y bondadoso como Bella amarme aún?

Pero el tono amoroso de su voz seguía allí. Cuando me preguntó que sucedía, pude oír que realmente se preocupaba por mí… y tenía razón; para mi desgracia, la herida del pecho seguía doliéndome más de lo que le dejaba saber. Quería hablarle de mis preocupaciones, pero el problema era ¿Dónde comenzar? Ella continuó mirándome, esperando mi respuesta. Suspiré; de verdad deseaba hablar con ella.

“Es solo que… no puedo dejar de pensar en el amigo de Alphonse. ¿Y si tenía razón? ¿Y si podía haber cambiado? Él tiene razón, no tengo el derecho de decidir quien vive o muere… de verdad soy un monstruo, ¿verdad?” dije antes de darme cuenta. Nunca quise que esas palabras salieran a la superficie.

No pude detenerme. La abracé, ocultando mi rostro en sus hombros, con cuidado de no lastimar su brazo. Otra cosa de que sentirme arrepentido… la había lastimado, al tratar de protegerla. ¿Qué clase de criatura era yo? Por primera vez en mi vida de vampiro, extrañé las lágrimas. Sentí deseos de llorar, sabía que lo estaría haciendo si fuera humano. Pero ese era el problema de todo, ¿no es así? Que no lo era.

“Edward…” dijo Bella mientras yo permanecía allí, incapaz de decir más. Sentí una pequeña punzada de dolor en la herida, pero la ignoré.

“He matado a tanta gente… ¿y si no eran tan malos? Estoy seguro de que la mayoría tenía familia, amigos como el cazador que los extrañan. Hice sufrir a esa gente, a esos inocentes…” dije. Ahora realmente estaba diciendo lo que pensaba; sin secretos, sin censura. ¿Bella lo comprendería?

“Basta, Edward. No tienes porque sentirte así. Tu lo dijiste: era un violador, ¿cierto? Piensa en la chica que murió ese día, ¿Cuántas murieron antes de que tú aparecieras? ¿Y a cuantas salvaste cuando decidiste atacarlo? Yo entiendo que el peso de esas vidas humanas debe ser muy grande para alguien como tú… tienes un alma muy bondadosa. Pero debes entender que, por cada vida que tomaste, salvaste aún más” dijo ella con tal confianza que levanté la cabeza para mirarla.

Tan buena, tan cálida. Me sentí muy agradecido con ella… no solo aceptaba mis errores del pasado, sino que estaba tratando de reconfortarme.

“Me ves como una persona mucho mejor de lo que realmente soy” dije.

“No, no es así. Es solo que tú pareces estar ciego a tus propias virtudes. Eres un buen hombre, Edward. Eres el hombre más bondadoso, honesto y bueno que haya conocido” dijo Bella, mirándome con sus hermosos ojos marrones. Me reí suavemente, maldiciendo mentalmente cuando me provocó dolor.

“Soy un vampiro” dije, esperando que captara la broma. Lo hizo.

“¡Oh! ¡Sabes lo que quiero decir!” dijo ella, sonriendo. “De verdad, Edward, necesitas elevar tu autoestima”

Me sentí tan feliz. Nunca soñé con encontrar a alguien que me amara así, al grado de perdonar mis crímenes… incluso olvidé el dolor. De pronto, sentí el deseo de besarla, de quedarme con ella para siempre. Lentamente la empujé hacia la cama mientras la besaba apasionadamente, más de lo que nunca había permitido. Ella respondió de inmediato, tomando mi rostro con sus manos, pero se detuvo abruptamente.

“Tu herida. Quizás deberíamos…”

“Deja de preocuparte por eso. Honestamente, en este momento no me importa” le dije, y la besé de nuevo. Estaba disfrutando esto; se sentía tan bien liberar la angustia de mi pecho, hablar con ella. Desgraciadamente, el sonido de los pasos de Alice nos interrumpió. Que curioso, ni siquiera la había oído acercarse… tenía otras cosas en mente, con largo cabello y ojos color chocolate.

“¡Cielos, Edward! ¡A veces podría jurar que te estás comiendo a Bella!” dijo para molestarme. Bella y yo la miramos con irritación. Había interrumpido un momento perfecto.

BPOV

Estaba maldiciendo mentalmente.

¿Cómo podía Alice ser tan mala? Había interrumpido uno de los mejores besos de mi vida. A mi lado, pude notar que Edward estaba tan molesto como yo.

“¿Y?” preguntó Edward con impaciencia.

“No deberías hacer eso, ¿sabes? Todavía estás herido” dijo Alice, sonriendo. Edward la miró con enojo.

“De acuerdo, de acuerdo. Solo vine a decirte que Carlisle opina que no deberías moverte tanto. Oh, y acabo de tener una visión que puede ser un poco… molesta para ti” dijo ella con una sonrisa pícara. Me pregunté que había visto. A mi lado, Edward hizo un gesto de exasperación, pero no parecía dirigido a Alice. De nuevo, me estaba perdiendo algo.

“Sabía que no te gustaría, pero yo me voy a divertir mucho con eso… y estoy segura de que Emmett también” dijo ella, y se echó a reír.

“¿Qué?” pregunté, pero Alice ya se había perdido de vista. Edward suspiró y se dejó caer en la cama.

“Edward… por favor, dime. ¡Estoy cansada de ser la ignorante aquí! Primero con el cazador, ¡y ahora esto!” dije molesta. Edward rió sin humor.

“Bueno, la visión de Alice no es importante, solo molesta para mí. Tu padre es más perceptivo de lo que creí” dijo misteriosamente. ¿Mi papá? ¿Cómo estaba él involucrado?

“En español, por favor”

“Vio mi pierna. La visión de Alice me muestra usando muletas frente a él… nunca había tenido que fingir tanto en toda mi vida” dijo él, algo exasperado. No pude evitar reírme.

“Y sobre el cazador… Seth y yo estábamos sorprendidos porque descubrimos que es el padre de Sam” continuó Edward.

“¡¿El padre de Sam?!” dije, sorprendida. Ahora comprendía porque se veía tan inseguro. No me sorprendía que hubiera atacado a Edward. Él suspiró, e hizo un leve gesto.

“Edward… um… hablé con Jasper y él dijo que…” comencé.

“Ya sé lo que dijo. No voy a tomar tu sangre para sanar” dijo, serio.

“¿Por qué no? Después de todo, vas a transformarme… ¡quiero ayudarte!” dije. No podía soportar verlo sentir dolor.

“Porque quiero hacer las cosas bien. Y porque, si voy a transformarte, va a ser sin ninguna prisa o presión para ello. Los animales serán suficientes, solo tomará más tiempo sanar” dijo. Vi como, involuntariamente, colocaba una mano sobre su pecho, quizás tratando de disminuir el dolor. Me acerqué más a él y suspiré; era inútil discutir ahora. Necesitaba descansar –por extraño que eso sonara para él- así que intentaría más tarde.

“¿Sabes? Me gustaría quedarme así toda la noche” dije, y bostecé cuando me rodeo con sus brazos. No me había dado cuenta de lo cansada que estaba.

“Bueno, puedes hacerlo si lo deseas” dijo. Pude sentir como se estremecía en ocasiones, y me pregunté cómo se sentía realmente… intentaría convencerlo más tarde. Él comenzó a tararear mi canción de cuna, y me dormí en sus brazos.

----

CAP. 18 :

“Arrepentimiento”

Sam se acercó a la pequeña casa con miedo. Se sintió algo humillado; después de todo lo que había vivido, ¿Cómo podía sentir miedo ante esto?

Suspiró; seguramente el hombre ahí dentro estaba tan confundido como él. O quizás no. Después de todo, había vivido todo este tiempo sin siquiera estar en contacto. Sam sintió como la rabia crecía en su interior… realmente no deseaba hablar con ese hombre –se rehusaba a pensar en él como su padre- pero debía hacerlo. Tenía que saber al menos su versión del pasado. Con otro suspiro, entró en la casa que habían elegido para mantenerlo encerrado.

Él estaba allí, yaciendo en la pequeña cama. Sam se sorprendió al encontrar a Emily ahí… creyó que ya había terminado de revisar sus heridas. Ella levantó la cabeza para mirarlo, sus cicatrices visibles. Él nunca se perdonaría por eso, sin importar cuanto la amara. Ella pareció intuir que deseaba estar a solas con el cazador, pues simplemente caminó hacia la puerta. Antes de irse, besó a Sam con suavidad.

“No dejes que esto te afecte” dijo ella, y se fue.

Una vez que estuvieron solos, Sam suspiró de nuevo. ¿Por donde empezar?

“No tienes que estar aquí si no quieres. No te sientas obligado a hacerlo” dijo el cazador, Alphonse, con un tono seco. Sam lo miró con furia, ¿Cómo podía estar tan tranquilo?

“Quiero algunas respuestas, y tú vas a dármelas” dijo Sam, intentando sonar tan frío como Alphonse. El cazador sonrió con tristeza.

“Si, supongo que tendrías que saberlo algún día” dijo. Sam se acercó a la cama y se sentó en una silla junto a ella.

“Primero que nada, déjame decirte que realmente te odio por todo esto. No solo arriesgaste nuestro tratado, sino que atacaste a uno de los tuyos. Seth aún esta recuperándose” dijo Sam.

“¡Ha! Él no es ‘uno de los míos’, no lo conozco. Es su culpa por ayudar al chupasangre. Y sobre el tratado, no me importa en lo más mínimo; yo me fui de la reserva, así que ya no estoy ligado a él” respondió Alphonse. La furia de Sam aumentó… ¿Cómo podía ser este hombre su padre?

“Supongo que debía haber esperado esto. Pareces ser bastante inmaduro e irresponsable” dijo Sam. Alphonse se puso serio.

“No me conoces, chico. ¡No tienes ningún derecho a juzgarme!” dijo, molesto. Sam estaba furioso.

“¡¿Qué no tengo derecho, dices?! ¿Qué hay de mi madre? ¿Qué hay de mí? ¡Nos dejaste aquí solos! ¡Ni siquiera te preocupaste por ella! ¡Le rompiste el corazón y ni siquiera pensaste en ello! ¡¡Tengo más derecho que nadie para juzgarte, padre!!” dijo Sam, con un tono de desagrado en la última palabra. Esperaba que el cazador lo notara.

“Tenía mis asuntos… ¡ella sabía que me iría! ¡Es su culpa si se hizo falsas ilusiones!” dijo Alphonse.

“¡¿Entonces que?! ¿Eso lo justifica? Si ibas a irte, ¿Por qué no te alejaste de ella? Ni siquiera sabes el daño que hiciste… ¿sabes lo que es vivir sin un padre? ¿Saber que se fue persiguiendo sus propias ambiciones? ¿Comprender que nunca te amó?” dijo Sam. Lo había dicho sin pensar, y había dicho más de lo que quería. Alphonse lo miró, sorprendido.

“Entonces, ¿ya aceptaste que soy tu padre?” preguntó. Sam no pudo interpretar la mirada en su rostro.

“Es bastante obvio que lo eres, ¿no? El mismo apellido… pero ahora, quisiera que no me hubieras dado ni siquiera eso. No quiero tener nada que ver con alguien como tú” dijo Sam.

“Pareces creer que eres mejor que yo… pero también has cometido tus errores, ¿no es así? ¿Qué hay de esa chica, Emily?” preguntó Alphonse.

“¡No te atrevas siquiera a hablar de ella!” rugió Sam. Era suficiente con su propia culpa. El cazador rió sin humor.

“De acuerdo, entonces. Solo ponte en mi lugar por un momento… imagina a un amigo al que quieres como a un hermano. Ahora, imagina que una criatura lo asesina en la forma más horrible que puedas imaginar. ¿Qué habrías hecho TÚ? ¿Estas tratando de decirme que habrías olvidado todo y seguido tu camino?” preguntó Alphonse. Sam permaneció en silencio; por mucho que quisiera desafiar al cazador, tenía que admitir que habría perseguido al vampiro también… seguramente habría sentido la misma furia y deseo de venganza.

“No habría abandonado a mi familia por eso” dijo Sam.

“Como dije, todos cometemos errores” respondió Alphonse.

“¿Eso es todo lo que ella fue para ti? ¿Un error? ¡Como te atreves! ¿Por qué no admites simplemente que tu obsesión con Edward fue más grande que tu amor? Tu crees saberlo todo, pero no sabes nada de ella ¡nada de nosotros! Solo éramos un obstáculo para ti, ¿verdad? Te libraste de nosotros cuando pudiste… ¡¿Soy yo un error también?!” preguntó Sam, furioso. De nuevo, había dicho más de lo que quería; cuando era niño, siempre se había sentido triste por ello, siempre había sentido que era su culpa que su padre se hubiera ido. Alphonse lo miró pero, esta vez, su expresión era diferente.

“Yo no dije eso. No podía vivir en paz aquí, sabiendo que ese monstruo estaba allá afuera, sabiendo que Matt nunca tendría la oportunidad de vivir así. ¡Simplemente no podía continuar hasta que terminara mi venganza!” dijo Alphonse, con más sinceridad de la que Sam esperaba.

“¿Y que hubieras hecho después de matar a Edward? ¿Regresar con nosotros? ¿Fingir que nada había pasado? ¡Al menos debiste habernos llamado! Ella se habría sentido feliz al saber de ti” dijo Sam. Aún recordaba la mirada triste de su madre cuando hablaba de su padre… ¿Cómo podía haberle hecho algo así?

“Dudo que ella me hubiera aceptado” dijo Alphonse con tristeza. Sam se sorprendió; parecía que Alphonse realmente la amaba.

“¿Estas bromeando? Te hubiera aceptado con los brazos abiertos. Ella nunca perdió la esperanza” dijo Sam, algo irritado. Un momento, ¿dijo eso en voz alta? Alphonse solo suspiró.

“Mira, sé que no te agrado, no espero hacerlo. Pero quiero que sepas esto: amé a tu madre, aún la amo… y tú nunca fuiste un error. Cuando te conocí, admiré tu madurez, tu bondad… y después te vi mostrar tanta sabiduría frente a los chupasangres… te admiré desde el primer momento que te vi. Después, cuando supe quien eras… probablemente no me creas, pero me sentí orgulloso” dijo Alphonse con esfuerzo, obviamente le costaba decirlo. Sam se sintió… conmovido.

“Yo…” dijo, pero no pudo continuar.

“No tienes que decir nada. Ni siquiera tienes que verme como padre, porque realmente no lo soy para ti –bueno, a excepción de lo obvio-, pero al menos espero que me permitas ver su tumba. Me gustaría despedirme de ella” continuó Alphonse. Sam no supo que decir… ahora que había hablado con él, Alphonse no le parecía tan cruel como creía.

“Quizás… si prometes no escapar. Dudo que Edward tenga tanto control” dijo Sam.

“¿Quién demonios es Edward?” dijo Alphonse, evidentemente molesto por el comentario.

“El vampiro que trataste de matar… ése es su nombre” dijo Sam.

“Para mí solo es un vampiro, no necesita nombre. Todos son iguales… asesinos, monstruos” dijo Alphonse. Sam rió con sarcasmo.

“Al menos tenemos algo en común, Alphonse” dijo Sam. No se dio cuenta hasta ese momento de que su voz temblaba.

“Si me permites decirlo… me alegra haberte conocido. Eres un buen hombre. Estoy seguro de que ella estaría orgullosa de ti” dijo Alphonse. Sam tenía que salir, o terminaría desmoronándose frente a él. Se volteó para evitar que Alphonse viera la debilidad que su rostro seguramente mostraba.

“Tal vez, algún día… te perdonaré” dijo Sam, pero sabía que ya había empezado a ver las cosas desde la perspectiva de Alphonse… o al menos, estaba dispuesto a entender.

“No te pedí eso. Tienes todo el derecho de odiarme” dijo Alphonse. Parecía reticente a mostrar sus sentimientos de nuevo.

“Lo sé…” dijo Sam, y salió de la casa.

----

CONTINUARA...FALTA SOLO UN CAPITULO...:)
PERO ESTE FIC TIEENE SECUELA ;)

2 comentarios:

  1. uyy keda un capitulo pero tien secuela wii xd esperoq sam no adopte ese estupido odio por edward y los vampiros seria orrible q se desatara una guerra espero q edward se recupere y q todo salga bm xd kajjkajk esta bueno el fi me embale xd

    ResponderEliminar

No se olviden de comentar ......